La isla de Chipre sorprende por la diversidad de paisajes que posee, por su larga historia y la mitología griega.
Naturaleza mitológica
Resumiendo, Afrodita nació de la espuma del mar en Petra tou Romiou, al sur de Chipre junto a Pissouri, en una playa salvaje con un peñón cuyas aguas transparentes teñidas de miles de azules, con islotes y farallones, captan nuestro asombro. Allí cerca, unos acantilados blancos se vuelcan sobre el mar en soledad. ¡No existe mejor lugar para nacer!
Más al oeste, el Parque Nacional de la Península de Akamas protege un paisaje costero con lomas cubiertas de bosque mediterráneo que destaca con la diversidad de azules marinos. La diosa de la belleza y el amor no eligió el lugar de su nacimiento, pero sí en el que bañarse, y fue en esta península. Estaba claro. Existe una red de caminos aptos para buggies que permite acceder hasta los rincones más inaccesibles y espectaculares de este parque.
El punto más cercano al cielo se alcanza en las montañas Troodos, en el centro de la isla, concretamente en el Monte Olimpo a 1.952 m. Al ascender, el paisaje se torna más verde y el aroma de azahar cede ante las plantas aromáticas. Surgen más árboles hasta formar bosques, que se hacen más espesos con la altitud mientras el viento se enfría. Y tras las curvas, agazapadas, aparecen aldeas que mantienen el encanto del pasado…
Pueblos que huelen bien
Cerca del punto culminante, y único sitio chipriota con pistas de esquí, está Omodos, el pueblo que huele a panadería y que sabe a buen vino. El aroma de una tahona que prepara flaunes (bizcochos con queso, especias y hierbas; típicos de Semana Santa) y pan seco (con harina de trigo y garbanzos) es el mejor reclamo para un pueblo. Y también hay una antigua bodega Linos tou Charilaou que aún mantiene el lagar con su prensa y produce vino commandaria. Un vino dulce muy rico y elegante que se hace con la uva tinta mavro y la blanca xynisteri. Es el vino con nombre más antiguo de mundo, que procede del siglo XII de las comanderies que los franceses tuvieron en la isla. Es ideal para tomarlo con dulces y con los flaunes que hornean allí.
Sin embargo, el sabor de vino más antiguo que aún se produce, tal vez en todo el mundo, sea el vino retsina, un vino que se elabora en Grecia y en el sur de Chipre. Su sabor a resina de pino se originó hace más de dos milenios cuando los griegos sellaban sus ánforas con resina de pino para que el oxígeno no entrase en contacto con el vino y se estropease.
Al llegar a Pissouri a media mañana se aprecian los aromas de la souvla que están cocinando en O’Vrakas Taverna. Para preparar la souvla se ensartan piezas de cordero o pollo en grandes brochetas, sobre la brasa, que giran con rapidez con un motorcito. La calidad de la carne, la distancia al fuego y la velocidad de giro son las claves de un plato exquisito.
Los pueblos costeros, como por ejemplo Latsi, están especializados en pescado y huelen a fritura de calamares y pescados varios.
Secretos urbanos
Las ciudades de Chipre guardan secretos únicos. Pafos cuenta con una sensacional colección de mosaicos romanos y las Tumbas de los Reyes, unos mausoleos excavados en la roca llamados así por ser dignas de monarcas. Un lugar sensacional que, por ser poco conocido, es muy sorprendente.
La capital, Lefkosía, Nicosia para los extranjeros, es la única capital en el mundo dividida por alambradas y barricadas de las que están pendientes tres ejércitos: el chipriota, el turco y los cascos azules.
Así permanece desde el 30 de diciembre de 1963, cuando Peter Young la dividió sobre el mapa con un lapicero de verde, y por eso se la denomina la Línea Verde. A pesar de todo esto, es una urbe segura en la que podremos hacer compras o tomar un refresco en una terraza sentados junto a las barricadas.
Tras haber sido resucitado por Jesús, Lázaro vivió durante 30 años en Chipre. En Lárnaca está la iglesia de san Lázaro, que data del siglo IX. El encanto de su torre, la belleza de su interior y su iconostasio y las reliquias del santo hacen de Agios Lazaros un templo muy importante para la comunidad ortodoxa.
Un plato que resume…
La isla es un complejo de encantos difícil de igualar en solamente 9.251 km2: Rincones naturales, edificios singulares, restos arqueológicos… ¡Y la gastronomía! El mezze (este nombre procede del persa y significa sabor) es un plato muy completo, bueno es un menú compuesto por hasta 30 platos que resume en la mesa la diversidad, la calidad y el detallado cuidado con el que el chipriota trata a sus visitantes.
Este rico y contundente plato empieza con pequeños platos de ensalada, paté, salsa tzantziki (yogur y pepino), tahini, salsa de yogur, halloumi (queso a la brasa), moussaka, kleftiko (cordero cocido a fuego lento), souvlaki…
No te puedes perder:
- Probar las nueces en almíbar del restaurante Monte Carlo. Postre hecho de nueces con cáscara cocidas en almíbar.
- Catar estos singulares vinos: retsina y commandaria.
- Probar el mezé, pero atención, hay que ir con ganas de comer.
Información práctica:
- Restaurantes en Lárnaca: Archontikon para degustar un buen mezé, y Monte Carlo para comer pescado.
- Restaurantes en Limassol: Dionysos Mansion y To Kipriakon, ambos ofrecen una excelente cocina.
- Restaurante Vrakas, en Pissouri, para tomar souvla, una especie de gran brocheta de carne muy rica.