En Jumilla se han plantado vides y se ha vendimiado para hacer vino desde hace 2.500 años. Hallazgos arqueológicos revelan que la variedad Monastrell se cultivaba desde el S. IV a.C. Estos vinos siempre tuvieron un sabor fuerte y un grado alcohólico. El estilo de vino que se elabora hoy en día es muy diferente, y el vino de Jumilla que se elabora en Bodegas Luzón ha logrado un vino más sabroso y con aromas más variados, estando más acorde con los gustos del siglo XXI.
La existencia de Bodegas Luzón se inició en 1916, poco a poco se fue ampliando y modernizando hasta constituirse como tal en el año 2000. 5 años después la familia Fuertes adquirió la bodegas y se empezó el costoso y difícil proceso de emprender un programa de transformación para consolidarla como productora de vinos con un claro carácter y personalidad.
Bodegas Luzón tiene varios vinos, entre los que destacaríamos el joven Luzón 2011, que tiene una botella preciosa e innovadora, con una etiqueta diferente de color azul con una cara de mujer que le da un toque diferenciador más orientado a un público más joven, y que resulta una botella atractiva y original que, además, es fácil de recordar.
Por otra parte es un vino muy agradable, vivo, fresco y no resulta alcohólico. Tiene el carácter de la uva Monastrell y el toque de distinción de la Syrah, siendo un vino muy equilibrado. A la vista es un vino de color rojo granate brillante. Aroma goloso, floral y afrutado. En boca es sabroso y no es fuerte de taninos, está equilibrado. Este tipo de vino va muy bien con tapas con estilo o en restaurantes en los que se mezcla el plato tradicional con un toque de innovación.
En los tiempos que corren es muy importante apostar por los productos autóctonos, haciéndolos más competitivos, porque mantienen el sabor genuino de una tierra que es imposible conseguir en otro territorio.