Merluza en fondo marino

Casa Solla: sabor gallego, sutileza hiperreal

Eva Celada12/09/2011

El comedor de Casa Solla es diáfano y con cocina vista (Imagen: Casa Solla)En el pontevedrés barrio de Poio se encuentra Casa Solla, uno de los mejores restaurantes de Galicia. Galardonado con una estrella de la Guía Michelin y nominado a dos, Casa Solla es un lugar donde su chef, Pepe Solla, ha convertido el restaurante familiar en un templo gastronómico, sin renunciar a los valores y filosofía de la cocina gallega.

Una sala amplia, luminosa, moderna y con cocina vista es la antesala de un menú muy interesante que demuestra que la cocina basada en el producto tradicional, con razonables toques de modernidad y creatividad, consigue mejorar al original.


Nombre: Casa Solla
Dirección: Avenida Siñeiro, 7 – San Salvador de Poio (Pontevedra)
Teléfono: 986 87 28 84
Página Web: www.restaurantesolla.com
Tipo de cocina: Cocina gallega creativa
Entorno: Patio que lleva a una amplia entrada, comedor diáfano con cristaleras y cocina vista. Muy buena la iluminación y muy cómodas las sillas.
Servicio: Absolutamente profesional y atento, a la vez que cercano y ágil, liderado por el propio chef, que domina a la perfección la sala.
Accesibilidad: Buena
Ambiente: Parejas, turistas, alguna familia.
Aparcacoches: No
Precio: Buena relación calidad-precio para su categoría: menú degustación 68 euros, menú gastronómico 92 euros. También se sirven platos sueltos de la carta.
Fecha visita: Miércoles, noche, 27 de julio de 2011

Cocina:

Pan con aceiteEl chef nos ofrece el menu gastronómico con alguna novedad, empezando por los Snacks y aperitivos, encabezados por el Pan con aceite que está espectacular. Seguimos con el Mojito helado muy refrescante; las Cebollitas encurtidas crujientes y con un perfume intenso, para continuar con el Ceviche de pez mantequilla y nori, todo un bocado de sabor, al igual que el Niguiri crujiente de lubina.

Mújel de roca marinado con guacamole y corazón de tomateEn este punto ya sabemos que el cocinero domina la técnica, el sabor y la diversión en el plato, pero continuamos con la Croqueta cremosa de jamón, perfecta para los que, como yo, de las croquetas nos quedamos con el interior.

Llega a continuación el festival de pescados y mariscos, empezamos con una Navaja y trigueros con un fondo cítrico, donde oriente y occidente se funden al igual que el mar y la montaña; perfecto equilibrio y mezcla original. Seguimos con el Mújel de roca marinado, que va acompañado de guacamole y corazón de tomate, resultando delicioso y con buena textura, aunque le sobra un poco de soja que solapa levemente el sabor y le resta sutilidad. Espectacular la Boloñesa de calamar con lascas de queso parmesano que acompaña el plato.

Seguimos con Temporada de tomates, que no termina de ser rotundo, posiblemente porque el resultado es algo dulce. Continuamos con las Patatas a la gallega, homenaje a uno de los alimentos más populares de Galicia y presentada en diferentes maneras: en puré, patata aceituna asada… Todos excelentes.

Tortilla de camaronesLa Tortilla de camarones es el homenaje del restaurante a sus 50 años, y va en humo líquido con la parte externa flambeada y las cabezas fritas, resultando muy buena de sabor. El gran plato del restaurante es el que tomamos a continuación: la Merluza en fondo marino; si el pescado se pudiera comer vivo sabría a ésto, es de una sutileza hiperreal, fresco, jugoso, con un sabor a mar perfumado pero a la vez intenso: espectacular; es la clase de plato que con tal de tomarlo podrías hacerte 1000 kilómetros y merecería la pena.

Merluza en fondo marinoTras este «flashazo» nos llega un guiso donde el chef demuestra que hace lo fácil, lo dificil y lo que le pide el cuerpo: el guiso es de Bogavante, espinacas, garbanzos y su caldo: los garbanzos de los grandes restaurantes no me suelen gustar, porque suelen estar algo tiesos…

Pués no, éstos están como la mantequilla; es como un potaje de cuaresma, pero con sabor marinero y, por supuesto, exquisito.

Piña coladaY llega la traca final, el Tartar de solomillo, un homenaje a este manjar que tan pocos saben hacer bien y que encima estaba glorioso, seguido de 3 hojas, 3 panes y 3 mostazas, lleno de contrastes y sabores donde Pepe muestra una vez más su potencial.

Los postres no es que sean lo de menos, porque todos estaban buenísimos, pero yo sólo tengo paladar para los tres últimos platos salados, aunque tanto el Queso del pais con membrillo como la Piñacolada, el Melocotón rojo en almíbar de hierba luisa o la Torrija al caramelo mantienen el mismo nivel que la cocina salada.

Todos los platos los tomamos con los vinos que el chef nos recomendó, ya que él mismo se ocupa de los maridajes, y que fueron muy adecuados al menú: Viña de Martin 2010 (Ribeiro); Tras da Viña 2007 ( Rias Baixas); Val de Sil 2009 (Valdeorras); G0liardo Caiño 2009 (Rias Baixas) y, finalmente, un Riesling Selección de George Breuer. Todos ellos excelentes.

Observaciones:

Resulta muy gratificante hablar con el chef en la sala mientras se degusta el menú, el cuál él adapta incluso a las preferencias o intolerancias de los comensales.

Calificación:

Pepe Solla, en la cocina de Casa SollaSiempre he pensado que la excelente calidad de los productos gallegos, tanto de mar como de montaña, al final se convertía en un problema, porque los comensales acostumbrados a los mismos no admiten novedades. Pepe Solla ha sabido zafarse de ese callejón sin salida para la gastronomía gallega y ofrece una cocina donde se ensalza el producto pero mejorándolo. La pregunta sería, ¿qué hay mejor que una merluza gallega sin más? Y Pepe Solla responde a la pregunta con su «Merluza en fondo marino», porque si el producto se pudiera comer vivo sabría a como el chef lo prepara, eso es superar lo insuperable y la razón por la que Solla cumple sus bodas de oro, tiene una estrella de la Guía Michelin y está nominado a la segunda.

Solla lidera la nueva cocina gallega llena de creatividad y llena de imaginación… Y además mejorando los sabores de siempre. Altamente recomendable.

Puntuación:

9/10

Galería fotográfica: