Todavía recuerdo mi primer fin de semana viviendo en Barcelona, caminando por la calle Gran Vía y encontrarme con este enclave idílico que, con su inconfundible toldo rojo y su atractiva terraza, hacían inevitable querer sentarse: era el Bar Alegría.
Fundado en 1899, este bar de tapas se encuentra en uno de los preciosos edificios modernistas de la Ciudad Condal cuya colorida arquitectura ha atraído a gente de todas las partes del mundo. Sus altos techos, suelo hidráulico y acabados en madera te harán trasladarte a la Barcelona del siglo XIX. Es de esos lugares que respiran historia, reuniendo a las personas en una atmósfera que se traduce en una auténtica escena teatral.

Nada más entrar, podemos contemplar su excelente selección de vinos naturales, alejándose de los clásicos con una oferta que va mucho más allá y, continuando hasta el fondo, podemos ver como se encuentran efectuando este arte de preparar una ostra.
Una vez sentado en la mesa, no esperes recibir la mítica carta en papel o los códigos QR que la pandemia ha arrastrado con ella. En cambio, te presentarán su menú en una tradicional pizarra de tiza, manteniendo su esencia en todo momento.
Buena cocina para compartir y una ensaladilla de campeonato
Lo tradicional no solo se traduce en la forma del menú, sino también en su contenido. Bar Alegría es el lugar al que acudir si quieres sumergirte en el tapeo y comida tradicional catalana.

Comenzamos con la ensaladilla rusa ganadora del Concurso Nacional de Ensaladilla Rusa, acompañada del tradicional “pa amb tomàquet” cuyo origen data de las mismas fechas en las que fue inaugurado este bar. Continuamos con anchoa del cantábrico sobre tosta con mantequilla ahumada y su delicioso y popular mixto o “bikini” (así conocido en Cataluña) con jamón ibérico y trufa. Y hablando de trufa, obligatorio probar la tortilla de patatas trufada. Muy recomendables son su sorprendente ensalada con escabeche de albahaca de sandía y mix de tomates de cultivo local así como la berenjena con salsa miso (se te deshará en la boca) y setas maitake.

Para terminar, su exquisito pastel de queso servido con confitura de cerezas o uno de mis postres favoritos desde que llegué a Barcelona: el pan con chocolate (cremoso de chocolate más bien), aceite y sal; tres combinaciones que se traducen en una auténtica delicia.
En definitiva, Bar Alegría es de aquellos lugares a los que acudir siempre, no solo por su encanto sino por su buenísima cocina fascinando a quien lo visita.
- Bar Alegría
- Dirección: C/ del Comte Borrel 133. Barcelona
- Teléfono: 930 32 67 20