Las lentejas fueron una de las primeras plantas en ser domesticadas por el ser humano. Su cultivo es milenario. Es más, hasta en textos bíblicos se las menciona. La expresión venderse por un plato de lentejas viene de un pasaje del Génesis en el que Esaú le vende la primogenitura a Jacob, su hermano gemelo, a cambio de un plato de guiso rojizo.
Y no es de extrañar; ya que las lentejas son un manjar al que muy pocos se pueden resistir. Es una de las legumbres con mayor índice de consumo en el mundo y, en especial, dentro de la dieta mediterránea. En Italia, las lentejas se comen para celebrar la llegada del nuevo año como símbolo de buena suerte. No podríamos decir si aportan fortuna, pero lo que sí está demostrado es que son una fuente de proteína, hidratos de carbono, fibra, minerales, vitaminas y antioxidante crucial.
Qué tener en cuenta antes de cocinar lentejas
Aunque las conozcamos comúnmente y en general como lentejas, existen más de 50 variedades diferentes de esta legumbre. Es preciso tener en cuenta las cualidades de cada una de ellas antes de ponernos a cocinar; sobre todo en cuanto a su tamaño y dureza, que condicionan los tiempos de cocción. Independientemente de la variedad, es importante asegurarnos de que la lenteja que compramos tiene piel, porque si no la tiene perderá sabor y se deshará en la cocción.

Por otro lado, a pesar de que hoy en día las lentejas se comercializan limpias; no está de más revisarlas en casa. Lavar las lentejas y eliminar aquellas que estén rotas o en malas condiciones nos permite quitar hojas o restos de tierra. Esto no es baladí, ya que encontrarnos con una piedrecita o con algún trozo de tierra puede amargarnos la degustación.
A la hora de preparar la cocción, remojar las lentejas antes es indispensable. De hecho, es recomendable poner las lentejas en agua la noche antes de cocinarlas. Es decir, que pasen en remojo unas 8 o 10 horas para intensificar su sabor. Por último, escoge una olla lo suficientemente ancha para que las lentejas puedan formar una capa fina y se cocinen por igual, sin acabar aplastadas.
Trucos para la cocción
Lo primero, y aquello en lo que menos nos fijamos, es el agua. Cuanto menor sea la mineralización del agua, mejor. Si el agua es demasiado dura, las lentejas tardarán más en cocerse. En adición, en la olla hay que poner el agua bien fría y echar directamente las lentejas.

En cuanto a cantidades, se recomienda utilizar unos 50 u 80 gramos de lentejas por persona y un mínimo de 4 veces más de agua. El cálculo más generalizado es utilizar 2 o 3 litros de agua por 500 gramos de lentejas. Aunque si utilizamos una olla a presión, la cantidad de agua va de 1’5 a 2 litros por los 500 gramos. Eso sí, no podemos dejar de vigilar la cantidad de agua si utilizamos una olla convencional; ya que si las lentejas se quedan sin agua se quemarán.
Para cocinar las lentejas, debemos empezar con el fuego al máximo. Una vez se produzca la primera ebullición, a los 2-3 minutos bajamos el fuego y lo dejamos a la mitad. Este paso es importante para evitar que las lentejas se peguen. El tiempo de cocción en una olla convencional va desde la media hora hasta la hora completa, dependiendo del tipo de lenteja. En este tiempo debemos controlar que se estén cocinando de forma lenta y suave. Al final del proceso, añadimos la sal. No antes, así evitamos que condicione la cocción.
Cómo acompañar las lentejas

En España son tradicionales la lentejas con chorizo, con sofritos, prepararlas a la riojana, a la jardinera, a la burgalesa, con pollo o con morcilla. Las variedades son múltiples pero una base de verdura acompañada de unos cuantos trozos de carne no puede faltar.
Ahora bien, las lentejas son un producto muy versátil que nos permite realizar combinaciones innovadores. Por ejemplo, podemos preparar las lentejas añadiendo curry o cúrcuma, saliendo del sabor tradicional a chorizo o morcilla. Para el verano, una guiso de lentejas o es demasiado apetecible; sin embargo, también podemos comer las lentejas en una deliciosa y refrescante ensalada.

Independientemente del acompañamiento escogido es preciso tener en cuenta varios datos nutricionales. Las lentejas son una de las fuentes de hierro de origen vegetal más importantes. Una ración de lentejas aporta más del doble de hierro que un bistec de ternera de 125 gr. Pero, al ser de origen vegetal, este aporte de hierro necesita que lo acompañemos de vitamina C para que el cuerpo lo absorba. Por ello es importante añadir alimentos como naranja, pimiento o tomate a nuestro plato de lentejas.
También es cierto que para equiparar las proteínas que nos aporta un trozo de carne con el de un plato de lentejas, tenemos que acompañarla de cereales, semillas o frutos secos. Como podéis ver, no es casualidad que en el saber popular haya perdurado la combinación de lentejas con arroz.
Ahora ya sí. Ya sabemos todo lo necesario para preparar una deliciosa receta con lentejas. Bien sea a la manera tradicional o experimentado con este versátil producto, seguro que consigues la cocción perfecta; así como absorber todos los nutrientes que las lentejas nos aportan.