Es más sencillo de lo que imaginamos. Únicamente tenemos que cambiar unos sencillos hábitos: desde tener alimentos saludables en la nevera, a saber cuándo podemos «pasarnos» con la alimentación ya que, en ciertos momentos, no comer lo que nos apetece puede resultarnos estresante y, por tanto, perjudicial para nuestro organismo.
Sólo tienes que tener en cuenta los siguientes consejos:
- Intenta conseguir que el 90% de los alimentos que comas no estén procesados.
- Procura tomar con frecuencia, incorporándolos a tu dieta diaria, alimentos con alto porcentaje en vitaminas, minerales y fitonutrientes: cacao puro, cerezas, cayena, canela, coco, salmón, avena, granada, te verde, algas o quinoa.
- Cuando comamos fuera de casa, conviene pedir platos con proteínas: carnes, pescados o huevos con guarniciones de ensaladas o verduras, tomar pasta o arroz pero sin salsas grasas, no tomar frituras. Para beber pedir agua, zumos naturales o una copa de vino. En invierno, beber una infusión con la comida puede resultar muy placentero. ¡Pruebalo! Millones de orientales lo hacen.
- En el aperitivo toma aceitunas, pepinillos, cacahuetes con cáscara, jamón serrano, sepia, calamares, mejillones, berberechos. Intenta evitar los fritos.
- En casa, cambia los alimentos procesados de la nevera por otros frescos, también la comida precocinada industrial.
- Procurar tomar alimentos integrales que tienen fibra, sacian más y permiten un mejor transito intestinal.
- Asigna un tiempo diario o semanal para comprar y cocinar, y así tomar conciencia de lo que comes, de tu salud a través de la Nutrición.
- Bebe dos litros de líquido diarios: agua, zumos, infusiones… sin azúcares ni alcohol. De vino o cerveza, nos más de una copa o caña cada día, en el momento que más te pueda apetecer.
- Programa tus excepciones: No te pierdas el guiso de los domingos de mamá, la cena con los amigos de los viernes o el cumpleaños de tu hermano. Sé libre al menos un 10% de tus comidas de tomar lo que te apetezca, asígnate, por ejemplo 3 excepciones a la semana. Éso te mantendrá contento y animado, para que el resto de la semana seas capaz de seguir estos sencillos consejos.
- Haz 30 minutos diarios de ejercicio: caminar rápido, hacer pesas, nadar, subir escaleras… lo que puedas, sin agobios.
Prueba a seguir este decálogo y verás como, sin pasarlo mal ni poner en riesgo tu salud, evitarás engordar e incluso perderás esos kilos que te sobran, casi sin darte cuenta.