Camino de Santiago en La Rioja, paradas y fondas que te gustará conocer

Te llevamos por los paisajes y paradas gastronómicas más apetecibles del Camino de Santiago en La Rioja

Alicia Hernández14/09/2020

El Camino de Santiago discurre por La Rioja a lo largo de 70 kilómetros cargados de historia, arte, naturaleza, gastronomía, leyendas… y mucha emoción. Seguir este ‘camino’ Patrimonio de la Humanidad es una buena disculpa para conocer lugares únicos de La Rioja, etapa a etapa. Si no dispones de tiempo para hacerlo andando o en bicicleta, te damos las pistas para que ‘peregrines’ a tu aire por esta ruta tan especial.

Ruavieja y Barriocepo trazan el Camino de Santiago en Logroño. Foto: ©ConMuchaGula

Logroño, visita a Santiago y las tapas de ‘la Laurel’

Los peregrinos que llegan a Logroño lo hacen cruzando el Puente de Piedra, sobre el Ebro, pero antes contemplan la mejor estampa de la capital, con las torres de las iglesias de San Bartolomé, Santa María de Palacio y de la concatedral de La Redonda.

El puente de Piedra de Logroño y las torres de las iglesias, la primera vista del peregrino. Foto: ©La Rioja Turismo

Ya en el centro histórico, el Camino atraviesa la ciudad por la Ruavieja, la calle más antigua de Logroño y donde se encuentra el Albergue Municipal de Peregrinos y a su lado la iglesia de Santa María del Palacio que destaca por su ‘aguja’, una afilada torre piramidal. Avanzando por la Ruavieja se llega a la plaza de Santiago, decorada con un curioso Juego de la Oca y la Fuente del Peregrino. Más adelante aparece la iglesia de Santiago el Real, parada jacobea obligada (donde sellan la credencial), con una gran escultura de Santiago a caballo en su fachada.

Mesón El Abuelo, una parada típica en la calle Laurel. Foto: ©ConMuchaGula

En este punto, y como anima uno de los murales situado en el Camino a su paso por la ciudad, es el momento de ir de tapas y conocer la calle más famosa de Logroño, la Laurel, llena de bares donde hay que probar alguno de los pinchos más famosos, como los champiñones de El Soriano, el ‘matrimonio’ del Blanco y Negro, las bravas del Jubera… y acompañarlos con un vino DOCa Rioja.

Uno de los originales murales sobre el Camino en Logroño. Foto: ©ConMuchaGula

Los bares se multiplican por las calles aledañas de San Juan, San Agustín y Albornoz, y para hacer compras, hay que ir a la calle Portales donde también tienes que hacer una visita a la heladería Della Sera (en el número 24), del chef del frío Fernando Sáenz, para probar sus fabulosos helados de sabores tan sugerentes como Paseo de verano, Mazapán riojano o Sombra de Higuera.

El 'peregrino' más conocido de Logroño, con el torso tatuado con los sellos de la credencial. Foto: ©ConMuchaGula

De vuelta a la calle Ruavieja se conecta con la de Barriocepo que nos saca del centro de Logroño, pero antes nos toparemos con el ‘peregrino’ más famoso, pintado en otro gigantesco mural: un anciano con el torso cubierto de los sellos del Camino. Los peregrinos salen de Logroño por la única puerta de la muralla que se conserva, la de Carlos V o del Camino. Junto a ella verás el Cubo del Revellín, antiguo fortín que hoy es sala de exposiciones y ofrece visitas guiadas. Un descanso en el Parque de la Grajera nos pone ya en camino para la siguiente etapa, con destino a Nájera.

Navarrete, de vinos en el pueblo alfarero

Las ruinas del hospital de peregrinos de San Juan de Acre del siglo XII nos dan la bienvenida a Navarrete, pueblo famoso por la alfarería y la cerámica que aún mantiene el oficio en manos de artesanos como Antonio Naharro, con su taller situado frente al cementerio que luce la puerta y una de las ventanas del antiguo hospital. También puedes visitar el espacio de Toño Naharro, Alma de Cántaro, un estudio taller donde además de poder comprar sus creaciones se organizan cursos de alfarería, torno, esmaltado… Son muchos los cocineros riojanos que le han encargado piezas para la vajilla de sus restaurantes, como los hermanos Echapresto, en Venta Moncalvillo, o Lucía Grávalos, en su Mentica de Calahorra.

