Capitán de barco y cocinero en el canal du Midi

Francia está repleta de canales, pero el canal du Midi es, sin duda, el mejor. Es una ruta que incluye historia, gastronomía y una elegante aventura en un único viaje, una aventura íntima y rural que te impactará. Además, es una experiencia al alcance de la mano.

Joaquín del Palacio22/03/2018

Canal du MidiLos canales se hicieron para facilitar el transporte, pero muchos de ellos fueron cayendo en desuso tras la llegada del ferrocarril. Tras años de abandono, han pasado a ser un atractivo turístico de primer orden, ya que permiten cambiar totalmente la mentalidad del viajero que los transita. Existen muchos canales por Europa, pero el que tiene más historia y encanto es el canal du Midi, que se construyó en tiempos de Luis XIV. Cuenta con más de 350 años y está en perfecto estado, como el primer día.

Si se busca la desconexión con la rutina habitual, no hay otro modo más efectivo que patronear tu propio yate por un canal. La mente estará muy ocupada en esta aventura: alquilar un barco por una semana, navegar, visitar pueblos y ciudades y disfrutar de la barbacoa. Es como llevar un apartamento flotante que atracas donde se antoja, en el campo o en puertos. Es un tipo de viaje ideal para familias, grupos de amigos o parejas. Descubrirás un mundo en torno al canal que cambiará tu concepto de la vida habitual y te dejará tan buen recuerdo, que estarás deseando repetir.

httpv://youtu.be/l4S3XLhuyYE

Una singladura sorprendente

El concepto de vacaciones aquí es otro: se trata de una casa que flota y se desplaza. Se requiere lo mismo que en un apartamento, pero cada día se pernocta en un lugar diferente: en un puerto, con ambiente y restaurantes, o Plano del barcoen la naturaleza, con un techo de estrellas. Se suben y bajan esclusas. Llegas a los pueblos en un barco que tú mismo pilotas. Y además, te permite descubrir un camino hasta ahora desconocido: el canal du Midi, con 352 años de historia. Aquí casi todo es diferente.

El aprendizaje del manejo del barco es rápido y resulta sencillo de entender. No se necesita ningún carnet especial, pero sí un poco de sentido común y, por supuesto, la carta náutica y la información del barco; solamente con unas explicaciones teóricas y unas prácticas de manejo que no llevan más de una hora se inicia la singladura. Se pueden elegir diferentes barcos, dependiendo del Navegandonúmero de viajeros, y añadir complementos como el toldo o las bicicletas. Pero, sobre todo, lo que no puede faltar es la barbacoa. No existe un momento más agradable que, tras atracar en un puerto o en medio de la naturaleza, después de vivir la aventura de un día de singladura, subiendo o bajando esclusas y cruzando viñedos o pueblos, disfrutar de una barbacoa relajante mientras se escancia un vino local con unas aceitunas o unas ostras, productos gastronómicos de cercanía. Es un momento tan preciado que se repetirá siempre que se pueda para no olvidarlo jamás.

Mercados y poblaciones

Canal de la Robine en NarbonnePor tratarse de un lugar estratégico por su situación, el mejor puerto de partida es Capestang, en el kilómetro 88. Desde aquí el recorrido se puede hacer hacia el mar Mediterráneo y alcanzar el último kilómetro, el 240, junto a Marseillan tras cruzar el túnel del Malpás, las nueve esclusas de Fonseranes y la esclusa redonda; o bien remontar hacia Toulouse, donde se sitúa el kilómetro 0 del Canal du Midi. Hacia aguas arriba se pasa por varias esclusas, se visitan pueblecitos con ambiente rural y se atraviesa la magnífica ciudad amurallada de Carcassonne. También se puede tomar el Canal de la Robine y amarrar en Narbonne, otra ciudad que enamora con su ambiente, su patrimonio, su mercado y su preciosa catedral inacabada. Arribar a tales ciudades en barco es viajar al pasado y, a la vez, protagonizar toda una aventura diferente a cualquier otra.

Pescadería junto al canal

La gastronomía francesa es Patrimonio de la Humanidad y se nota, porque la cuidan mucho desde el origen hasta el plato. La tradición gastronómica francesa, su diversidad y la distribución por toda la población de ese gusto por disfrutar de manjares de calidad ha llevado a los municipios a tener unos mercados de una gran riqueza. En Argeliers hay una almazara para visitar y comprar aceite, en Marseillette el arroz es el producto de sus tierras… Y, por ejemplo, el mercado de Narbonne, que está junto al canal de la Robine, es tan bonito y tiene tanta calidad en sus productos que es un lugar de visita obligada. Solamente hay que amarrar el barco y pasear.

En la parrilla… ¡con un vino!

BarbacoaPocos placeres se asemejan a preparar una barbacoa en la cubierta de un barco mientras se escancia un rico vino francés local, de la zona de Saint-Chinian. Sus viñedos se avistan desde el barco, están junto al canal, de algún modo se riegan con él y las uvas y su vino saben al territorio por el que se navega. ¡Son vinos del canal!

La preparación de la barbacoa es todo un rito muy apetecible después de haber estado ejerciendo de viejo lobo de canal todo el día. Previamente hay que haber comprado en el mercado un rico pescado o una buena carne. Todos los pueblos y ciudades que atraviesa el canal tienen tiendas y supermercados de buena calidad.

Preparando la barbacoa en el canal

El encendido del carbón, la preparación de los alimentos que van a ser cocinados, el aperitivo de rigor para no trabajar con la boca seca y toda la parafernalia hace que todo este protocolo forme parte del sabor final y del disfrute de los manjares.

Al caer la noche el fuego ilumina las cubiertas de los barcos, la música de la emisora francesa Nostalgie acaricia los oídos y los aromas abren el apetito. Tal vez sea el mejor momento del día, del año o de la vida. Mientras el barco flota amarrado, en la naturaleza o junto a un pequeño pueblo, y la luz del atardecer se va apagando, llega el tiempo de la cena alrededor de la barbacoa, del placer junto a las brasas. ¡Ha llegado el mejor momento!

No te puedes perder:

Librería de le Somail

  • Parar en el puerto de Le Somail y ver la librería Le Trouve Tout du Livre funcionando desde el año 1960 y con más de 50.000 libros antiguos con precios muy buenos.
  • Visitar Carcassonne entrando por el canal du Midi, uno de los destinos más impresionantes y visitados de Francia.
  • Atracar en el pueblo de Trebes y pasar su esclusa triple para disfrutar de su ambiente, sus tiendas y sus restaurantes.
  • Visitar Narbonne y su mercado, junto al canal, y ver y comprar productos para la barbacoa.

Información práctica:

  • La situación de Capestang le convierte en el puerto indicado para iniciar la singladura.
  • El puerto de Homps es el más completo y ofrece una noche gratis con recarga de agua y electricidad.
  • Desde Madrid por carretera hay 850 km. a Capestang y también hay línea directa de AVE a Beziers desde varias ciudades españolas. RENFE Y SNCF, en cooperación, te lleva a 15 ciudades francesas, entre ellas a Béziers, Narbonne, Carcassonne o Toulouse.