Este tema recurrente cobra principal protagonismo en estos días de confinamiento, ya que debido a la crisis sanitaria y a la cuarentena en la que nos encontramos, debemos salir de casa únicamente lo necesario, por lo tanto nuestras visitas a los establecimientos de alimentación para comprar frutas y verduras frescas se deben reducir todo lo posible. Esto hace que cuando vayamos compremos más cantidad y sea necesaria una correcta organización en nuestro frigorífico para la correcta conservación de estos alimentos. Otra opción es comprar frutas y verduras en casa, de forma online, pero el problema de la conservación es el mismo.
Aquí tienes algunos trucos importantes para conservar frutas y verduras por más tiempo:
Refrigeración de los productos
Dependiendo de la verdura en cuestión, se debe conservar en el frigorífico o en la despensa. Incluso, hay algunas que necesitan madurar a temperatura ambiente y conservarse posteriormente en frío. Las cebollas, por ejemplo, se pueden guardar en lugares oscuros y a temperatura ambiente, siempre alejadas de la humedad. Otros, como el tomate, dependen de cuándo quieras consumirlos. Si están maduros y vas a comerlos enseguida es mejor dejarlos fuera de la nevera, de esta manera el sabor es más intenso. Las verduras de IV gama -aquellas que vienen lavadas, troceadas y envasadas son idóneas para estos días, se conservan perfectas en el frigorífico y tan solo hay que sacarlas de su envase para su consumo.
El orden del frigorífico importa
Las temperaturas demasiado bajas pueden deteriorar el alimento. Por eso, colocarlo en el sitio adecuado dentro del frigorífico es esencial para su buena conservación. Conscientes de ello, la gran mayoría de fabricantes ya incluyen en las neveras cajones especiales para guardar frutas y verduras. La balda que queda justo encima de los cajones suele ser el punto más frío. “El secreto de la conservación de nuestros vegetales para ofrecerlos al consumidor lo más frescos posible es mantenerlos a una temperatura de 1-4 grados durante todo el proceso de producción. Esto es algo que podemos continuar en casa, conociendo bien nuestra nevera, de modo que coloquemos cada alimento en el lugar idóneo”, subraya Miren Aierbe.

Utiliza un correcto envasado.
Para aquellos alimentos que compramos ya envasados, tras su apertura, basta con refrigerar el alimento sobrante y consumir lo antes posible para aprovechar al máximo todas las propiedades que los vegetales aportan a tu organismo. En el caso de las frutas y verduras que compramos a granel es importante sacar el producto del envoltorio que te han dado en el establecimiento de compra y cambiarlo a una bolsa perforada o de papel.
Separa las frutas y verduras.
Este tipo de alimentos tienen unas características y tiempos de maduración diferentes entre sí. Por tanto, si juntamos unas frutas o verduras que maduran más tarde con el resto que lo hacen antes, acaban por estropearse. Productos como la manzana, la pera, los tomates o la lechuga convienen almacenarlos por separado.
*Fuente: Miren Aierbe, asesora culinaria de Florette