Pasión Morata

5 procesiones de Semana Santa que debes conocer

Existen multitud de procesiones, pero solamente algunas son tan peculiares que merece la pena hacer el viaje y conocerlas, y nunca olvidaremos aquel momento ni aquellas imágenes impactantes.

Redacción17/04/2019

Las procesiones y celebraciones de Semana Santa en España son miles y es difícil establecer cuáles son las que baten el récord. Para disfrutar de esta Semana Santa, buscaremos por todo el territorio español las que están entre las más rápidas, participativas, realistas, impactantes y peculiares. Son procesiones que todo el mundo debería visitar al menos una vez en su vida, porque algunas de ellas son espectáculos difíciles de igualar.

Preparados, listos… ¡a correr!

Antequera es el municipio de Málaga con más patrimonio, y no hay más que darse una vuelta para comprobarlo. Además de la gran cantidad de iglesias, conserva restos romanos, tiene museos, están algunos de los dólmenes milenarios más interesantes de la península y una alcazaba magnífica que corona la ciudad… Asimismo, tienen las procesiones más veloces, ya que van corriendo todo lo que pueden para subir por la cuesta por la que retornan al templo.

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Cada una de las iglesias tiene su propia procesión, pero debido al relieve antequerano, dos de las procesiones tienen que regresar a su iglesia tras «correr las vegas», que es el momento más especial de toda la Semana Santa de Antequera. Y, atención, no pueden pararse porque sería un desastre, debido al peligro que la rampa tan empinada supone.

Las cofradías del Consuelo y de Servitas salen en procesión en Jueves Santo por la tarde. Ambas bajan, se encuentran en la plaza de Santiago y, tras bendecir los campos, corren las vegas. Finalmente, para poder acceder a las respectivas iglesias tienen que subir una cuesta tan empinada que sería imposible subirla a ritmo de procesión, porque se caerían hacia atrás. Así pues, con toda la fuerza que pueden y casi a ciegas, se lanzan a la carrera en un momento muy emotivo y extraño que caracteriza la Semana Santa antequerana, corriendo cuesta arriba sin parar hasta que el encargado toca la campana, marcando el final de la carrera… ¡y de la procesión!

¿Todos participan?

Sí, todos los pontanenses viven su Mananta (contracción local de la Semana Santa y que  incluso da nombre a una plaza) durante el año entero y es cierto que todos los vecinos colaboran en ella. ¡Es que cooperan hasta los niños con dos procesiones! Algo inusual. Sí, la de Puente Genil es la más participativa. Desde el Sábado de Gloria al Domingo de Resurrección, mientras cantan las famosas saetas pontanas, salen 33 pasos de estilo sevillano, llevados por costaleros, y los de estilo malagueño, por bastoneros. Y además tienen una característica que les diferencia…

Quizás lo más peculiar de la Semana Santa de Puente Genil sea que las corporaciones bíblicas, hay unas 70, pueden representar con caretas, allí llamadas rostrillos, cada uno de los personajes de la Biblia. Desde el Jueves Lardero, en Carnaval, las hermandades y cofradías y corporaciones, tras un pregón, se reúnen en sus casas-cuartel y empiezan las actividades, que tendrán su máximo esplendor durante los principales días de la Mananta. Una celebración única en el mundo.

Transforman el municipio

Pasión Viviente de Morata de Tajuña. Imagen (c) Grupo de Teatro TalíaPasión Viviente de Morata de Tajuña. Imagen (c) Grupo de Teatro Talía

A veces el mayor impacto nos lo causa ver personas interpretando la Pasión de Cristo con realismo. No es exactamente una procesión, sino una representación de los principales pasajes de la vida de Cristo con personas, casi todas morateñas. En este caso, se trata más de un espectáculo teatral que de una procesión. Es la Pasión Viviente que hacen en algunos municipios como Morata de Tajuña o Chinchón.

La representación de la Pasión Viviente de Morata de Tajuña se realiza el Jueves Santo por la tarde y es la única con la Bendición Apostólica para todos los asistentes, que fue concedida por S.S. Juan Pablo II. En 2018 hace su 32º aniversario. En ella intervienen 400 vecinos, que se transforman en los personajes de la época convirtiendo Morata de Tajuña en un Jerusalén de hace dos milenios. Lo malo es que Morata se abarrota porque acuden unas 20.000 personas, aún así, merece la pena conocerla.

El origen de estas representaciones vivientes viene de los autos sacramentales de los siglos XVII y XVIII, que escenificaban pasajes de la vida de Jesucristo y los santos en los atrios de las iglesias. En 1987 el grupo de teatro Talía recuperó esta tradición en 10 escenarios y contando con los vecinos, que lo sienten como algo propio y lo hacen con una gran devoción durante más de tres décadas. Impresiona tanto que muchas personas se emocionan.

Imágenes del medievo

La mezcla del fuego con la nocturnidad provoca unas sensaciones únicas y quizás las imágenes más impactantes de todas las procesiones. La del Cristo Yacente y el Lignum Crucis que va de Zamarramala, en Segovia, hasta la iglesia de la Veracruz, es un recorrido que los nazarenos procesionan con antorchas en la noche del Viernes Santo y congrega a muchos visitantes, que no olvidarán esas imágenes de la procesión de antorchas.

La comitiva parte de la iglesia de la Magdalena de Zamarramala a las 23 h y, vestidos de la Orden de Malta, acompañan al Cristo Yacente hasta la iglesia de la Veracruz, un templo de planta dodecagonal construido a principios del siglo XIII. Debido a que la ubicación de esta iglesia se encuentra en un descampado, se puede divisar desde diferentes lugares, cercanos y en la distancia. Incluso, uno de los más atractivos para divisarla está lejos, es ideal acercarse a la parte alta de la ciudad junto al Alcázar de Segovia, para tener una panorámica completa de toda la procesión.

Única y peculiar

Procesión de las Turbas de Cuenca. Imagen de turbascuenca.comProcesión de las Turbas de Cuenca. Imagen de turbascuenca.com

La procesión de las Turbas de Cuenca, vulgarmente ha sido llamada de los borrachos, es una de las más peculiares y más queridas por los conquenses. Es la más emblemática de la ciudad y fue declarada de Interés Turístico Internacional. Se realiza el Viernes Santo de madrugada, cuando los turbos se mofan de la imagen de Jesús tocando trompetas desafinadas y tambores, rememorando la burla que se le hizo en verdad cuando le llevaban al Calvario para ser crucificado.

De madrugada suele hacer frío y se toma resolí, típico licor conquense, para combatirlo y de ahí viene el nombre de la procesión de los borrachos, usado entre personas que no son lugareñas. Los turbos visten túnicas de las hermandades y llevan clarines y tambores caseros. Hacen la «clariná» y, golpeando las baquetas, hacen la «palillá», produciendo el sonido característico de esta procesión tan especial. Es una de las procesiones españolas más especiales y queridas.