La carretera que nos adentra a Almendralejo discurre entre viñedos y olivares. Entramos en la capital de la comarca de Tierra de Barros, en la que pantanos y ríos riegan la tierra arcillosa, «de barros», una de las zonas más fértiles de Extremadura, cruzada por la Vía de la Plata, antigua calzada romana que atraviesa la península de Norte a Sur. La primavera despierta las vides y el campo nos invita a pasearlo para conocer de cerca la cultura del vino que en la ciudad de Almendralejo tiene una larga historia.

Un gran cartel nos da la bienvenida a la Ciudad del Cava. Almendralejo presume de ser una de las ciudades donde se elabora esta vino espumoso de calidad más al sur de nuestro país: es el único municipio de Extremadura dentro de la D.O.P. Cava. La historia arranca en los años 80 del siglo pasado cuando tres empresarios almendralejenses del sector (Pablo Juárez, Aniceto Mesías y Marcelino Díaz) ponen en marcha la idea de un nuevo producto y crean el cava Vía de la Plata, inscrito en la D.O.P. CAVA desde 1983. En la actualidad hay cinco bodegas que lucen el sello oficial: Vía de la Plata, Romale, López Morenas, Bodegas Marcelino Díaz, con el cava Puerta Palma, y Paiva, recién incorporada en 2021.

En Almendralejo hay mucho que ver. Desde su patrimonio arqueológico hasta la belleza monumental de sus palacios y edificios de gran interés patrimonial, sin olvidar la huella que han dejado algunos de sus ‘hijos’ más ilustres, como los escritores Carolina Coronado y José de Espronceda. Pero si en esta ocasión llegamos atraídos por sus vinos y la curiosa historia de sus cavas, te proponemos comenzar la visita a la ciudad (Isabel II le concedió el título en 1851) con un buen desayuno, que aquí se lo toman muy en serio. El lugar más genuino es el bar El Abuelo. Lleva desde 1971 sirviendo las migas del abuelo Juan acompañadas de cava, pero también triunfan las tostadas de caldillo ibérico (hígado de cerdo) o las de aceite y ajos.

Con el estómago bien entonado, nos dirigimos al Museo de las Ciencias del Vino para empaparnos bien de la historia. El edificio de la antigua Alcoholera Extremeña, un emblemático edificio industrial de mediados del siglo XX, se ha convertido en espacio de exposición conservando los antiguos depósitos de azulejos refractarios. El recorrido es muy didáctico, con expositores interactivos que nos hacen comprender de manera muy sencilla cómo la uva termina convertida en vino y todos los matices organolépticos que encontraremos en la copa. Se completa con un jardín de viñas con diferentes variedades permitidas dentro de la D.O.P. Ribera del Guadiana, como las variedades autóctonas Pardiñas, Cayetana y Eva o Beba de los Santos. La D.O.P. Ribera del Guadiana se encuentra situada en un edificio histórico de Almendralejo que data de 1915, de estilo neoclásico y con una monumental escalinata central en su interior, que acoge la primera Estación Enológica de Extremadura y la segunda de España.
LA BODEGA QUE ESCONDE LA PLAZA DE TOROS

Y no abandonamos el vino, porque justo enfrente del museo se encuentra la Plaza de Toros donde nos espera una gran sorpresa. Es la única en el mundo que cuenta en sus entrañas con una bodega y está declarada Bien de Interés Cultural. En 1942 fue adquirida por un bodeguero que aprovechó el frescor de la parte baja para instalar allí los depósitos de vino bajo el graderío, ajenos al calor extremeño, con capacidad para unos 750.000 litros. La arquitectura de la plaza es de gran belleza, construida en 1843 y remodelada en 1912 siguiendo el estilo neomudéjar con 96 arcos, y su coso es escenario de las actividades más variopintas, desde catas hasta conciertos y ferias gastronómicas.

También hay visitas turísticas que recorren toda la plaza y su bodega y dentro de las experiencias enoturísticas que se pueden realizar, el arte del sablage… ¿Lo conoces? Cuentan que Napoleón celebraba sus victorias descorchando botellas de champán a golpe de sable.

También se realiza el degüello con pluma, otra sorprendente forma de descorchar las botellas de vino más antiguas marcando con unas tenazas candentes el cuello para que se desprenda y decantarlo. Y para terminar, ¡una cata de corchos!
ENTRE VINOS… Y BUENA GASTRONOMÍA

Sin salir de Almendralejo, podemos hacer un tour para visitar algunas de sus bodegas más tradicionales que se encuentran en el casco urbano. La primera botella de cava extremeño salió de Bodegas Vía de la Plata. Desde 1985 producen de manera artesanal cavas de gran calidad. La visita a esta bodega nos descubrirá todos los secretos de la elaboración que sigue el método tradicional champenoise y procesos tan curiosos como el degüelle.

