Ahorradoras

Más de cien consejos para ahorrar, que son los que este libro nos ofrece, son muchos y algunos rozan levemente lo que podríamos denominar el «cutrismo» (palabra que me acabo de inventar), en general sirven tomar conciencia de cómo podemos gastar menos.

El primer consejo: «Gasta menos de lo que ganas«, sin duda es recomendable. El libro sugiere también en ese primer apartado sobre Finanzas, que a la hora de ver un precio se haga la equivalencia sobre cuántas horas de mi trabajo cuesta. En el ahorro de las cosas de casa y la comida, página 28, los consejos que ofrece son igualmente interesantes: compra de productos rebajados, a veces esos tomates que vamos a utilizar para hacer la salsa pueden ser de los que están más maduros. Otra idea es comprar productos rebajados porque están muy cerca de su día de caducidad, por ejemplo filetes de pollo. Si los vamos a hacer esa misma noche, ¿qué más da que caduquen en cinco días o en diez?.

Los cupones que muchos supermercados ofrecen cada vez que se compra, si se utilizan inteligentemente, son otro modo de ahorro, tal y como indica el libro en la página 31. Los buscadores comparativos de compra también ayudan al ahorro, ási como declarar un día a la semana como el «Día sin gastos», consejo número 81, mientras que el 82º propone reciclar las sobras con imaginación, algo que ya hacían nuestras abuelas. Continuando con las compras, el consumo colaborativo y las marcas blancas son otra opción.

En definitiva, controlar el gasto es parte de la clave para las ahorradoras… ¿Y ellos no ahorran?