
Alcachofas confitadas con papada de cerdo
Para la familia Roca, la papada y la alcachofa ofrecen un equilibrio perfecto.
- 1 papada de cerdo
- 4 alcachofas
- 500 g de aceite de oliva virgen
- Pimienta en grano
- Romero, tomillo, clavo
- 2 dientes de ajo
- Ramas de Romero
Dificultad:
FacilPrecio:
BajoAsí lo hacemos:
- El día anterior sumergimos la papada en una salmuera al 10% durante una hora, aproximadamente.
- Pasado este tiempo, la secamos y la ponemos en una cazuela cubierta de aceite de oliva con las hierbas, especias y los dientes de ajo enteros y pelados. Es importante que se haga muy lentamente, y hay que procurar no pasar de los 90ºC. Esto lo podemos lograr controlando periódicamente la temperatura con un termómetro.
- Cuando la papada esté tierna (pasadas unas tres o cuatro horas, lo sabremos porque podremos introducir un cuchillo pequeño con facilidad), la retiramos del fuego y la dejamos enfriar antes de ponerla en la nevera.
- El día de la utilización, hervimos las alcachofas sin pelar en agua y sal hasta que podamos atravesar con un cuchillo la parte del rabito (entre 20 y 30 minutos). Enfriamos con agua.
- Se pelan las alcachofas y se ponen en una cazuela con un poquito de la grasa con la que se ha confitado la papada y se cocina a fuego muy suave durante 10 minutos, hasta que las alcachofas queden también confitadas.
- Se corta la papada en dados grandes y las alcachofas en gajos.
- Se marca la papada en una sartén, a fuego fuerte, por los 6 lados. La salpimentamos y se pone en una bandeja.
- Sobre cada trozo de carne se coloca un gajo de alcachofa y se une con un palito de laurel o un palillo.
- Se calienta cinco minutos al horno y se sirve.