España es un país en el que presumimos de ser muy cafeteros: nos encanta el café a cualquier hora. Sin embargo, teniendo en cuenta las cifras de consumo medio de café al año por persona, nos encontramos a la cola del resto de países europeos. Tal y como hemos podido comprobar con Josep Rovira, experto cafetero, nos queda mucho camino por recorrer para conocer y disfrutar del café en toda su esencia.
Para dar los primeros pasos en este camino, quedamos en el Hotel Claris de Barcelona. En una sala de su espectacular terraza nos espera una cata de café, con motivo del lanzamiento de las nuevas variedades de café Marcilla l’Arôme Espresso.
Entre los participantes de la cata se encuentran representantes de influyentes blogs de gastronomía como Infusionistas, Cocinillas, LOcatamos, El Cocinero Fiel, BCN Cool Hunter y Addicsmile. Entre ellos, Daniel Salas, de Cocinillas, premio Bitácoras 2012 al mejor blog de gastronomía.
Para empezar hablamos un poco del café, nuestras preferencias, nuestros gustos… Seguimos comentando de manera muy breve la historia del café y comienza entonces una cata de cuatro variedades de cafés con distintos aspectos sensoriales, a través de los cuales Josep Rovira nos ira informando y asesorando.
En esta cata empezamos catando un café fuerte, lo contrario a lo que se acostumbra hacer en las degustaciones. El motivo es que al tratarse de un café que normalmente se toma con leche, es necesario separarlo del resto que vendrán después y que siguen una línea similar. Cuando el café es fuerte, suele ser intenso y contundente y producir una larga permanencia en el paladar, característica que denota una alta calidad del producto. Es muy importante diferenciar entre café fuerte y de calidad. Solemos tener esa percepción, y es errónea. De hecho, los productos con más calidad suelen ser aquellos con menos cafeína.
La segunda degustación fue la de la línea descafeinada del primero, por lo que tuvimos la oportunidad de adquirir ciertas nociones sobre este tipo de cafés.
Al contrario de lo que pueda parecer, los descafeinados siempre llevan algo de cafeína, aunque obviamente en menor cantidad. Normalmente suelen tener entre un 0,05 y 0,06% de cafeína, a diferencia del 1,1- 2,2% de los cafés normales. La cantidad decafeína depende de diferentes factores como el tipo o la procedencia. Cada vez está más logrado el sabor de este tipo de cafés, aunque escierto que siendo un entendido en la materia, es muy factible detectar si se trata de un café sin cafeína. Esta sustancia tiene un sabor muy amargo, por lo que lograr conseguir que no notemos su ausencia es una tarea complicada, aunque cada vez estemos más cerca de hacerlo y probemos algunas variedades muy logradas.
Y como moraleja nos quedamos con esta frase tan obvia como olvidada en mucha ocasiones, cuando se elige el precio sobre la calidad: la mejor garantía para que un descafeinado tenga un sabor excelente es que sea un café o una mezcla de cafés de alta calidad.
Cómo preparar un café perfecto
Llegados a este momento, compartimos con vosotros algunas ideas clave para preparar el café ideal. Es cierto que las preferencias de cada persona respecto al café son únicas, pero preparar el café perfecto no es tan difícil si se cuenta con una materia prima de calidad y se elabora con delicadeza, teniendo en cuenta algunos detalles:
- El café en grano puede conservarse en la nevera o incluso en el congelador; de esta manera mantendremos unos niveles aromáticos perfectos. Si decidimos conservarlo así, simplemente lo sacamos y lo pasamos directamente por el molinillo, sin descongelar, obteniendo un resultado perfecto.
- La temperatura a la que se debe probar el café es a 52 ó 53 grados centígrados, punto en el que mejor se perciben los aspectos aromáticos del mismo.
- Otro aspecto a tener en cuenta es el agua. La mineralización perfecta es una mineralización normal: entre siete y doce gramos franceses de cal.
- Como acompañante perfecto se sirve con chocolate negro para aquellos cafés más amargos, y con pastas de sabor suave para el resto.
- Calentar las tazas es un detalle que no cuesta mucho y que, sin embargo, provoca una sensación muy agradable y mantiene el café caliente durante más tiempo.
No debemos descuidar los detalles, ya que preparar y servir el café con pasión es clave para conseguir un café perfecto.