En el barrio barcelonés de Les Corts, el restaurante BaLó tiene una línea clara y concisa que comienza en el diseño del espacio, continua con el servicio de sala y acaba en su propuesta gastronómica. Sutileza, elegancia… una cocina limpia y clara, técnicamente impecable, sin sobresaltos.
Los chefs del restaurante, Lena Maria Grané y Ricky Smith, se conocieron en Londres. En una cocina, como no podía ser de otra forma. Cuando volvieron a Barcelona, surgió la oportunidad de abrir un restaurante y lo bautizaron utilizando un poco de cada uno de sus orígenes: Ba (Barcelona) y Lo (Londres). Este juego de palabras no es influyente en su cocina, que se presenta como libre y sin etiquetas. “Pretendemos hacer una cocina de autor, que juegue mucho con las temporadas del mercado, una cocina libre”, nos cuenta Lena. Y una vez que pruebas el menú, entiendes que su propósito está cumplido.
La propuesta de alta cocina, sutil y limpia de BaLó
Hay veces que, al probar diferentes elaboraciones de un restaurante, la palabra lineal se considera un punto débil. Pero no siempre es así y BaLó es un claro ejemplo de ello. En los diferentes pases que conforman su degustación, encontramos un equilibrio entre la calidad, los sabores, las técnicas, las texturas… esa cocina lineal bien entendida en donde todos los pases conforman un todo, sin aristas. En BaLó no encontrarás una montaña rusa de emociones, aquí no tocan Rock and Roll. BaLó es un mar en calma, pero repleto de sabor y buen hacer.
Entre estas elaboraciones, encontramos grandes platos como la tartaleta con boniato ahumado y ralladura de castaña con hoja de salvia que forma parte de sus entrantes, el huevo cocinado a baja temperatura con setas shimenji y espuma de patata que nos recuerda a un puré, pero con una textura más aireada o su donut con carpaccio de gamba, gel de limón y una base de pan, que le proporciona una logradísima textura. Muy destacada también la ternera madurada de los pirineos, chalotas, emulsión de ajo negro, col blanqueada y demiglace con semillas de mostaza.
En lo que respecta a los postres, especialmente interesante es su versión de piña colada, elaborada con un granizado de piña, espuma de coco, un toque de ron y pétalos comestibles.
Que no nos confundan, la cocina que nos propone BaLó está repleta de riesgo. En un universo en donde vuelan los cuchillos buscando quien es más transgresor, quien consigue el alimento más madurado o la fermentación más extrema, la cocina de Lena y Ricky en Les Corts se presenta como un oasis que más pronto que tarde (quizás en un par de semanas) encontrará su estrella en el firmamento gastronómico.
- Restaurante BaLó
- Dirección: Carrer de Déu i Mata 141. Barcelona
- Teléfono: 930 37 86 01
