También podría decir aquello de «Ha nacido una estrella«, pero prefiero hacer referencia a la dicha que sonríe a esta región desde que bodegas como Suertes del Marqués se están decidiendo a exportar las bondades de su tierra, su suelo y sus uvas. Realmente es necesario que este trabajo tenga continuidad y que se les reconozca la intención de no prostituirse comercialmente incluyendo variedades que suenan muy bien en la etiqueta y que no hacen sino naufragar en el océano de un mercado atestado y atascado. Ésto están haciendo en las Islas Canarias la mayoría de las bodegas, defender lo autóctono, lo singular, lo especial, y sólo la limitación física de sus terrenos les impide tener más repercusión y reconocimiento, y poder llegar a más público. Aún así, si alguna vez se encuentran vinos de las islas (Canarias o Baleares) elaborados con uvas que no conocen ni les suenan, ya sea en alguna carta de vinos o en una tienda, merecerá la pena darle un tiento, porque, por lo menos, se asegurarán el vivir una experiencia distinta.
Éso es lo que nos ofrece Candio, un vino elaborado con la uva Listán Negro. Una variedad poco común que transmite de forma excepcional el terreno donde se cultiva, y que tiene un perfil aromático único. Candio se obtiene de la parcela «El Ciruelo», situada a 500 metros de altitud sobre el nivel del mar, con orientación norte, y procede de cepas de hasta 80 años de edad. Es un vino amable, fácil de beber y fresco. Pero sobre todo distinto, muy distinto.
Bodega: Suertes del Marqués
Variedades: Listán Negro
Crianza: Francesa nueva, maloláctica en barrica. 16 meses de crianza, más 6 meses en botella.
Precio: 30-35€
Alcohol: 14,8%
Maridaje: Cualquier tipo de elaboración al carbón, brasa, barbacoa o parrilla. Los toques minerales acompañan genial a la comida.
Temperatura de Servicio: 16-17 grados
La Cata
Color rojo picota de capa media, brillante.
En nariz ofrece aromas y registros poco conocidos. Es algo que al consumidor no dejará indiferente: o le enamorará o lo odiará profundamente, y no se lo podrá beber. Al profesional le embaucará sin duda. Es un vino que proviene de un suelo volcánico y como tal lo muestra en la copa: ceniza, carbón vegetal, raíz de regaliz, angélica, incienso, especias (nuez moscada, clavo, pimienta negra,) y un fondo frutal maduro.
En boca se muestra elegante, con un tanino pulido y perfecto para tomar. Muy equilibrado en acidez. Es un vino para nada pesado y que invita a seguir bebiendo por esa acidez que refresca el trago. Un vino con mucha vida aún por delante y que dará que hablar. Un vino para disfrutar de una experiencia única.