10 dulces para celebrar la Navidad en los 5 continentes

10 dulces para celebrar la Navidad en los 5 continentes

La celebración de la Navidad ha estado ligada durante siglos a la expansión del cristianismo por el mundo. Esto ha dado lugar a que una fiesta en la que en esencia se celebra lo mismo, -el nacimiento de Jesús- haya producido manifestaciones culturales de lo más variopintas en los cinco continentes. La gastronomía no es una excepción.

Almudena Yebra Romanillos22/12/2022

A su llegada a nuevas partes del mundo, a menudo las tradiciones cristianas como la Navidad se mezclan y desarrollan en función del sustrato cultural previo dando lugar al surgimiento de fenómenos de sincretismo de una inmensa riqueza. En la actualidad las celebraciones navideñas están hibridándose aún más si cabe, e incluso expandiéndose fuera del ámbito cultural cristiano, de la mano de la vertiente comercial de la Navidad, y de su embajador estrella Papa Noel. 

Pero a pesar de los contrastes entre las diferentes maneras de celebrar la Navidad en los cinco continentes, algo que se mantiene invariable es la centralidad de la comida en esta festividad y especialmente de los dulces. Estos son algunos de los dulces de Navidad más típicos de los cinco continentes.

Norte de Europa

El stollen es un auténtico icono gastronómico alemán, este tradicional bizcocho con fruta y frutos secos espolvoreado con azúcar glas tiene sus orígenes en Dresde. En la Edad Media el stollen era un pan duro elaborado con avena, harina y agua, hasta que el papa dispensó una bula para que los panaderos pudieran usar mantequilla y otros ingredientes más sabrosos en su elaboración del “pan de Navidad”.

El tradicional stollen alemán.

Desde aquellos tiempos existe una curiosa tradición que consiste en elaborar stollens gigantescos y que perdura a día de hoy en la Stollenfest de Dresde, una feria anual que se celebra en la ciudad el sábado anterior al segundo domingo de Adviento.

Sur de Europa

Quizá uno de los dulces de Navidad más internacionales es el panettone, un bollo tierno de brioche enriquecido con pasas y frutas escarchadas. Los primeros registros se remontan al siglo XVIII cuando en un artículo escrito por el cocinero Pietro Verri se describe como dulce navideño tradicional de Milán llamado pane di tono o pan grande. No obstante su origen es anterior, ya desde tiempos de los romanos se endulzaba el pan, pero probablemente el antecedente más directo del panettone se haya en la Edad Media. En un manuscrito del siglo XV de Giorgio Valagussa, preceptor de la Casa Sforza, menciona que era costumbre ducal celebrar Nochebuena con “un pan más rico que el de todos los días”.

El Panettone, uno de los dulces de Navidad más internacionales.

En España el consumo de panettone ha experimentado un notable crecimiento, de ser un producto casi desconocido hace un par de décadas hasta llegar a alcanzar unas ventas de alrededor de 2,5 millones de unidades cada Navidad.  

Asia oriental

Filipinas, es uno de los pocos países cristianos de Asía. Debido a la colonización española, el cristianismo es la religión mayoritaria desde finales del siglo XVI por lo que los dulces navideños en este país tienen un largo recorrido y una enorme variedad. El biko es uno de los postres típicos de Nochebuena. Se trata de un pastel de arroz pegajoso cargado de azúcar moreno y con un intenso sabor a coco. La influencia española en la cocina filipina no pasa desapercibida en este plato que recuerda a una especie de arroz con leche mucho más denso y dulce.

El flan de leche es otro de los postres filipinos habituales en las celebraciones navideñas, se trata de una receta muy similar al flan de huevo de toda la vida, pero en la que este elemento se sustituye por leche condensada, consiguiendo de esta forma un sabor más dulce y una textura suave.

Asia occidental

En Oriente Medio también podemos encontrar comunidades cristianas que han celebrado la navidad durante siglos desarrollando sus propias tradiciones culinarias. Uno de estos casos es Líbano, donde la Navidad se celebra con meghli, un postre que tradicionalmente se emplea también para celebrar el nacimiento de un bebé. Se trata de una pasta dulce de arroz y frutos secos cuyos elementos principales son harina de arroz, azúcar y almendras, nueces, pistachos, piñones, etc. 

Norte de África

Los coptos de Egipto son una de las comunidades cristianas más antiguas del mundo y en sus celebraciones navideñas suelen llevar como obsequio una caja de kakh cuando visitan a sus amigos y familiares. Este dulce típico cuyo origen se remonta a tiempos de los faraones es una especie de galleta de formas geométricas que tradicionalmente se rellenaba con dátiles e higos. Hoy estos dulces -parecidos a las galletas de mantequilla- han ampliado la variedad de sus rellenos y puedes encontrar kakh con pistachos, nueces, mahlab (semillas de un hueso de cereza amargo) acompañados de especias como canela, clavo, jengibre, hinojo o semillas de anís.

Sur de África

El koeksuster es un postre originario de Sudáfrica en el que se detecta la influencia holandesa. Su nombre proviene de la palabra koekje, el diminutivo de koek que significa «bollo» en neerlandés. Se trata de una masa muy similar a la de un doughnut en una especie de forma de trenza. Se prepara mediante fritura de la masa en aceite hirviendo para recubrirlo posteriormente con sirope de azúcar y en ocasiones de coco. Tal y como el  oliebollen (bollo de aceite) de Países Bajos, se suele comer en Nochevieja para celebrar el Año Nuevo.

América del Norte

Las galletas de jengibre o de pan de jengibre son originarias de Inglaterra, pero los estadounidenses han llevado estas galletitas antropomorfas a otro nivel.

Se cuenta que las primeras se originaron en la corte de Isabel I de Inglaterra. La reina regalaba a las visitas importantes galletas de pan de jengibre con formas similares a miembros de la corte o a ella misma que contaban con atuendos comestibles. No obstante, fue al viajar al nuevo mundo cuando estas galletas se alejaron del mundo de la realeza y se acercaron a los niños adoptando divertidas formas y colores con todo tipo de frostings y coberturas como caramelo, glaseados o chocolate.

América del Sur

Los buñuelos, -muy populares en las celebraciones navideñas en México-, son un legado de los colonos españoles. Estas bolas de masa frita, ligeras y crujientes suelen espolvorearse con azúcar o se bañan en sirope de piloncillo (a base de azúcar de caña). La receta y la forma varían de un estado a otro; por ejemplo, en Tabasco preparan una versión parecida a la original, mientras que en Veracruz los elaboran de sabores diferentes, como boniato, calabaza o almendra. En otros países latinoamericanos como Colombia los buñuelos tienen forma de bola y van rellenos de queso.