
El pasado 25 de marzo se ha inaugurado en Benalmádena (Málaga) el mayor mariposario de Europa, con 2.000 metros cuadrados. El área de vuelo está ubicado en un jardín tropical acristalado de 900 metros cuadrados de superficie y 8 de altura en el que vuelan de 1.500 a 2.000 mariposas de origen tropical. A lo largo del año se pueden ver hasta 150 especies distintas. Este mariposario es una iniciativa privada que ha contado desde el principio con el apoyo del Ayuntamiento de Benalmádena mediante la cesión del suelo.
La típica belleza de las mariposas contrasta con la extravagante de los gusanos que en realidad son, y que la aún enigmática metamorfosis transforma para cumplir con el ciclo reproductor y continuar la vida. La frágil y fugaz vida de la mariposa -las de Benalmádena tienen una vida media de 15 días-, nos hace admirarlas aún más si cabe. La forma y el color de sus dibujos son como cuadros abstractos y nos apasiona verlas volar. En este mariposario uno se integra en la vida salvaje y convive con ellas. El contacto directo con el público es un aspecto que lo diferencia de otros zoos. Es lo que se denomina zooinmersión: el visitante se sumerge en el hábitat de los animales.
Sin embargo, llevar a cabo este proyecto no ha resultado tan sencillo como pueda parecer. La principal dificultad ha sido la climatización, porque las mariposas requieren un ecosistema muy delicado. Se ha de mantener constantemente una temperatura de 24-28 grados y una humedad relativa del 70% y ésto es difícil para unas dimensiones de este tipo, recordemos que son 2.000 metros cuadrados de superficie y 8 de altura. Además, no se pueden usar productos fitosanitarios para el control de plagas, ha de hacerse de forma manual, lo que requiere mayor dificultad.
Otro detalle de complejidad en la construcción reside en el propio edificio. Es de estilo tailandés y, por ejemplo, las tejas de color azul de la pagoda se hicieron en Chiang Mai expresamente en ese color y es la teja que se usa en Tailandia para los templos. El templo se eligió así por la armonía estética y conceptual con la filosofía budista ya que ésta coincide con lo que las mariposas sugieren: belleza, silencio, serenidad… Además, las mariposas en Asia simbolizan el alma y la espiritualidad, y allí fue donde se inició su cría para la producción de seda hace más de 4.000 años.
El proyecto ha sido llevado a cabo por la empresa Imago Dracaena S.L. que es la entidad promotora del proyecto y está integrada por José Antonio Plaza (empresario) y Asunción Gómez (veterinaria). Este mariposario viene a completar una amplia oferta de parques existentes en la Costa del Sol y a dar a Benalmádena una oportunidad más de ocio familiar y de naturaleza.
Los llamativos colores de la mariposas, sus dibujos raros, formas extrañas y su vuelo irregular pero bello nos esperan en ese precioso rincón de la Costa del Sol: Benalmádena.