Comer en la playa es uno de los mayores placeres que nos regala el verano. Imagínate con los pies descalzos, tocando la arena y de fondo, el mar, la imagen soñada durante todo un largo año. En esta idílica estampa solo falta una cerveza bien fría, un tinto de verano, un arroz recién sacado del fuego y el mejor pescado y marisco de la zona. Llega el momento de recorrer el litoral malagueño en busca de los mejores chiringuitos de la Costa del Sol donde disfrutar de la mejor gastronomía de Málaga.
Espeto de sardinas, imprescindible

La oferta a pie de playa es infinita. Junto a los sencillos chiringuitos de techo de paja, mantel de papel y sillas de plástico, encontramos modernos beach clubs y restaurantes de alta de cocina y atractivo diseño donde disfrutar de la mejor gastronomía local marinera y pasar un día de relax.

Pero, sea donde sea, hay un plato 100% malagueño que no puedes dejar de probar en la Costa del Sol: el espeto. Esta forma singular de asar sardinas y otros pescados junto a la orilla del mar. ¿Y cómo es espeto perfecto? Tienes que buscar el que tenga las sardinas ‘amoragás’, es decir, jugosas por dentro, pero no quemadas. Parece fácil pero no lo es. Asar un buen espeto requiere de habilidad, conocimiento… ¡y mucho arte!

En la zona del Palo, en Málaga, está el Restaurante Antonio y en su barca cargada de brasas no solo se asan sardinas, aquí se cocinan carnes y pescados descomunales en primera línea de la playa del Chanquete. Y no salimos del Palo sin sentarnos a la mesa del famoso chiringuito Tintero en el que hay que estar atentos porque aquí se subastan los platos. Sí, sí, como oyes. Los camareros avanzan entre las mesas con platos de pescaíto frito, ensaladas, mariscos, berenjenas con miel de caña… y van cantando los precios. Si lo quieres, pídelo.

Pedregalejo es uno de los barrios pesqueros de Málaga y ahora está lleno de chiringuitos como El Caleño, Los Cuñaos o Las Palmeras, donde los espetos nunca defraudan. El Chiringuito María es un clásico de la Costa del Sol, y de los más famosos de Málaga capital. Está en primera línea de playa y son especialistas en pescaíto frito, mariscos, paellas y espetos, cómo no, y no solo de sardinas: de pargo, hurta, pulpo, calamares…
En la Costa del Sol oriental, en Nerja son los espetos del chiringuito Dolores, ‘El Chispa’, los más recomendados, en la calle San Pedro. Y en Caleta de Vélez, hay que hacer parada en El Saladero, y no solo por los espetos, sino también para disfrutar de los guisos, las frituras y su cuidada bodega.
Al borde del mar, del chiringuito al ‘beach club’ en la Costa del Sol
En Torremolinos los espetos se toman en el chiringuito Los Manueles, en Playamar, con buen producto y trato familiar. Este es un buen ejemplo de la evolución del chiringuito, porque además de comer de lujo, en la zona de beach club cuentan con camas balinesas y ambiente todo el día.
Canarias Playa mantiene su espíritu de chiringuito casi intacto, en el Paseo Marítimo de la Carihuela de Torremolinos. Sus espetos son los campeones del Concurso de Espetos de La Costa del Sol, queda dicho, pero una buena recomendación es probar unos boquerones ‘a manojitos’, la forma más típica de freír los boquerones o ‘victorianos’, unidos de cinco en cinco por la cola.

En Fuengirola hay que ir a disfrutar de la carta marinera de La Ponderosa Playa (en el Paseo Marítimo Rey de España), con una materia prima excelente. Además de comer en la zona de mesas, donde hay que pedir sus pescados (son especialistas en pescado a la caña), mariscos frescos y arroces, se puede hacer una sobremesa relajada en su zona de hamacas y camas balinesas.
Pero si hay un lugar de culto en Fuengirola, ese es Los Marinos José. Se presenta como ‘El templo de los mariscos’, un chiringuito convertido en restaurante de alta cocina que los hermanos Pablo y José Sánchez abanderan con la mejor cocina marinera: conchas finas, gamba blanca y roja, boquerón, erizos de mar, gambitas de cristal fritas, tartar de quisquillas con caviar, cigalas… Un valor seguro.

En Marbella, los chiringuitos son todo un mundo. Y cada temporada hay que ponerse al día para conocer los que marcarán el verano. El Beach Resort Puente Romano (5*), rodeado de exuberantes jardines y junto al mar en el milla de oro, dispone de 15 restaurantes entre los que se incluyen los internacionales Nobu, Coya y Cipriani, también los que lidera el chef Dani García, Leña y Bibo. En su Chiringuito Puente Romano, además de respirar el ambiente más cosmopolita, se puede degustar la cocina malagueña, desde un buen espeto, calamares fritos, arroces y carnes y pescados a la brasa. Y por la tarde, es la hora de los cócteles mientras se baila al son del DJ.

La Milla es uno de los chiringuitos preferidos de La Costa del Sol. El proyecto de Luismi Menor y César Morales ha ido cobrando prestigio año tras año (va camino de los 10) y el secreto de su éxito está en la selección del producto que llega a la mesa, con los mejores pescados y mariscos de las costas andaluzas: no faltan los espetos de sardinas, las conchas finas, las frituras y los arroces marineros. Pero lejos de ser un chiringuito tradicional, aquí se pueden probar versiones muy originales de platos clásicos y creaciones propias que son una deliciosa sorpresa, como el brioche de atún con chocolate blanco. La cuidada decoración y la brisa del mar de fondo completan el encanto de este lugar.

En la Playa del Padrón encontrarás el nuevo espacio Beso Beach Estepona. Lo reconocerás fácilmente al ver su mítico banco con la inscripción #NoHayVeranoSinBeso (uno de los hashtags más utilizados en redes sociales en la temporada de verano) o su emblemática «B» incrustada en la arena.
Este espacio de ensueño promete momentos de verano inolvidables, con eventos y espectáculos exclusivos en un entorno idílico. Más allá del ambiente que combina relax y disfrute, Beso consigue la perfecta fusión entre la cocina vasca y la mediterránea creando una gastronomía única: tienes que probar los mejillones a la brasa Beso Beach, el chuletón madurado a la brasa con patatas y pimientos del piquillo o la paella de langosta fresca.
En la Costa del Sol, los chiringuitos son auténticos tesoros gastronómicos junto al mar. Desde suculentos espetos de sardinas a la parrilla hasta refrescantes cócteles, podrás disfrutar de una experiencia única donde se fusiona la buena comida con la brisa marina y momentos inolvidables: la felicidad se encuentra a orillas del Mediterráneo.