Muchos factores influyen en los resultados de los deportistas. No todo es el esfuerzo y el rendimiento. Tener una buena alimentación puede marcar la diferencia. Para cuidar mejor lo que comen, los atletas deberían acudir a profesionales, ya que, en muchos casos, planificar la nutrición sin verdaderos conocimientos puede hacer caer al profesional deportivo en muchos errores. Fuentes de Deustro Salud afirman que: algunos de estos errores pasan por pensar que las cantidades dependen únicamente del tipo de deporte, cuando en realidad influyen muchos otros factores.
Actualmente, se cuenta con muchos centros nutricionales que pueden ayudar, porque hacen un seguimiento de las características mentales, físicas, y sanitarias de estos individuos. La dieta tiene que vigilarse más todavía cuando el afectado lleva una alimentación específica, por ejemplo, es vegetariano. En este caso, se debe consumir un 10% más de proteínas que en una dieta omnívora. De la misma manera, los deportistas que practican el ramadán deberán modificar sus horarios para conseguir un mejor rendimiento.

Alimentos para mejorar el rendimiento
Estos cuatro alimentos son necesarios en la nutrición de los deportistas.
- Avena: es un cereal muy rico en carbohidratos complejos que se procesan lentamente y en vitaminas y minerales. Este aporta al deportista mucha energía.
- Nueces y almendras: juegan un papel muy importante en los deportes de resistencia ya que generan una serie de ácidos grasos que el cuerpo humano no es capaz de generar.
- Huevo: es una fuente de proteínas beneficiosa para los deportistas. Además, posee una gran cantidad de nutrientes y minerales.
- Plátano: destaca especialmente por sus altos niveles de potasio e hidratos de carbono. Son importante por el aporte energético que implica. Por este motivo, muchos deportistas lo toman antes y después del entrenamiento.
- Brócoli: sus propiedades anabólicas son clave para ganar masa muscular y para la pérdida de grasa. Además, su alto nivel en vitaminas contribuye al rendimiento deportivo y sus bajas calorías ayudan a evitar un aumento de peso.