Acercar a Europa un país tan diverso como lo es Colombia, también en lo gastronómico, no es fácil. Durante una semana del mes de octubre, una delegación lo ha intentado con notable éxito y algunas acciones tan llamativas como la entrega de más de 2.000 rosas colombianas a los usuarios de metro en Madrid, para promocionar las experiencias de «Colombia es Realismo Mágico», como se denomina la campaña-. El acto más representativo para los gastrónomos fue el momento en el que la Chef Leo Espinosa compartió los sabores de las cocinas de las regiones de Colombia. Espinosa presentó un recorrido por las cocinas del Caribe, la región Andina, Medellín y Paisaje Cultural Cafetero. «Colombia es el país de las mil cocinas, gracias a la mega diversidad y al mestizaje cultural», afirmó Espinosa, que dirije Leo Cocina y Cava, uno de los cinco restaurantes colombianos incluídos en la lista de los 50 Mejores Restaurantes de América Latina.
El periodista de viajes español Paco Nadal se subió al escenario para intercambiar con Espinosa y el público las experiencias únicas que ha vivido en Colombia. Él mismo muestra en el video que les presentamos otra parte emocionante del país: sus productos de mercado.
httpv://www.youtube.com/watch?v=6hlaBG13x1g
La cocinera ofreció un menú denominado: «Recorrido por los sabores de Colombia», con platos de Cartagena de Indias: Alegría de Bonito, millo y Anís o Envuelto de Pescado, Arroz de Titoté y caracol. De San Andrés y Providencia: cono de Pepa de pan, Jaiba, Perlas de oliva y Caracol Pala y envuelto de Maíz. De Santa Marta una excelente Bala de Guineo y Salpicón de Pescado, además de una boronía de plátano maduro, berenjena ahumada y Cebolla. De Bogotá: Ensalada de Chuguas, Mousseline de Ajiaco y Huevo de Codorniz, con crema agria de cilantro y longaniza. De Medellín la sopita de Maíz y queso Antioqueño y un tamalito de Achira, hogao de cerdo. Y como postre, nos acercó a la zona cafetera con una excelente trufa de Café y un mortiño con aguardiente y macadamia.
Productos exóticos
Una buena muestra de una gastronomía que alberga raíces de indígenas africanos, turcas y españoles, con platos como el sancocho de gallina cocido en leña, el manjar blanco, el pandebono, el desamargado, el champús, el cholao, la lulada, las marranitas, el aborrajado y frutas como el chotaduro, el carbololo y la badea todos ellos del Valle del Cauca. La cocina de Antioquí tiene como ingredientes base el maíz, frijol, yuca y tubérculos. Con platos tan reconocidos como la bandeja paisa, que se caracteriza por su variedad de ingredientes, tales como el frijol, arroz, carne molida, chicharrón, chorizo, morcilla, tajadas fritas de plátano maduro, un huevo frito, aguacate y arepa. Multitud de restaurantes se encuentran en el centro de la ciudad, al igual que en el Corredor Turístico de Las Palmas. En la capital se puede tomar el ajiaco: una sopa a base de varias clases de papa, extraídas del altiplano cundiboyacense, las guascas, el maíz y pollo campesino de la región. En Barranquilla y Cartagena se pueden tomar el sancocho (de res, pescado o gallina), las frituras como arepa de huevo, carimañolas, bollos de yuca, frutas como corozo, tamarindo, zapote y níspero.
La ruta gastronomía de Gabriel García Márquez
Impulsada por la empresaria María Gutierrez de Piñeres, se inspiró en la narrativa del Premio Nobel para crear un menú literario que comienza en la Torre del Reloj, que recibió a «Gabo» cuando llegó a la ciudad en 1948. Desde ahí los turistas parten, en un recorrido por nueve paradas callejeras que van desde el famoso Portal de los Dulces en la Plaza de los Coches hasta las carretillas, donde degustarán limonada, patacones, bollos y otras delicias tradicionales. La ruta termina con una cena en dos tiempos en el restaurante del chef Charlie Otero, un menú inspirado en el escritor. En el Portal de los Dulces se sirven los postres que Fermina Daza compró en su paseo por el antiguo Portal de los Escribanos en El amor en los Tiempos del Cólera. El recorrido dura cuatro horas y tiene tres versiones: el cóctel, que incluye el paseo por la Ciudad Vieja, la degustación y un cóctel de despedida; la cena, que se diferencia del anterior por reemplazar el cóctel por un menú de dos tiempos; y el DeLuxe, una cena de tres tiempos con cóctel incluido. El precio oscila entre 73 y 129 dólares.