Ceviche Power de Gastón Acurio

Acurio está empeñado en que amemos Perú, y lo esta consiguiendo. Ceviche Power, aunque sea originalmente un libro de cocina, también lo es de viajes; un viaje a las raíces y, por tanto, a la esencia de un país dignificado por uno de sus grandes valedores: un cocinero. Sí, como lo oyen, un cocinero lleno de talento y honestidad, el mejor de su país y uno de los mejores del mundo. Quizá por esta razón en la portada el nombre del autor es más grande que el título del libro, quizá por ello el autor se puede permitir el lujo de hacer un libro preciosista sobre los productos con los que hace sus magníficos ceviches, que no son una receta en realidad sino una técnica de cocción por ácido (y aprovecho para recordar a muchos cocineros que cocinan ceviche sin tener ni idea, que lean este libro y quizá mejoren sus platos…).

Comienza el libro con un recorrido por la costa peruana de 3.000 kilómetros en Tumbes y continúa con otros capítulos que denomina Piura, Lambayeque, La Libertad, Áncash, Costa Limeña, Lima, Ica, Arequipa, Moquegua y Tacna: en este momento cogía un avión y me iba. Ese entusiasmo del autor, esa verdad en todo lo que hace, representada en la gente de la que se rodea, resulta conmovedor. El libro concluye con las recetas, porque sólo con las manos llenas de honestidad (y de amor por el producto que ya hemos conocido) se puede conseguir el prodigio de alcanzar el cielo en la cocina. Y en las recetas encontramos ceviches que encierran el secreto de sus autores, que aunan varias zonas, que fusionan mar y tierra, que nos acercan a Tailandia o a Japón, templados y frios… y hasta el Bloody Ceviche de Carlos Testino… Ahora no sólo me gustaría recorrer esa costa peruana, sino también comérmela.

Gastón ha vuelto a hacerlo: ha vuelto, con este libro, a vendernos Perú como ninguna Oficina de Turismo podría hacerlo. Imprescindible para los aficionados a la cocina peruana, cocina nikkei, admiradores de Acurio, en definitiva: un imprescindible, además de un excelente regalo.