Comer bien en la Gran Vía de Madrid

Desde el cruce con la calle Alcalá hasta la Plaza de España, la calle más famosa de Madrid tiene muy buenos sitios para ir a comer. Aquí vas a encontrar cocina castiza, sitios de moda y hasta las hamburguesas que enamoran a Obama. Te ayudamos a elegir.

Alicia Hernández20/09/2017

La Gran Vía de Madrid es la calle más internacional. Es el Broadway capitalino, lleno de teatros, hoteles, cines, tiendas y restaurantes para todos los gustos. Para abarcarla se puede dividir en dos tramos: desde Alcalá a Callao, con restaurantes a la última, y la bajada a Plaza de España, entre carteleras de musicales y azoteas con terrazas que no puedes perderte.

Restaurante La Primera, en Gran Vía 1Restaurante La Primera, en Gran Vía 1

El número 1 de la Gran Vía lo ocupa el emblemático edificio Grassy, con el famoso letrero luminoso de Rolex, y en la primera planta se ha instalado el rey Midas de la hostelería: el cocinero Paco Quirós, quien todo lo que toca lo convierte en éxito. Trajo de Santander la sucursal de Cañadío, después llegaron La Maruca (Velázquez, 54) y La Bien Aparecida (Jorge Juan, 8) y el último estreno es este restuarante lleno de buen gusto y mejor cocina, como era de esperar. La Primera está en la primera planta del número 1 de la Gran Vía, pero su nombre es también el de una de las playas más bonitas de Santander: la Primera del Sardinero. La decoración, de estilo colonial con plantas exuberantes, ventiladores de techo y un maravilloso mobiliario, es un trabajo impecable de Sandra Tarruella. Hasta ha colocado espejos en el techo para que nadie pierda de vista la Gran Vía. ¿Y para comer? Siempre buen producto que nos transporta a Cantabria. Lideran los entrantes las rabas, las anchoas de Santoña, esas croquetas sabrosas de lacón y huevo cocido, los buñuelos de bacalao o los trozucos de merluza Orly. Y son novedad sus patatas rellenas de estofado de rabo de toro, el arroz seco con verduras y setas y un plato de capricho: Parada en Landa, la versión de los huevos con morcilla y patatas fritas del mítico restaurante de Burgos, de parada obligatoria en los viajes al Norte… Y los postre, ¡ay los postres! Ofrecen los top de sus otros locales, como la archifamosa tarta de queso de Cañadío, es-pec-ta-cu-lar, la de limón de La Maruca y para La Primera han creado un flan de nata para enloquecer.

Las pizzas de ÔvenLas pizzas de Ôven

En el número 6 de la Gran Vía, Ôven Mozzarela Bar es un italiano con mucho estilo. Enormes ventanales ocupan las dos plantas del local especializado en pizzas, pasta y mozarella. Todas las pizzas son tondas alla romana con una masa que se elabora a partir de la mezcla de tres harinas italianas y después fermenta durante 48 horas en el propio restaurante, dando como resultado una masa fina, ligera y muy digestiva. Unas sugerencias: la mozzarella clásica, con tomate, aceite de albahaca y pimienta rosa, las parpadelle de trufa y setas y la pizza Oven, con yema de huevo, láminas de beicon y queso parmesano. Avanzamos hasta el 10 donde está Lobby Market, un espacio con distintos ambientes donde se sirven desayunos, un menú del día por 13 euros, tapas en la barra y una cocina siempre pendiente del mercado, con recetas tradicionales actualizadas y con guiños a los platos de moda, como baos, tartares o risotto.

Ático 11, en el top del Hotel de Las LetrasÁtico 11, en el top del Hotel de Las Letras

No hay lugar más mítico en la Gran Vía que Museo Chicote, el templo de la coctelería en Madrid que abrió sus puertas en 1931. Se ha reinventado y ahora, además de tomar un buen combinado, se puede tomar un picoteo. Pero la puerta de al lado (ambos ocupan el 12 de Gran Vía) es El Mercado de La Reina, restaurante del mismo grupo que lleva más de 10 años ofreciendo cocina española con un toque vanguardista, con el tapeo imprescindible que tanto gusta.

