Brócoli con mayonesa de yuzu

Bahía Taberna: cocina sorprendente y sabrosa

Bahía Taberna está situada en la Calle Bahía de Palma, junto a la Alameda de Osuna y el parque Juan Carlos I. Su director y su chef son todo un lujo, y su cocina sorprende en fondo y forma.

Eva Celada17/10/2014

Unas patatas bravas muy especiales

En una visita a la Alameda de Osuna, busco un restaurante y, ¿qué pasa? Me encuentro con Daniel Vangoni, un cocinero que lleva con su equipo haciendo en Bahía Taberna una cocina sorprendente, con un menú degustación por 40 euros, y otro largo por 55 con 5 platos y 2 postres. También tiene una carta informal con todo tipo de platos, desde unas Patatas bravas muy especiales a una Pizza de chipirón. El Tartar de vieiras es una exquisitez, el Cordero deshuesado con un fondo brillante de gran sabor, no desmerece a las Manitas con carabinero, un mar y montaña que recuerda a los afamados de la costa brava.

Orange connectionLa calidad del foie nos dice que el producto está cuidado al máximo, y se combina con plátano. Muy bravo el Steak y la Jamburguer. Las Verdinas con calamar, servidas en tarro, son otro reclamo imprescindible del restaurante, que hace cada día un plato de legumbres. Vangoni demuestra que ningún detalle de la cocina tradicional se le escapa, quizá por ello puede hacer sus virguerías deliciosas.

Los postres también son riquísimos, originales y nada convencionales: como el Kesopera no has probado nada igual, la Pera en postre es dificilísima de hacer en su punto y en este caso justo, sin un gramo de más de azúcar, al igual que la Cheesecake, o la Orange connection, aunque en la mesa triunfa el Chocomisú.

Álvaro Landazuri y Daniel Vangori, en la puerta de Bahía TabernaAún sin terminar el artículo, me estoy acordando del Brócoli con mayonesa de yuzu del aperitivo y, mientras me lo comía, veía a ese grupo de gente joven liderados por Vangorri y me digo: pero qué bien se come también en los restaurantes de barrio, al menos en algunos, estando ahora muy de moda las neotabernas como Bahía.

El establecimiento cuenta con una buena carta de vinos, que está en proceso contínuo de mejora, aunque no tenían existencias de algunas de las referencias. Acompañamos el menú con un RIU Priorat 2010 y un Campesino 2011 de Toro, ambos muy recomendables y bien servidos.

El pan resulta correcto, aunque debajo del nivel del resto y finalmente, el café excelente de Supracafé. Álvaro Landazuri, ex Don Giovanni, desplegando su gran sonrisa nos despide, en una visita que no será la ultima…

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