No es muy frecuente que los periodistas gastronómicos vayamos a las muestras de productos, al menos yo no lo suelo hacer. En este caso hice una excepción por varias razones: la persona que nos convocaba la primera, María Luisa del Amo, y su buen hacer y la curiosidad por conocer las conservas navarras Adolfo Sádaba, que tienen tanto prestigio, la segunda.
El menú no podía haber resultado mejor. Se puede tomar un buen menú sólo con conservas, algo que pudimos comprobar probando la Ensalada fresca de habitas con codorniz escabechada, continuamos con los Muslitos de codorniz y seguimos en los entrantes con los Espárragos naturales que, un poco más templados, bien podrían ser frescos, y los Puerros al natural, que sí que dan el pego completa y totalmente: impresionantes. Los Pimientos del piquillo con la ventresca de bonito del norte, una delicia que se puede incorporar a la mesa sin problema, ambos productos de la marca, al igual que las Alcachofas con jamón, puro sabor a alcachofa, nada de acidez. Ahí descubrimos, según nos comentó Fernando Sádaba, hijo del fundador, que han creado un sistema que no emplea ácidos único en España, de ahí que las alcachofas estuvieran riquísimas.
De plato principal tomamos Rabo de toro, una receta que también cocinan y envasan los navarros y que acompañaban con menos éxito con Menestra de verduras, de buena calidad pero no muy afortunada en el maridaje con la carne. Además de caldo, habitas, salsa de tomate y sus deliciosos escabeches, cuentan con una gama de legumbres listas para comer muy indicadas en verano para preparar ensaladas. De postre, un grupo de periodistas rezagados hicimos una cata de sus mermeladas de verduras y frutas, algunas sorprendentes, como la de café, zanahoria o pimientos del piquillo, muy reseñables, además de otras clásicas, como la de ciruela o la de fresa, igualmente exquisitas. Todos sus productos se pueden ver en la web www.conservasadolfosadaba.com