En muchas ocasiones tras la comida nos encontramos mal, cansados, hinchados e incluso con gases y otras molestias, como la hinchazón, el dolor de cabeza o problemas de sueño. Algo que no sucede a los veinte años, pero que sí va siendo cada vez más frecuente a partir de los cuarenta. ¿la razón? Suele ser la digestión, la incapacidad de nuestro organismo para hacerla correctamente. Nuestro metabolismo se hace más lento, y esos alimentos que antes nos sentaban bien, ahora no. Todo esto es lo que pretende cambiar Begoístas.
Si tenemos que elegir nuestra despensa ideal como decía un experto cuyo nombre no recuerdo, habría que acudir a la comida de nuestras abuelas donde no había nada envuelto, todo era natural, nada procesado. Quizá esta sea la idea que ha impulsado a las hermanas Lluch para crear un plan integral de alimentación, con menús que se envían recién cocinados a casa.

Menús a domicilio y seguimiento para una nueva revolución gastronómica
No parece una idea muy original, pero lo cierto es que lo es. Cien productos diferentes crean los menús que elaboran más de diez personas en un obrador de Valencia que reciben en su domicilio sus clientes en Madrid, Valencia y Barcelona (de momento) nada más cocinarse. Alimentos y/o ingredientes que Begoña Lluch, chef, directora gastronómica e I+D ha seleccionado gracias a su experiencia tras obtener el Gran Diploma en Cocina y Pastelería de El Cordon Bleu, tras trabajar en el senior living MorseLife en Nueva York, proponiendo la alimentación de los mayores, o dirigir el catering del chef tres estrellas Michelín, Quique Dacosta. Su hermana Cuchita es lo que podríamos denominar una influencer gastronómica, una de las personas que más entiende de comida, de nuestro país.
La propuesta Begoísta nos gusta porque es real, rigurosa y me atrevo a decir científica, y lo más importante no solo utiliza ingredientes que son en muchos casos revitalizantes, desintoxicantes y llenos de energía, sino que además están cocinados con criterios de alta cocina, para entendernos, configuran recetas que están buenísimas y no son nada usuales.

Los 5 planes de alimentación
Las Lluch han creado cinco planes de alimentación que se ajustan a diferentes opciones de tiempo y que incluye cuatro platos por jornada, además de una bebida y un snack. Todo ello se hace diariamente en el obrador de Valencia y llega a los hogares y/o oficinas, perfectamente embalado y listo para comer.
Platos como el shot de jengibre que se puede degustar por la mañana, hasta el Punch Pudding y el coco Brownie dedicado a los golosos, sin una gota de azúcar, ni grasas animales.
Podemos tomar platos como un arroz negro con algas y halófilas, donde se nota el origen valenciano de las fundadoras de Begoístas, perfecto de textura y sabor, al igual que otro de los muchos platos como son las Cintas de calabacín con langostinos. No hay duda de que a todos nos gustará.
Lo mejor es que con esta propuesta tenemos un plan de nutrición, que se ajusta a nuestras necesidades, gracias a Dapne Cavero, la persona a cargo del seguimiento de los clientes. Un plan que se divide en diferentes propuestas, la de 1 día para probar, que las Lluch consideran para escépticos, que incluye, desayuno, comida y cena, además de la infusión y el snack de una jornada.

El de 5 días, que denominan “sentir”, es en mi opinión el más interesante para conocer cómo podríamos estar si hiciéramos el plan, comprobando cómo se reduce la hinchazón, aumenta la energía o mejora la digestión. El plan de 9 días, según sus creadoras, conduce al cambio, y el de 21 días sería el ideal para conseguir cambiar hábitos. También cuentan con el plan de nueve semanas y media, donde con seguridad, ya no habría vuelta atrás.
Se trata de iniciarnos en una comida que puede cambiar nuestra vida, porque es cierto que los alimentos son nuestra salud o nuestra falta de salud, una cocina que consta de un 90% de plantas por un 10% de proteína animal, casi siempre pescado, mariscos y carne blanca, y lo más curioso es que no te enteras, no hay esa sensación de aburrimiento cuando sólo tomas verduras. Claro que estamos hablando de verduras arcoíris, legumbres, crucíferas, algas, frutos secos, raíces y semillas.

