Cata de vino

7 claves para elegir vino en cada ocasión

Más allá del tinto para la carne y el blanco para el pescado, en general, los consumidores tienen serias dudas sobre qué vinos deben elegir. Aquí les damos las claves para tener un conocimiento básico.

Con Mucha Gula07/06/2016

Ya está todo preparado: unos deliciosos aperitivos, un menú exquisito, un postre delicatesen… ¡pero falta el vino! ¿Cómo saber cuál es la botella adecuada para esta ocasión? Elegir el vino apropiado es, muchas veces, una tarea complicada: tintos, blancos o rosados,  espumosos o con aguja, crianzas, reservas, dulces o con aroma a madera… La variedad de sabores es infinita y puede llegar a ser abrumadora:

Primero, el color

Dependerá, mucho, de la comida que vaya a acompañar. Para pescados y mariscos, o comidas ligeras como las ensaladas, el mejor vino suele ser el blanco. Para carnes, guisos o potajes, que tienen más grasa, acertaremos con un vino tinto, que tiene más cuerpo. También influye el clima y la hora a la que se vaya a tomar: así, para los días más calurosos y húmedos es recomendable un vino fesco, como un rosado o un blanco. Por otra parte, los espumosos triunfan en los días de más calor, ya que son refrescantes y livianos.

Leer la etiqueta

Leer la etiqueta del vino nos ayudará a saber con qué uvas está hecho y cuál es su añada, además de otras particularidades de cada cosecha. Poco a poco, a base de ir probando tipos de uva, iremos aprendiendo a identificar cada nombre con diferentes texturas y sabores. ¿Algún ejemplo? Entre las uvas blancas, destacan la Chardonnay, con una acidez moderada, un tono ahumado y matices de piña y melocotón. El Verdejo es una de las cepas más antiguas de España, y destaca porque dura bastante en la boca y tiene un aroma afrutado, que recuerda a la piña y a la hierba fresca. Para los tintos, la uva española más usada es la Tempranillo, que se llama así  porque la uva suele madurar semanas antes que el resto de variedades de uva tinta; es poco ácida y más bien seca, y el olor recuerda a los frutos del bosque. La uva internacional más conocida es la Cabernet Sauvignon, de sabor más fuerte y penetrante; con ella se elaboran vinos muy estructurados, que mejoran con los años. Hay que tener en cuenta que no debe confundirse el tipo de uva utilizado en el vino con las Denominaciones de Origen, que es otra forma de distinguir los vinos, utilizando la región en la que se han producido. En España hay cerca de 70, entre las que destacan, por orden alfabético, la D.O Ribeiro, D.O. Ribera del Duero, D.O. Rioja, D.O Rueda, D.O. Somontano, D.O. Valdepeñas… incluidos el Cava y la Manzanilla.

¿Y el varietal?

Este concepto, a menudo también citado como «monovarietal», se refiere a los vinos que están hechos con una única variedad de uva, o con, al menos, el 80% de una misma cepa. Por el contrario, los vinos de corte son los que se elaboran con dos o más tipos de uva, también denominados «coupages».

¿Vino joven o de barrica?

Los vinos jóvenes son los que se embotellan justo después de su fermentación. Son más frescos y afrutados, algunos con un ligero toque ácido. Los vinos de crianza son aquellos que pasan por un proceso de maduración en barrica antes de ser embotellados. Suelen tener más fuerza, mucho aroma y están más estructurados. Hay que tener en cuenta que los tintos suelen madurar más tiempo para desarrollar mejor su sabor. Entre los vinos que han tenido tiempo de madurar, podemos encontrar los CrianzaReserva o Gran Reserva,  que vienen determinados por su tiempo de maduración, que varía según los Consejos Reguladores de cada vino. Existen también vinos llamados Roble o Semicrianza, que son vinos que han pasado por barrica, pero sin llegar a los tiempos establecidos por las diferentes figuras de calidad.

¿Seco o dulce?

Esto depende del nivel de azúcar que contenga el vino: cuanto más seco, menos azúcar tendrá. Los hay secos, semi-secos, abocados, semi-dulces y dulces. ¡Para todos los gustos!

¿Caro o barato?

No hay que dejarse influir por el precio. En España tenemos la suerte de contar con excelentes vinos a un precio muy competitivo. Simplemente hay que saber cuál es el presupuesto y adaptarse a él, pero en general no debemos elegir un vino pensando que, por tener un mayor precio será mejor, sino basarnos en nuestros gustos y preferencias y, tras una primera selección, elegir aquel que, además, se ajuste mejor a nuestro presupuesto.

¡Pregunta!

Para eso están los expertos. ¿Y qué hay que preguntar? Pues por lo que nos gusta: un vino más dulce, más seco, o con aguja. Además, hay que pedirle al profesional que nos ayude a escoger. Se pueden tener en cuenta otros factores, como que sea un vino ligero o con cuerpo, con más o menos acidez o con aromas determinados. ¡Tú decides! Y si no lo tienes claro, déjate aconsejar por los profesionales de Monte Pinos Selección y ve probando. Poco a poco, iras conociendo el vino y lo que a ti te gusta. Y pronto, ir a comprar el vino se habrá vuelto una tarea divertida y entretenida.

Fuente: http://www.montepinoseleccion.es/