Wine Bar al aire libre de Bodegas Corral, en el Camino de Santiago a su paso por Navarrete. Foto: ©Bodegas Corral. Don Jacobo

Peregrinos y demás viajeros coinciden también en un punto de encuentro del Camino muy especial. El wine bar de las Bodegas Corral, «Una Parada en el Camino», Don Jacobo, que este verano ha habilitado un espacio exterior para probar sus vinos con tapas, música y buen ambiente. Está abierto los fines de semana y se requiere reserva previa: Tel. 674 692 137.

Nájera, el reino del pimiento Riojano

La que fuera capital del Reino de Navarra en el siglo X nos dejará boquiabiertos con su Monasterio de Santa María la Real que está literalmente pegado a la ladera del cerro de color rojizo y donde descansan los restos de los reyes del reino de Nájera-Pamplona. El claustro es una auténtica maravilla y su iglesia, gótica, esconde un tesoro: la cueva con la imagen de Nuestra Señora de la Rosa, del siglo XI y tallada en tilo.

Claustro de Santa María la Real de Nájera. ©Justo Rodríguez. La Rioja Turismo

En Nájera hay que pasear por su casco histórico y también por la ribera del río Najerilla. Aprovecha para probar su cocina local en los bares de la calle Mayor donde conocerás el producto estrella que no es otro que el Pimiento de Nájera, oficialmente IGP Pimiento Riojano, que celebra su Festival en el mes de octubre, cuando los restaurantes de la villa preparan pinchos con el pimiento asado.

Pincho del Festival del Pimiento Riojano. Foto: ©igppimientoriojano

Santo Domingo de la Calzada, el santo del Camino

Seguimos la ruta Jacobea para llegar a una de las etapas más importantes: Santo Domingo de la Calzada, declarado Conjunto de Interés Histórico Artístico. Lo encontrarás lleno de peregrinos. La catedral se construyó en 1158 para albergar los restos de Santo Domingo, en la cripta está el sepulcro del Santo que tanto trabajó por crear puentes y caminos para los peregrinos. Aunque la iglesia atesora grandes obras de arte, lo que más llama la atención es el gallinero gótico del siglo XV donde viven un gallo y una gallina que recuerdan el famoso milagro del peregrino ahorcado en Santo Domingo de la Calzada, «donde cantó la gallina después de asada».

Santo Domingo de la Calzada, parada clave en el Camino riojano. Foto: ©Rafael Lafuente. La Rioja Turismo

Junto a la catedral se puede visitar el antiguo Hospital de Peregrinos, levantado por el Santo en el siglo XI y que hoy es Parador Nacional. La villa cuenta con otro parador en lo que fuera convento de San Francisco y varios albergues de peregrinos como el de La casa del Santo, donde en mayo se hacen panes con la imagen del santo. En la calle Mayor encontrarás buena oferta gastronómica, y el restaurante Los Caballeros será un acierto seguro con especialidades riojanas como el bacalao, las manitas y los caparrones de Anguiano. Una de las pastelerías más conocidas, Isidro, ha creado un dulce que ya es todo un souvenir: Los Ahorcaditos de Santo Domingo, que recuerdan la famosa leyenda. Pero también encontrarás otros motivos típicos de la ruta Jacobea, como la concha del peregrino, la señal amarilla del Camino o la Cruz de Santiago, todo en versión dulce.

Si buscas un recuerdo dulce, llévate los Ahorcaditos de Santo Domingo. Foto: ©Pastelería Isidro

El Camino de Santiago se despide de La Rioja en Grañón, justo después de pasar por la Cruz de los Valientes, en la carretera N-120. En el sendero por el que transitan los peregrinos se ha colocado un contador que recoge, a través de un sistema de bucle magnético, los datos de los cicloturistas que transitan por la ruta europea cicloturística Atlantic Coast Route.

Contador en Grañón. Foto: ©La Rioja Turismo

También se contabilizan los peatones y ¿sabes cuántos peregrinos pasan por allí cada día? El promedio de usuarios del año pasado fue de 612, el 91,9% peatones y el 8,1% restante ciclistas. 

*Foto portada: ©Daniel Acevedo. La Rioja Turismo