Cruzamos de nuevo la Gran Vía para pararnos en el número 11, que ocupa el Hotel IBEROSTAR Las Letras Gran Vía. Es un palacete precioso, de estilo neoplateresco (además de un edificio protegido) y su terraza Ático 11 tiene unas vistas fabulosas. Desde allí y durante el verano se puede probar su cocina informal y tomar una copa o un cóctel. Durante este mes de septiembre ofrecen Tapas y Literatura, inspiradas en autores y obras madrileñas, en horario de tarde, desde las 18.00 h a las 2.00 h. El restaurante del hotel, Al Trapo, que lidera el chef madrileño Rafa Cordón y se encuentra en la planta calle, está ahora en plena reforma.

Vistas de la Gran Vía desde el Gourmet Experience de El Corte Inglés, en CallaoVistas de la Gran Vía desde el Gourmet Experience de El Corte Inglés, en Callao

En la plaza de Callao empieza el ambiente más teatral de Madrid. Lo primero que hay que hacer es subir al espacio Gourmet Experience Gran Vía de El Corte Inglés (Plaza de Callao, 2, 9ª planta) para capturar la imagen del mítico edificio Capitol, con el letrero luminoso de Schweppes y divisar, desde su terraza, el Palacio Real y la Casa de Campo…

Aquí se concentran buenos locales gourmet, cada uno con su estilo: los dulces y panes de Harina, tapas de Imanol, cocina tradicional de La Máquina, Dim sum Tse Yang, pizzas al peso en Al Cuadrado, quesos y embutidos con buenos vinos, hamburguesas de Vaca Nostra, cócteles en Juanillo Club, tacos y mezcales de Central Mexicana, helados artesanos en Amorino y los perritos de autor de Perro Bar, incluido el de calamares y acompañados de cervezas La Virgen, de Madrid.

Hamburguesa de Five GuysHamburguesa de Five Guys

En un lateral de la plaza de Callao está Rodilla, la marca de los sandwiches madrileños que creó en 1939 Antonio Rodilla. El de ensaladilla, el de crema de queso con nueces, los nuevos sin gluten… Sólo tienen tiendas en Madrid, así que hay que probarlos. En el lado opuesto te encuentras con Five Guys, en el número 44 de Gran Vía. La marca de hamburguesas preferida del ex presidente Obama aterrizó en la ciudad hace unos meses y su Bacon Burger es ya un best seller. Una cuadrilla de jóvenes preparan las hamburguesas a la vista de los clientes, que esperan su turno. Los batidos están buenísimos.

Gran Vía abajo encontramos locales de cocina rápida, pero en las bocacalles también hay algunos restaurantes chinos de los más auténticos de Madrid, como Casa Lafu en la calle La Flor, con su olla caliente o fondue china.

La Barra de SandóLa Barra de Sandó

El Hotel Emperador (Gran Vía, 53) tiene una de las terrazas con piscina más deseadas de la capital. Y para conocer otra de las terrazas en altura más apetecibles, justo detrás del 53 de Gran Vía, hay que parar en el Hotel Santo Domingo  y subir a su Sunset Lookers, la azotea que regala unas vistas de Madrid en 360 grados, con todo el perfil de la sierra de Guadarrama, el Palacio Real, la torre de Madrid, el edificio de la Telefónica, las torres de la plaza Mayor… y lo más increíble, esconde el mayor jardín vertical de Europa en el patio interior del hotel, frondoso como una trocito de selva tropical.

Su oferta gastronómica es de las más completas de la zona, con un menú del día en el bar cafetería La Barra de Sandó y comida a la carta o menú degustación en el restaurante Sandó. La coctelería se sirve en el sótano, las originales Cuevas de Sandó. Y los domingos disponen de un brunch extraordinario por 28 euros.

El Invernadero de Salvador BachillerEl Invernadero de Salvador Bachiller

Llegamos al número 65 para descubrir uno de esos locales con aires clandestinos: el Invernadero de Salvador Bachiller, un pequeño vergel de plantas que se esconde detrás de los bolsos, maletas y monederos de esta firma de artículos de piel. Se sirven comidas (hay un menú diario por 16 €), cenas y brunchs de lo más cute todos los días. La carta es de lo más internacional, con tacos, rollitos vietnamitas y ricos baos de pato pekinés. Los jueves también abren su barra de aperitivos y cócteles.

Y terminamos el recorrido por la calle más animada de Madrid recalando en el Dear Hotel. En la planta 14 de este edificio, pegado a la plaza de España, puedes comer con las mejores vistas y, quizá también, con la compañía de alguno de los actores y cantantes que participen en los espectáculos de los teatros vecinos, todo ello en el restaurante Nice to meet you. El broche final lo ponen los nuevos cócteles de la carta, para disfrutarlos también en las alturas.