Quizás sea una comida rápida. Lo aceptamos. Es probable que su elaboración no requiera de grandes dotes culinarios. Ok también. No vamos a negar que los ingredientes son baratos y sencillos de comprar. Una evidencia. Pero ¿sabes como hacer que tu modesto y humilde sándwich mixto sea una obra de arte?
Nosotros te damos las claves:
La belleza está en el exterior: el pan

Lo primero que debemos decidir a la hora de preparar nuestro sándwich es en el pan. Debe ser un pan de molde, nada de experimentos que esto es serio. Pese a que quizás genere algo de controversia la siguiente afirmación, debemos decir que si es un pan blanco, mejor. Es cierto que un pan de molde integral es más sano, pero no nos equivoquemos: el resultado no es el mismo.
Un detalle que deberéis tener en cuenta es si el pan debe tener o no corteza. La respuesta es si, con corteza. Si lo hacemos bien, nos aportará un crujiente muy agradable y sumará, nunca restará (a las malas, si alguien odia la corteza se la puede quitar, pero difícilmente podremos hacer a la inversa).
El pan debe ser tierno y esponjoso.
Los inseparables acompañantes del mixto: jamón y queso
Hay cosas que no se pueden separar, elementos naturales que son indivisibles. El mixto, el jamón y el queso son una de ellas. Pero no vale cualquiera:
El Jamón

De York. Volvemos a nuestro comentario de antes, los experimentos para la alta cocina. Aquí se trata de crear el sándwich mixto perfecto, no de ser original. Por lo tanto, el jamón debe ser de york y natural (nada de pavo, ni de jamones de york ahumados). Fijaros que sea un jamón de buena calidad, que tenga al menos un 80% de jamón. La diferencia de precio será insignificante pero el sabor cambia totalmente.
Importante el corte, que no sean lonchas demasiado finas pero tampoco gruesas.
El queso

No vamos a dar nombres, pero existen ciertos quesos que se venden en grandes superficies bajo el nombre «queso para sándwich» que son una abominación. Aquí os vamos a dar algo de libertad a la hora de elegirlo, pero tampoco mucha. No os decantéis por un queso muy fuerte ya que eclipsará el sabor del sándwich. Lo ideal sería alguno tipo havarti o edam.
Al igual que el jamón, huid de las lonchas gordas.
La bendita mantequilla

Otro día nos ponemos «modo salud on». Hoy, preparando nuestro sándwich mixto perfecto no es el día. Y la mantequilla es fundamental para su elaboración. Este ingrediente le dará sabor y textura a tu sándwich. Sin él, quedará soso y anodino.
La mantequilla debe estar a temperatura ambiente, ser con sal y deberás untarla tanto por dentro como por fuera de ambos panes.
Todo en su justa medida
Importante tener un equilibrio en los ingredientes. De nada vale tener todo preparado y meterle al sándwich 250 gramos de un buen jamón de york. 3 lonchas de jamón y dos de queso (una arriba y otra abajo) serán suficientes. Para la mantequilla, debemos cubrir la totalidad de la rebanada pero sin que existan pegotes. Por ello es importante que esta última esté a temperatura ambiente.