Las cifras actuales de microcerveceras a nivel mundial son muy significativas, Aproximadamente en el año 2014 en Estados Unidos están registradas alrededor de 3.000 micros, y en el Reino Unido unas 1.100. En países europeos de tradición vinícola, como Italia, hay unas 850, en Francia 550 y en España ya hay en funcionamiento –según el registro sanitario- alrededor de 300. Así hasta 60 países y emergiendo casi una veintena. Llama la atención el caso de Italia, que es el que tiene un auge más significativo, moderno y bajo inspiración de estilos belgas combinados con ideas nuevas e innovadoras. En los Países Bajos nace una micro a la semana, también existe un aumento en Suiza, Austria, Portugal, Grecia, Países Escandinavos…
Países europeos de tradición cervecera como Bélgica, Alemania o la república Checa no están al margen de este desarrollo global de microcerveceras, concretamente en Berlin como uno de los focos de aumento de la creatividad cervecera. En América del Norte tenemos el progresivo crecimiento de Canadá, con unas cervezas artesanales de excelente calidad.
En el continente sudamericano el movimiento de las «craft» lo abandera Brasil, con alrededor de 200 micro cerveceras, seguido de México, Chile y Argentina, principalmente. En Oceanía domina Nueva Zelanda y en Asia destaca el auge en Corea del Norte, el saturado mercado cervecero de Japón y el atractivo, por su gran potencial, en China, con un consumo por persona de cerveza de tan sólo 34 litros al año.
¿A qué se debe este espectacular crecimiento?

Principalmente se debe a un cambio del hábito de consumo de la cerveza. Cada vez existen más consumidores de cerveza que no sólo la aprecian como una bebida refrescante y para saciar la sed, sino que además buscan deleitarse con su gran variedad de sabores y aromas, inigualables en otras bebidas.
Probablemente la cerveza es la bebida cultural más antigua. Además, su desarrollo a través del tiempo va unido a los grandes descubrimientos de la humanidad: el fuego, los metales, la rueda, el vidrío, máquina de frio… Los hábitos de su consumo han variado a lo largo de la Historia, utilizando la cerveza como alimento, para sanar enfermedades o prevenirlas, para quitar la sed, refresco, elemento social… y para deleitarse disfrutando con sus propiedades organolépticas (vista, olfato, gusto y también oído).
Las cervezas artesanales en su elaboración no sólo llevan agua, cereal (malta de cebada), lúpulo y levadura, sino que también incluyen adjuntos: cereales en crudo -sin maltear-, especies, plantas aromáticas, frutas… que enriquecen, dándoles más matices para el disfrute del consumidor, que busca algo más que un refresco o algo que le calme la sed, de aquí la proliferación de las ofertas en los restaurantes de cartas de platos maridados con cerveza o elaborados con ella.
¿Dónde está el techo de las artesanales?
La apertura del mercado cervecero a las artesanales, gracias al incremento de consumidores de estas cervezas, no ha hecho más que empezar. Al mercado le queda mucho recorrido para su saturación.
El consumo de cerveza por habitante de cerveza en países con consumo regular de cerveza, como son Estados Unidos, Canadá, Brasil, China, India, Nigeria… está muy por debajo de la media de países que han tocado techo o que tiene la cifra más alta de consumo por habitante, como son Bélgica, Reino Unido, Alemania o la República Checa, países en los que, curiosamente, existe una progresión de crecimiento de cerveceros artesanales.
En dato, el mayor festival de la cerveza del mundo no se hace ni en Alemania, ni en Estados Unidos, ni en Bélgica, sino en Qingdao (China) con alrededor de tres millones de asistentes!!!!
Es evidente el largo recorrido existente para llegar al techo, a la saturación de la cerveza artesanal.
¡Salud!