
Cumple 25 años este reconocido restaurante, con 2 estrellas de la guía Michelin y ubicado en La Salgar, a 5 km de Arriondas. Su chef, Nacho Manzano, desarrolla una cocina técnica y depurada, llena de intención y sabores asturianos que lo mismo nos adentran en la tierra húmeda de los bosques y montañas, que nos llevan a los vientos salinos del Cantábrico.
En una casa de piedra, a la que se entra por un pequeño espacio cerrado con cristales con chimenea, sofás y libros, se llega al restaurante, que cuenta con un acogedor salón en la primera planta. Es precisamente en ese porche acristalado donde un miembro de la familia Manzano, o cualquier persona del servicio de sala, te recibe con una sonrisa y te propone tomar algo.
La rusticidad del entorno apenas deja presagiar, salvo que no lo sepas con anterioridad, lo que vas a encontrar en el plato. En los aperitivos probamos un Crujiente de Algas con gel de limón, un chip delicioso que se complementa con la Almeja con su sofrito y granizado con puré de algas, un golpe salino que recuerda a la ostra pero con otra elegancia. Lo tomamos con una sidra.
Con expectación recibimos las Croquetas de jamón de Esther Manzano, hermana de Nacho y que ha estado en el restaurante junto a él hasta hace diez años. Ahora dirige La Salgar en Gijón, con una estrella de la guía Michelin. Volviendo a las croquetas, en el restaurante las llaman lloronas porque la cobertura es de un fino crujiente que permite vislumbrar el contenido cremoso del interior, junto con las de otra grande: Marisa, madre de Francias Paniego, de las mejores de España. Terminamos los aperitivos con El Pitu y su Entorno, una oblea en forma de cresta que simulan un mini sandwich y en cuyo interior hay un paté.

El Revuelto de la casa sobre torto es uno de los platos más antiguos del restaurante, que hizo Manzano siendo muy joven y que continúa gustando muchísimo. Comenzamos el menú con una Ensalada tibia de fabes y aguacate sobre base de maíz, esterilización de guindilla, cebolla encurtida y corazón de tomate. Un plato que te permite recordar el pasado verano, muy equilibrado y ligero.

Manzano trabaja especialmente el erizo de mar que, en esta ocasión, ha completado con yema de huevo, setas y su propio coral. Pura intensidad de sabor, aunque un poco fría la yema para nuestro gusto. Un plato que se denomina Transición del bosque pasando por el gallinero y terminando en el mar.
Nos lo habían comentado, pero la verdad es que cualquier expectativa se queda corta: el Enoki, calamar y tinta de tierra es una especie de ravioli de papel de leche que endulce fideos de calamar y se acompaña con jugo de setay, es un plato rotundo, sorprendente y exquisito.
Con un intenso sabor a hogar, ese recuerdo a legumbre intensa y sabrosa, lo proporciona la Cecina, fabes roxes y aceituna de Calamata. Toda la esencia de la fabe oscura en un plato potente de sabor, pero a la vez equilibrado, como sucede con los platos de Manzano.
La Vaca Asturiana de la Montaña con leche y hierbas de la sierra, es una vaca que vive en semi libertad en los pastos de las montañas, fibrosa, apenas grasa con una densidad firme y mucho sabor. Se acompaña con una crema de leche, similar a una bechamel, con hierbas de la montaña. El plato es una delicia.

Terminamos con otro de los platos emblemáticos de Manzano. el Arroz con Pitu de Caleya. No sé cómo lo hace el cocinero, pero este arroz lo tiene todo: sabor sin estridencias, un punto de cocción perfecto, la carne sabrosa… No puedes parar de comerlo. De postre, tomamos una elegante Panacota de apio con Agua de Manzana, como un soplo de aire de la montaña, y otro etéreo: Chocolate, menta y pasión.
Los panes son artesanos, los traen diariamente de la panadería de Nueva de Llanes, y los de hoy son de leche y mantequilla, maíz, centeno y trigo. Exquisitos.
Los vinos en Casa Marcial
Se acompaña el menú con diferentes vinos y sidras, comenzando por Mirabrás, que le va excelentemente a los aperitivos. Una sidra natural Poma Áurea brut nature acompaña el revuelto sobre el torto, ya que limpia perfectamente el paladar. La manzanilla Callejuela acompaña el oricio, concretamente, y con el calamar nos recomiendan Juve Camps gran reserva. Terminamos la carne y el arroz con el tinto portugués Porta dos Cavalleiros.
La excelente carta de vinos de Casa Marcial cuenta con 300 referencias, que incluyen muchos jerezes, sidras, espumosos, portugueses y una sección: los romeros nunca mueren con vinos de culto. Los vinos son uno de los atractivos del restaurante, y de ellos se encarga Juan Luis García, su flamante sumiller y ganador de la copa Jerez 2018, todo un apasionado de los vinos de Jerez y de los oportos portugueses, entre otros.
El restaurante tiene varios menús: el Abeu largo con 18 pases tiene un precio de 158 euros, y si se desea, el maridaje tiene un coste adicional de 55 euros. El menú corto con 12 pases cuesta 105 euros y su maridaje, si se desea, 40 euros. Además, con motivo del 25 aniversario se ofrece un menú especial de 10 pases en el que se ofrecen algunos de los bocados más emblemáticos de la historia del restaurante por 90 euros.
Finalmente, únicamente nos queda decir que la cocina de Nacho Manzano, y su segundo Matteo Pierazzoli, es un viaje por Asturias, a veces calmado, otras trepidante, en muchas ocasiones sorprendente, pero siempre emocionante… Y no olviden que la experiencia comienza ya cuando se inicia el camino al restaurante.
Casa Marcial
La Salgar S/N
33549 Arriondas – Parres
Asturias
Teléfono 985 840 991