
Cuando el viajero gastrónomo arriba a Zaragoza tendrá la duda (como en todas las ciudades) sobre dónde acudir a comer, cenar o simplemente tapear. Y siempre le quedará la incertidumbre sobre si ha ido al lugar idóneo o si se ha dejado algún establecimiento imprescindible.
Intentaré reunir los restaurantes y locales más sobresalientes de la capital del Ebro:
Gayarre (Ctra. Aeropuerto, 370 – 976.34.43.86) situado junto al aeropuerto, en la carretera que une a éste con la ciudad y con la Estación del AVE de Delicias. Se trata de un chalet inglés, rodeado de jardines. Allí triunfan las verduras como identidad aragonesa y más concretamente las antológicas borrajas con almejas como plato estrella. Este año se celebran los fines de semana jornadas monotemáticas sobre la gastronomía de diferentes ciudades (París, Roma, Nueva York, Estambul… En 2010 ha sido redecorado – modernizado. Deben de visitar su magnífica bodega.
El Cachirulo (Ctra. de Logroño, Km. 1,5 – 976.46.01.46) muy cercano a la Expo, en la Autovía de Logroño. Construido en 1966, ocupa un hermoso edificio de cuatro plantas de estilo arquitectónico aragonés. Allí, podremos degustar desde la nueva cocina aragonesa hasta otras opciones realizadas con modernidad, sin estridencias. Privilegiada bodega.
Sella La Val d´Onsella (C/ Pilar Lorengar, 1 – 976.18.03.88) Situado en Villanueva del Gállego (Carretera de Huesca), a pocos minutos de Zaragoza, la familia Rodríguez-Teresa ha constituido un auténtico imperio gastronómico. Platos como el guiso de pulpo, patatas, bacalao y calabacín relleno de ajoarriero es un buen exponente de su oferta. Posee carta de platos aragoneses. Sin embargo, la joya de la corona es su bodega, una de las mejores del país.
Ya en el centro de Zaragoza, muy cerca del campo de fútbol de la Romareda, nos encontramos con el restaurante Goyesco, (C/ Manuel Lasala, 44 – 976.35.68.71) un clásico de los clásicos, cocina tradicional, huyendo de esnobismos. Para degustar un buen pescado o un plato de carne.
Aragonia, situado en los bajos del Hotel Palafox (C/ Casa Jiménez, s/n – 976.79.42.43). Su director y sumiller, Jesús Solanas ha logrado reunir 2.000 referencias en su espectacular bodega, junto al comedor diseñado por el arquitecto Pascua Ortega. Carta y menús degustación interesantes. Este año celebran el X Aniversario con atractivas jornadas.
La Granada (C/ San Ignacio de Loyola, 14 – 976.22.39.03) tras su revolucionario cambio de “look” realizado hace unos años, el restaurante hermano del oscense Lillas-Pastia ofrece interesantes menús en los que se mezcla la tradición y la modernidad.
La Ontina (C/ San Clemente s/n – Gran Hotel – 976.22.19.01 – Ext. 828) es otro de los puntales de la gastronomía de esta ciudad. Dirigido por Enrique Martínez (propietario del célebre Maher de Cintruénigo), mezcla tradición y modernidad.
Seguimos en el centro, en plena la zona universitaria:
Allí se encuentra El Chalet (C/ Santa Teresa, 25 – 976.56.91.04) cuyo propietario (y chef) Ángel Conde fue durante muchos años profesor de gastronomía. Posee el aliciente de una preciosa terraza veraniega.
La Mar (Pl. de Aragón, 12 – 976.21.22.64) el mejor marco de toda la ciudad (lo más similar a un palacete de principios del S. XX), para un restaurante con ciertos toques de cocina francesa (sorprendentes hojaldres).
En La Prensa (C/ José Nebra, 3 – 976.38.16.37 y 647.77.00.54) en el barrio de San José, su propietario, David Pérez, gran sumiller, nos lleva en volandas sobre su peculiar y a veces atrevida carta. Interesantísima bodega en la que no falta ninguna novedad enológica. La decoración del local ha sido modernizada recientemente.
Pantxica Orio (Paseo de la Mina, 3 – 976.21.29.47) máximo exponente de la cocina vasca en Zaragoza en un marco agradablemente decorado (de ambiente marinero), con un servicio profesional. Javier Milán “clava” el punto de parrilla en chuletones y pescados (no dejar de probar el besugo).
La Bastilla (C/ Coso 177 – 976.29.84.49 y 976.29.10.81) Situado en las dependencias de un antiguo convento, el restaurante que dirige José Ignacio Acirón ofrece cocina de investigación y atrevida, sin olvidar los platos tradicionales aragoneses.
El Asador de Aranda (C/ Arquitecto Magdalena, 6 – 976.22.64.17) mesón castellano, perteneciente a la famosa cadena de hostelería, de acertada y cálida decoración.
Ofrece platos tradicionales de su región (lechazo, cochinillo, chuletillas) en su punto justo, con cuidada materia prima.
La Bal d’Onsera (C/ Blasón Aragonés, 6 – 976.20.39.36) Sin duda una de las gratas sorpresas gastronómicas de los últimos años. Se trata de un pequeño restaurante situado en el “Tubo”. Decoración minimalista, servicio personalizado y alta cocina. Ofrecen cada día un menú degustación muy interesante. Es la única estrella Michelín de Zaragoza.
Moss (Pº Constitución, 23 – 976.21.60.43). Se trata de un restaurante que perfectamente podría estar en Madrid, París, Londres o Milán. Su decoración, iluminación, servicio, música, lo hacen diferente. Desde el punto de vista gastronómico (que después de lo comentado, quizás excepcionalmente, no sea lo más importante), resulta agradable.
Novodabo (Juan II de Aragón, 5 – 976.56.78.46). Es uno de las novedades zaragozanas de este último lustro.
Su propietario y chef, David Boldova, ha sabido colocarlo en lo más alto de la gastronomía zaragozana, dentro de un local de agradable y minimalista decoración.
Su carta se divide en dos: clásica a la izquierda y vanguardia, a la derecha. Excelente bodega.