Chile, desierto y aventura

Joaquín del Palacio11/06/2009

Chile, un país lleno de contrastes y de lugares increíblesLas regiones o las comarcas suelen tener unas características geográficas que las definen y las hacen diferentes. Algunos países son tan especiales que esas características son muy espectaculares como es el caso de Chile, que tiene 4.200 km. de longitud y menos de 300 km. de anchura. Chile es un territorio que se sitúa entre la cordillera de los Andes y el océano Pacífico, en una franja de tierra orientada de norte a sur; esta circunstancia le confiere la particularidad de tener climas muy diferentes y extremos: algunos de los lugares más fríos del planeta están en el extremo sur de Chile entre glaciares, océano y montañas. Pero en la República de Chile, aunque algunos miles de kilómetros más al norte, también está el lugar más seco de la Tierra: el desierto de Atacama.

Su situación entre la costa oceánica y una gran cordillera siempre nevada en sus cumbres, la extrema sequedad y algunos ríos y lagos son los ingredientes para conseguir un lugar con paisajes únicos, ese lugar es el desierto de Atacama. Existe una zona dentro de este desierto entre Copiapó, Antofagasta y Calama donde se han registrado periodos de hasta 400 años sin lluvias y por eso está considerado el desierto más árido del mundo. Aquí hay algunos sitios que son tan secos e inhóspitos que ni siquiera tienen vegetación, solamente son rocas como en el Valle de la Luna, que recibe su nombre de su parecido con nuestro satélite. Sin embargo, tener la oportunidad de ver llover aquí, que tan solo ocurre una vez al año en enero o febrero, es un espectáculo, pero no por la lluvia sino por la cara que se les queda a ellos, a los atacameños. Ellos recuerdan las lluvias como acontecimientos tan especiales que se emocionan cuando hablan de ellas.

Filete con verduras, un clásico de ToconaoToda la vida en el desierto depende por tanto de los pocos lugares donde se encuentra ese tesoro líquido: el agua. Los humedales, aunque hay muy pocos, son auténticos almacenes de vida. La Quebrada del Jere es uno de ellos. Está formada por el río Toconao, aguas arriba del pueblo que tiene el mismo nombre del río. Es un vergel difícil de describir. Aquí el río que baja las aguas de la cordillera ha erosionado las tierras secas y ardientes hasta formar un cañón en el que hay un microclima más húmedo y fresco que en el desierto y en el que se forma un bosque de galería muy especial. El río ha excavado un cañón y se ha protegido dentro de él del asfixiante calor atacameño. Los altos álamos alimentados por las aguas frescas y transparentes del Toconao producen una umbría bajo la que se suceden huertas repletas de frutales y hortalizas verdes. Este oasis perfecto para cualquiera que cruce el polvoriento y abrasador desierto chileno se complementa con el pueblo de Toconao que tiene varios bares y restaurantes donde degustar filetes con guarnición de verduras, que es el plato típico de la zona, y está delicioso regado con los buenos vinos chilenos. Es fácil encontrar un buen vino del lugar en un bar al pedir un chato, suelen tener buena calidad. Aparte de la gastronomía Toconao nos ofrece su templo católico y su torre campanario que data del año 1750 construida en barro, piedra y la cúpula de cardón, que es la madera de cactus.

Las lagunas son un oasis de vida para una región tan secaContinuando por esta ruta y a 50 km. más al sur está Socaire, un pequeño pueblo en la ladera del altiplano lejos de cualquier lugar, excepto de las lagunas Miscanti y Miñique. Estas lagunas están custodiadas por los volcanes que llevan sus mismos nombres y se encuentran vigiladas por vicuñas y otros camélidos. Llegar hasta esas lagunas es una labor de navegación entre el desierto y el altiplano. Bajo un sol abrasador la carretera pierde el asfalto y se viste de piedras polvorientas convirtiéndose en un camino hacia la nada… Solamente las vicuñas, mientras pastan hierbas diminutas, miran los escasos vehículos como si fuesen naves extraterrestres. Tras una incesante subida durante decenas de kilómetros, el altímetro nos marca centenares de metros ascendidos. A 4.200 m.s.n.m. (metros sobre el nivel del mar) estos humedales sirven de parada y fonda para muchas aves que surcan el desierto, entre otros pájaros destacan los elegantes flamencos andinos, vistosas aves que alternan plumas naranjas, negras y blancas.