Bodegas Romale posee unas instalaciones impresionantes y con las técnicas más modernas. En la visita podremos catar los vinos y también los cavas (entró en la D.O.P. Cava en 2006) que se elaboran con uvas de las variedades Macabeo y Parellada, así como un monovarietal Xarel.lo y garnacha para los rosados.
Bodegas Marcelino Díaz mantiene la tradición de una familia de bodegueros con solera, fundada en 1931, que elabora vinos blancos, rosados, tintos y el famoso cava Puerta Palma. Entre sus propuestas de enoturismo te recomendamos el paseo en calesa entre viñedos que discurre junto a la zona donde se encontró el Disco de Teodosio, una pieza de plata de unos 70 cm con la figura del emperador romano que apareció en estos terrenos en 1847 y cuyo original se encuentra en la Real Academia de la Historia de Madrid.

Bodegas Martínez Paiva se encuentra a la salida de Almendralejo y allí, además de conocer la bodega, recorrer sus viñedos y catar sus vinos, puedes completar la visita en su restaurante con un menú degustación maridado en el que encontrarás platos tan apetecibles como las Carrilleras ibéricas estofadas en su vino Solo I Graciano con crema de chirivías y gratinado de ajo tostado que se acompaña con el vino 56 Barricas.

Y terminamos esta ruta de bodegas en Palacio Quemado, junto al embalse de Alange, con un buen paseo por la naturaleza rodeados del paisaje de viñedos, olivos y las típicas dehesas extremeñas. La bodega se fundó en 1999 y es propiedad de la familia bodeguera Alvear, una de las más antiguas de la DO Montilla-Moriles, en Córdoba, que ha llegado a Tierra de Barros apostando por los vinos tintos de calidad y el carácter del terruño. De hecho, es la única bodega de Extremadura dentro de Grandes Pagos de España. La visita termina entre barricas probando sus vinos, Palacio Quemado Crianza, Reserva, la Marchita y Los Acilates.

VEO, VEO… ¿QUÉ VES?
Si creías haberlo visto todo en enoturismo, espera a conocer la experiencia que proponen desde Turismo de Almendralejo en la Ruta del Vino de Guadiana: el enobirding. Se trata de un tour por la ciudad, llamado Entre Vinos y Aves, en el que se combina historia, cultura, vinos y birdwatching urbano guiados por una reconocida sumiller, Cata con Cati, y un especialista en la observación de aves. No puede ser más original y apetecible. Tendrás que estar muy atento para localizar los ejemplares que sobrevuelan y habitan en la zona, como el Alcazola Rojizo o el Cernícalo Primilla. Y tranquilo porque contarás con la ayuda del telescopio y prismáticos. La actividad comienza con un desayuno extremeño con migas y cava antes del paseo y el avistamiento de aves.

PARA COMER Y DORMIR
En La Brasería Museo del Vino (Badajoz, 6) vas a ir a comer buenas carnes ibéricas… y saldrás con la compra hecha, porque su expositor es toda una tentación: embutidos (imprescindible la morcilla patatera), queso, patés, dulces. Y si aún crees que no llevas suficiente vino de las bodegas, aquí tienes la oportunidad de comprar alguna botella más. En La Lonja 77 (Badajoz, 1) puedes tomar unas tapas originales, organizan catas y encontrarás una buena selección de productos gourmet típicos extremeños. Otro local donde miman los vinos de la zona es la Tapería-Vinatería DeBarros (Avda. de la Paz, 33). Para cenar, una excelente opción es el Restaurante Nando’s (Ricardo Romero, 16), con una cocina de producto de proximidad muy cuidada y bien maridada con los vinos de la D.O.P. Ribera del Guadiana y la gran oferta de su amplia bodega.
Almendralejo cuenta con una buena oferta hotelera. El hotel Acosta Centro es un moderno cuatro estrellas, muy bien situado. Pero si buscas un ambiente rural y bucólico, te encantará La Hermandad de Villalba, un nuevo hotel rural de 4* lleno de encanto y buen gusto, ubicado en una antigua casa señorial de Villalba de los Barros, entre Santa Marta de los Barros y Almendralejo.