Objetivo: salud y calidad en las elaboraciones
Algunos se preguntarán ¿hay pérdida de peso?, la respuesta es que sí, pero el objetivo no es la pérdida de peso, es sentirnos mejor, estar más sanos. Pondremos el ejemplo del menú que probó quien escribe estas líneas, en primer lugar El diamante del bosque, un consomé de algas y maitake, excelente de sabor, nada pesado. Lo tomamos a modo de aperitivo con un Latkes de salmón curado en remolacha. La ensalada de moras y arándanos, pura frescura repleta de antocianinas, ricas en antioxidantes. La sopa de amaranto y tamarindo, con sabores asiáticos otra exquisitez, que se puede acompañar con Agua de limón, pepino y albahaca o con un Mocktail de jugo de zanahoria, naranja, pomelo y espino amarillo, el primero con vitamina C y silicio (pepino) además de flavonoides para combatir los radicales libres, el segundo lleno de vitamina D.

Como plato principal Boniatos con boloñesa vegetal, crema sin lácteos y en vez de bacón: coco y alubias. Un plato delicioso, lleno de sabor, con texturas. Al igual que la coliflor asada con yogur y granada. Según Begoña Lluch: “esta crudifera está llena de azufre que ayuda a producir glutatión, uno de los más poderosos antioxidantes antiedad que existen.
Los Tacos de remolacha con betacarotenos o el Arroz negro de algas y halófilas con ali oli de espirulina, ya mencionado, son puro antiedad. Los postres de Begoístas también son saludables, como sucede con la Leche azul de lavanda, por su concentración de Omega 3 y 6 que ayuda a mejorar el estado de ánimo, el Coco brownie o el Punch pudding.
¿Qué pasa si nos saltamos alguna comida?, Las Begoístas nos proponen un salvoconducto, en la que nos proponen alimentos que interesan y alimentos que no. Comencemos por los que podemos tomar en esa comida fuera de nuestro plan semanal: tés e infusiones, sin azúcar, caldo casero de huesos, de ave, de verduras…, verduras verdes: crudas, salteadas, al vapor…, verduras arcoíris: remolachas al vapor, boniatos asados, rabanitos, cherries…, aguacate, por ejemplo un guacamole, frutos secos y semillas, fruta de temporada, fruta deshidratada, anillas de manzana, dátiles, orejones, bayas de goji, pescado azul, mariscos y crustáceos (sin frituras), huevos, siempre ecológicos, hummus y legumbres cocidas al natural, casabe, aceitunas y encurtidos sin glutamato, cereales sin gluten o pseudocereales como quinoa o trigo sarraceno…

También es interesante conocer los alimentos que no interesan, aunque en realidad ya lo sabemos, como el azúcar refinado, también el que está oculto en el tomate frito y otros productos, los refrescos o bebidas isotónicas, los alimentos con saborizantes y colorantes artificiales, el gluten, nada de pasta blanca o refinada, al igual que el arroz, aunque si el integral, anda de pan blanco ni salsa de soja que tiene gluten, el tamari es la salsa de soja sin trigo, ningún lácteo, nada de carne roja ni embutidos, ninguna chuche ni alcohol.
Recomendaciones para sentirse mejor, sin obsesionarse, sin hacer la comida un sufrimiento, para disfrutar de cada bocado. La propuesta de Begoístas no es la panacea de la alimentación, pero cuando la probamos nos damos cuenta de que hay otra forma de comer diferente, que nos sienta bien y que nos ayuda a estar más sanos.