Hace ya algunos años que las competiciones de 4×4 alcanzaron los desiertos, popularizándose el famoso rally París-Dakar, que en su edición de 2009 se ha celebrado, precisamente, por vez primera en estas tierras andinas, por ser un territorio más seguro y muy similar al que le dio nombre en el Sáhara. El 4×4 es el vehículo ideal para conocer Atacama, sin él es prácticamente imposible disfrutar de sus encantos. La mayoría de sus rutas son caminos sin asfaltar que contribuyen a darle a las excursiones un carácter más aventurero.Un 4x4 es esencial para disfrutar de los encantos de Chile Estos itinerarios se pueden hacer también en bicicleta de montaña aunque hay que tener en cuenta algunos factores para no tener problemas: las temperaturas pueden alcanzar los 50º, la sequedad del ambiente requiere mucha hidratación y la altitud entre los 2.400 y los 4.300 m.s.n.m. hunden al más pintado. Casi todas las rutas son muy seguras y con paisajes que merecen la pena el esfuerzo, pero hay que estar muy preparado y conocer el medio, si no será peligroso.

El alpinismo es otro de los deportes extremos que se pueden efectuar en el desierto chileno, ya que algunos volcanes tienen gran altura, como es el caso del Licáncabur, situado a 6.020 m.s.n.m. El volcán Licáncabur es la referencia por excelencia de la capital del desierto, San Pedro de Atacama, porque se ve desde mucha distancia su silueta cónica con nieve en la cumbre. Desde esta ciudad se puede alcanzar su pico en una jornada partiendo muy temprano. En su ascenso terriblemente duro por la altura se disfruta del desierto, el hielo y la laguna permanente más elevada del mundo. En esta laguna se batió el récord mundial de submarinismo en altura, una de esas grandes aventuras que solamente están reservadas a muy pocos privilegiados. Las vistas del altiplano a un lado y del desierto al otro están solamente reservadas a los más aventureros y mejor preparados. Ellos están capacitados para llevarse también en su memoria las imágenes de esa impresionante laguna en el cráter.

Las vicuñas asisten al espectáculo mientras observan con curiosidad a los escasos visitantes que cruzan la comarcaNo tenemos por qué intentar practicar deportes que por su dureza sean irrealizables para nosotros, ya que existen otros muchos que también son reconfortantes. La posibilidad de hacer sandboard sobre las arenas de las dunas,  descendiendo por ellas como si fuesen pistas de esquí, hacer recorridos a caballo, o practicar birdwatching en las lagunas saladas, son actividades accesibles para cualquiera y producen sensaciones inolvidables.

Pero quizás la actividad más espectacular que se pueda practicar en este desierto sea la observación astronómica. En estas latitudes el cielo está plagado de estrellas y otros cuerpos celestes como nebulosas o galaxias, muy fáciles de observar. Atacama cuenta con más de 300 días claros al año y el cielo del sur, que está considerado por los expertos como el más interesante por la cantidad y calidad de sus objetos siderales. Prueba de ello es la construcción de un observatorio astronómico en las inmediaciones de San Pedro de Atacama. Éste es, sin duda, un lugar privilegiado para la observación del Universo porque está muy elevado y tiene un cielo muy despejado en el que se ven a simple vista multitud de estrellas. Las magníficas Nubes de Magallanes o la Cruz del Sur son algunos de los hitos celestes que caracterizan el cielo meridional y son visibles a simple vista. Utilizando telescopio se pueden ver con facilidad estrellas dobles, galaxias muy lejanas y nebulosas donde nacen las estrellas. Instantáneas que serán recordadas incluso por los neófitos en la materia durante toda su vida.

Los atardeceres en el desierto nos dejan escenas inolvidablesLos desiertos son lugares de panoramas abstractos, paisajes inertes e imágenes marcianas, además el desierto de Atacama cuenta con una retahíla de fotografías vanguardistas cuya autora es la naturaleza. Si vemos atardecer en el desierto, observando los colores del sol sobre la cordillera, y al anochecer elevamos nuestra mirada al cielo, profundizando entre esas pequeñas luces que brillan ahí arriba encontraremos, sin lugar a dudas, el mejor y más apasionante paisaje que jamás hayamos visto… La firma del Universo en su estado más auténtico y salvaje será el recuerdo atacameño que más perdurará en nuestras mentes mientras vivamos.

Galería fotográfica:

Las regiones o las comarcas suelen tener unas características geográficas que las definen y las hacen diferentes.