¿Cómo preparar una tabla de quesos?

Pocos alimentos son tan versátiles como los quesos: los podemos tomar como aperitivo, merienda, postre o una comida completa, con una deliciosa tabla de quesos que nos muestran cómo hacer al detalle desde QuesoAdictos.

Con Mucha Gula04/11/2015

Preparar una tabla de quesos es una opción ideal para un aperitivo, una cena con amigos, una fiesta o una velada romántica. Se puede servir como postre, como complemento a otros platos o, incluso como plato principal. Es fácil de preparar y, con la presentación y acompañamiento adecuados, te harán quedar como un perfecto anfitrión.

Desde QuesoAdictos nos indican algunos consejos a tener en cuenta para que tu tabla de quesos sea un éxito.

Qué quesos elegir

Es importante elegir bien los quesos que vas a servir. Una tabla de quesos debe ser variada e incluir diversos sabores, colores, texturas y tipos de queso. Lo ideal es elegir de 4 a 6 variedades (dependiendo del número de invitados y de si se sirven más platos), combinando quesos de cabra, vaca y oveja, así como quesos suaves y otros más fuertes. También hay que tener en cuenta el gusto y preferencia de los comensales, para escoger sabores de mayor o menor intensidad así como quesos más o menos tradicionales.

Como regla general, para que sea una tabla variada, podemos incluir un queso de cada una de estas familias: quesos untables, blandos, semiblandos, semiduros, duros, azules y ahumados.

También se puede optar por realizar una tabla temática por país, región o tipo de leche; por ejemplo: una tabla de quesos españoles, de quesos franceses, de quesos asturianos, de quesos de oveja…. Como vemos, hay multitud de posibilidades diferentes.

En cuanto a las cantidades, si se va a servir como aperitivo o postre calcula entre 30 y 40 gr por persona de cada variedad. Si la tabla va a ser el plato principal, la cantidad será aproximadamente el doble.

Cómo servirlos

Los quesos deben servirse a temperatura ambiente para apreciar todo su sabor. Se deben conservar en frío y sacar de la nevera aproximadamente media hora antes de degustarlos, cubriéndolos para que no se sequen. Además, hay que cortarlos justo en el momento antes de servirlos.

Tabla de quesosA la hora de presentarlos, lo ideal es una tabla de madera o de pizarra, que realzará el colorido de los quesos. Debe ser suficientemente amplia para que los quesos no se toquen. La distribución normalmente se hará en el mismo orden en que se van a tomar: de los más suaves a los más intensos, acabando en los azules.

El corte es diferente según el tipo de queso. Se ha de quitar la corteza, excepto en los casos en que ésta es comestible, como en el Brie o el Camembert. Los de pasta blanda y untables se presentan enteros o en una porción grande, para que cada comensal se sirva la cantidad deseada. Los redondos de cortan en cuñas, los alargados o con forma de barra se parten en lonchas individuales, los quesos muy duros como el Parmesano se parten en trozos o lascas y los quesos azules se sirven en tacos. Conviene utilizar un cuchillo diferente para cada queso e instrumentos específicos como el arco de Roquefort para cortar este queso.

Con qué acompañarlos

Tan importante como la elección de los quesos y su preparación, es el acompañamiento de éstos con otros productos que terminarán de completar tu tabla y le darán un gran toque visual y gustativo. Aquí también puedes dejar volar tu imaginación y probar múltiples combinaciones dulces y saladas.

Alguno de los compañeros perfectos para completar tu tabla son:
Tabla de quesos palentinos con membrillo fresco

  • Pan: este es un producto casi obligado. Puedes combinar diferentes tipos de panes, tostas y crackers (blancos, integrales, con cereales, con pasas, etc.).
  • Frutos secos: nueces, avellanas, almendras, dátiles, pasas, orejones… Potenciarán el sabor de tus quesos y les darán un toque crujiente.
  • Frutas: las frutas dulces, como uvas, manzanas o higos maridan a la perfección con los quesos y, además, aportarán un gran colorido y un toque fresco. Son perfectas para una tabla de queso de postre.
  • Miel, mermelada y membrillo: El sabor ácido y lácteo del queso combina particularmente bien con estos sabores dulces. Son ideales para combinar con quesos azules, pues ayudan a realzar su sabor y el contraste que ofrecen es muy agradable al paladar. También van muy bien para los quesos frescos, quesos de untar o quesos de cabra.
  • Embutidos: si vas a servir la tabla como aperitivo o como plato principal, es buena idea acompañarla con unas lonchas de jamón, salchichón, salami, etc. que combinarán especialmente bien con los quesos curados.
  • Patés: también puedes completar tu tabla de quesos con una tabla de patés de diversos sabores.
  • Aceitunas y encurtidos: ideales para dar un agradable toque de color y sabor.

En cuanto a las bebidas, el vino es siempre una buena elección. En general, los quesos suaves maridan mejor con vinos frescos, blancos y rosados, y los quesos más fuertes y curados con vinos tintos y con cuerpo. A los quesos azules les acompañan bien la sidra y los vinos dulces. También la cerveza es una buena opción para maridar quesos.

Como regalo una tabla de queso temática puede ser muy buena opción, tanto si recibimos invitados en casa como si vamos como invitados a otra. Igualmente una caja sorpresa de quesos con sus acompañamientos puede ser un obsequio absolutamente delicioso.