La semana pasada, en una cata online impartida por grandes expertos del mundo del vino y con la participación, entre otros, del Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León se presentaron seis variedades ancestrales que se han recuperado en diferentes puntos de Castilla y León por el Instituto, que durante décadas se ha dedicado a encontrar la forma de recuperar y seleccionar los mejores clones de variedades locales que puedan adaptarse al viñedo de la Comunidad y proporcionen un patrimonio resistente al cambio climático.
Estas 6 variedades forman parte de hasta 14 castas seleccionadas por su buenas y prometedoras aptitudes enológicas, de las que finalmente han quedado 14 uvas recuperadas (algunas de las cuales están reconocidas oficialmente como variedades comerciales mientras otras se encuentran en proceso de evaluación) : : Áurea, Bastardillo Chico (Merenzao), Bruñal, Cenicienta, Estaladiña, Gajo Arroba, Mandón (Garró), Negreda, Negro Saurí (Merenzao), Puesta en Cruz (Rabigato), Puesto Mayor, Rufete Serrano El investigador Blanco, Tinto Jeromo y Verdejo Colorao
El investigador José Antonio Rubio asegura que “Se trata de variedades que alcanzan una acidez muy apreciable y muchas de ellas mantienen una maduración tardía, lo que las hace especialmente valiosas e interesantes. Además de conservar la acidez incluso con periodos de maduración calurosos, en los vinos han destacado matices muy distintos y novedosos tanto en nariz como en boca, aspectos con una rusticidad y una mineralidad suaves y muy agradables que aportan diferencias con las variedades conocidas. Por tanto, se trata de la aparición de un grupo de variedades que aportarán frescura y novedad en el panorama vitivinícola español y ofrecen nuevas características a los consumidores”.
Fuente: ITACYL