
Elegante, original y con el vino como protagonista. Así es el Carnaval de Haro. La capital del vino de La Rioja ha preparado un gran Baile de Máscaras, inspirado en el siglo XIX, los días 8 y 9 de febrero en el Claustro del Hotel Los Agustinos. Quedan pocas entradas, así es que hay que darse prisa para reservar.
El aforo máximo es de 500 personas en cada una de las dos sesiones, que tendrán una duración aproximada de 2 horas. Todos los interesados en asistir podrán reservar sus entradas, al precio de 12 euros, en la Unidad de Cultura del Ayuntamiento de Haro y a través de la web de Haro Turismo.
Durante el carnaval, habrá un completo programa de actividades culturales que realizará un recorrido desde el Romanticismo hasta la etapa preindustrial, con proyecciones audiovisuales, música y ambientación teatral, que recrearán el periodo de mayor pujanza económica, cultural y social de la localidad jarrera y la apuesta histórica de Haro por subirse al tren de la innovación y el progreso.
Además, doce bodegas de Haro presentarán las nuevas añadas de vino, en un espacio en el que se podrán degustar vinos de nueva comercialización, y en el que las bodegas promocionarán sus espacios enoturísticos ante los asistentes y los medios de comunicación.
La Rioja Tierra Abierta llega a Haro
La sexta edición de la muestra cultural bianual La Rioja Tierra Abierta llega este año a Haro (tras pasar por Alfaro, Santo Domingo de la Calzada, Logroño…) con el lema Haro. Luces de Modernidad. Del 22 de marzo al 13 de octubre, la ciudad disfrutará de exposiciones y muestras muy interesantes en cuatro sedes: el palacio de Bendaña, el museo El Torreón, la Estación Enológica y el Barrio de la Estación.
La muestra girará en torno a la Ilustración, con su fe en el progreso y la apuesta ciega por la razón, y la posterior Revolución Industrial y cómo se vivió esta época en Haro. Se construyeron edificios tan representativos como el Ayuntamiento, levantado durante el reinado de Carlos III, y la proliferación de palacios y casas señoriales que reflejaban el esplendor de la época, y más adelante, la llegada del ferrocarril y el Banco de España, la creación del Barrio de las Bodegas, la luz eléctrica, la expansión económica del sector vitivinícola y su apertura al comercio internacional.