Cada color aporta un nutriente distinto en nuestra alimentación y nos habla de la frescura, de sus nutrientes esenciales y de los valores nutricionales que poseen. En lo que a mí respecta, no cocino por cocinar. En cada receta, en cada ingrediente busco cuál es su aporte al bienestar de las personas.
Yo valoro el círculo cromático en la alimentación; he podido notar que mientras más colores, más nutritivos resultan los alimentos. Y la muestra es la gama de tonalidades que distingue a los vegetales, definidos como una de las fuentes más saludables de la alimentación.
Según el color, el aporte
“Queremos compartir datos e información interesante acerca de lo que significan los colores en los alimentos, dado que ahora la prioridad de todos es la salud, y lo que comemos tiene su cuota de responsabilidad en nuestro bienestar”, comenta nuestra invitada Hiedy Paniagua.
Verdes

El grupo de los verdes es el que abarca mayor número de alimentos. Este tono es para nuestro cerebro sinónimo de fresco, natural y saludable. En este grupo podemos encontrar frutas y verduras como el kiwi, lechuga, rúcula, espárragos verdes, espinaca, aguacate, cilantro ancho, cilantro, perejil,entre otros.
Dentro de su valor nutricional podemos decir que son ricos en luteína, un potente antioxidante, pero también con altos contenidos de ácido fólico, magnesio, fibra y potasio. Todo esto nos ayuda a mejorar el funcionamiento de nuestro hígado, a hacer mejor la digestión y a prevenir el estreñimiento y enfermedades cardiovasculares.
Amarillos y naranjas

Están relacionados con la juventud, la alegría, la vitalidad, el buen humor, la luz, el sol y la atención. En este grupo, los principales protagonistas son los cítricos como limones, naranjas, mandarinas y pomelos. Alimentos que, a pesar de su acidez, en nuestro cuerpo son más dulces que agrios por sus beneficios.
También encontramos los carotenoides, que son responsables en este caso de la coloración naranja o amarilla. Entre los que se encuentran alimentos como las zanahorias. Son ricos en vitaminas A y C. También contienen ácido fólico, magnesio, fibra y potasio. Con la vitamina A nos ayudan a cuidar nuestro sistema inmunitario, mientras que con la C, que es un potente antioxidante, nos ayudan con el colágeno. Por si fuera poco, los alimentos de estos colores también favorecen la correcta absorción del hierro (presente en alimentos como las legumbres, la carne, los mariscos con concha y los cereales integrales, entre otros).
Los rojos

Los alimentos de este color, brillante y llamativo evocan pasión y erotismo. Fresa, granada, sandía, frambuesa, tomate, pimiento rojo, uvas, moras, frambuesas, arándanos o blueberries, por ejemplo son otra fuente de vitamina C, magnesio y fitoquímicos. Pero sobre todo, contienen licopeno, un tipo de carotenoide, que ha sido objeto de numerosos estudios por sus cualidades. Los más oscuros aportan antocianinas y son muy bajos en calorías y glucosa.
Los alimentos rojos nos sirven para cuidar nuestro corazón y mantener una buena memoria. El licopeno, además de proteger nuestro sistema cardiovascular, tiene un papel protector frente a varios tipos de cáncer, estimulan el apetito y ayudan al sistema respiratorio. En cuanto a las antocianinas, puedo decir que son responsables de los colores azul y morado, y tienen efecto super antioxidante. Esto quiere decir que ayudan a regenerar las células y son antienvejecimiento.
Los blancos

Los alimentos incluidos en esta gama de color, como el ajo, la cebolla, el puerro o la col nos aportan fotoquímicos como alcinas, antoxantinas e inulina que ayudan a mantener la presión arterial baja, combatir infecciones y actuar como alimento para nuestras bacterias intestinales.
Los morados

Cebollas, ciruelas, uvas, arándanos o moras, berenjena, son algunos. Su color se debe a que contienen un pigmento llamado antocianina. Estos alimentos son ricos en antioxidantes y pueden prevenir enfermedades cardiovasculares.
Desde ahora vamos a comer tomando en cuenta los nutrientes y alimentos positivos para nuestro organismo.