Cocina catalana para hacer en casa

Catorce cocineros no representan la cocina catalana, no son suficientes para mostrar el universo de una gastronomía que se ha convertido en una referencia internacional, pero sí son una muestra muy cercana de qué se hace, de cómo se hace y, lo más importante, de cómo poder aplicarlo al hogar de forma sencilla y cercana. Sin embargo, un libro que debió nacer con ese objetivo, creció con «aspiraciones» y se convirtió en un gran formato con excelente edición, magníficas fotografías (algunas superpuestas son algo farragosas) y una buena maquetación.

Tras un prólogo realizado por Ferran Adrià e introducción del editor Paco Marfull y presentación de Montse Roig (adaptadora de las recetas), el libro se divide en primavera, verano, otoño e invierno, además de un índice de elaboraciones, ingredientes y el cuadro de honor. Cada cocinero ofrece un menú de temporada, por ejemplo Ramón Freixa en primavera sugiere Ensalada de sardinas ahumadas, Cazuelita de albóndigas de pato con trinxat de brotes de col silvestre y Crema de San José con cerezas tempranas; en verano Coca crujiente de tomates al horno, Pescado de roca cocinado a la sal, con espárragos y verduras de la huerta y Melocotón de viña en almíbar con Moscatel, Canelones de pintada asada y frutos secos, Fricandó FRX y pastel de miel y requesón con higos; y en invierno Caldo de escudella con pilota trufada, Bacalao homenaja a Ignasi Domènech y Anarquía de naranjas de la China con tres cremas, y si nos vamos a la anarquía nos encontramos con una receta compleja pero bien explicada y fotografiada, incluyendo además de las fotos de tres pasos a pasos, una de la propia receta y otra del autor diseñando el plato. Otras recetas son más sencillas, estoy viendo en la página 194 la Caballa al vermut de Xabier Pellicer o las habas a la catalana de Carles Gaig, cocinero que tiene un plato maravilloso en el libro: la Naranja a la naranja.

Muy practico el poster con los cocineros y sus menús por temporada, 168 platos excelentes en 400 páginas que son un festín para los sentidos.