Canarias, paredes y pirámides

Joaquín del Palacio05/10/2009

El Parque Nacional de las Cañadas del Teide está majestuosamente presidido por el volcán que le da nombre | Turismo de CanariasEl Teide es el volcán más grande de España y uno de los más grandes del mundo, concretamente el tercero. Emerge desde el fondo del océano Atlántico hasta sobresalir 3.718 metros sobre el nivel del mar. Al aproximarse a Tenerife desde el aire o desde el agua impresiona su imagen sobria y colosal. Esa gran pirámide de casi cuatro kilómetros de altura varada en medio del mar causa admiración y ejerce una gran fuerza de atracción sobre quien lo observa.

Al amanecer y al atardecer el Sol ilumina con su fuego el gran volcán durmiente proyectando una enorme sombra de forma triangular sobre el océano Atlántico o sobre las vaporizadas aguas de las nubes que lo rodean. La Luna cuando está llena intenta hacer lo mismo pero su sombra es más débil, sin embargo, la imagen del volcán desde las Cañadas alumbrada por nuestro satélite es espectral, sobrecogedora… El Teide se convierte en el balcón de la luna. El mejor lugar para disfrutar de su nocturnidad es, sin duda, el Parador Nacional de Turismo de Las Cañadas del Teide, que dispone, además, de telescopios para profundizar en el Universo.

La imagen que nos muestra la gran pirámide natural varía según el momento en que se mire: Blanca y cubierta de nieve en invierno o una silueta absolutamente negra en una noche estrellada. Además dependiendo del lugar desde el que llegue la luz solar el Teide cambia su color y su aspecto: Alegre y jovial al amanecer y meditabundo al caer la tarde. Es un auténtico altar natural.

Los barrancos de La Gomera impresionan tanto el azul del mar desde sus alturas | Turismo de CanariasPero el Teide no es la única pirámide de Tenerife. Las de Güímar son otro ejemplo más que el mundo nos da de estas misteriosas construcciones. Seis pirámides escalonadas se encuentran en el yacimiento.  No se conoce su origen pero si se sabe que tienen una perfecta orientación a los solsticios, por tanto sirven de calendario, y que desde ese lugar se observa una doble puesta de sol el día del solsticio de verano.

La isla más cercana a Tenerife es La Gomera y desde el puerto de Los Cristianos se accede en ferry. Más o menos en una hora se hace la travesía, un crucero que nos dejará recuerdos de delfines saltando o ballenas retozando entre «borreguitos». El viento que sopla con fuerza en el estrecho que separa las islas forma esos borreguitos que parecen correr despavoridos hasta meterse debajo del barco que nos lleva a San Sebastián de La Gomera. Éste fue el último puerto que vio Colón antes de atravesar el gran océano azul.

La Gomera es aún rural, tranquila y sus carreteras se retuercen entre los barrancos, auténticas paredes de piedra. Aunque es una isla pequeña sus carreteras serpentean pasando una y otra vez por el mismo sitio aunque a diferente altura en la pared. ¡Es una isla encantadora! La vista desde el fondo de los barrancos impresiona pero al subirse a lo alto de sus paredes la escena se abre encontrando al final de los verdes valles el azul del mar.

El silbo gomero es un lenguaje basado en potentes silbidos que se intenta conservar | Turismo de CanariasEn La Gomera es muy difícil encontrar una superficie llana. Los valles son profundos y escarpados y salvo pocas excepciones podemos hablar de una isla vertical e imposible de cultivar. Sin embargo, allí viven del mar y de la tierra. Los gomeros fabrican paredes de piedra y hacen bancales que cultivan, pero el ingenio del gomero llega aún más lejos. En tiempos en que no había tecnología para superar los abruptos barrancos que hay por toda la isla inventaron un lenguaje para comunicarse, el silbo. Mediante potentes silbidos articulan una serie de sonidos que les permite comunicarse. El silbo atraviesa aquellas paredes. Un sistema único que hoy se intenta conservar por la riqueza cultural que supone.

Un día, hace millones de años, la tierra se abrió expulsando lava, formando afortunadamente un archipiélago mágico, canario; Cabalístico por su número, siete; Enigmático por sus pirámides y su Teide; Atractivo por sus tradiciones; Fascinante por sus paisajes.