Las administraciones no tienen dinero para las ayudas de comedor, o al menos eso dicen. Al mismo tiempo, los padres no pueden seguir pagando el precio del comedor de sus hijos, que oscila entre 5 y 7 euros, y los colegios no parecen muy proclives a adaptarse a la nueva realidad que vive España.
Desde hace décadas, los niños de los colegios norteamericanos llevan su almuerzo al cole. ¿Cómo lo hacen? Sencillamente, llevándolo y tomándolo en las clases o zonas cubiertas con mesas y sillas destinadas para ellos. La vigilancia de esas zonas es similar a la vigilancia de un recreo. ¿Por qué los colegios de nuestro país pretenden cobrar 3,8 euros por que un niño se lleve el tupper al colegio? Las explicaciones son variopintas, pero ninguna de ellas comprensible, ya que los niños que comen de táper pueden hacerlo junto a los niños que no, y la custodia es similar. Por otra parte, así no se hacen diferenciaciones. ¿pPr qué hay que cobrarle a un muchacho con doce años, por verle comer? ¿O por la silla que ocupa?.
No estaría mal un ejercicio de transparencia y que los colegios den los costes reales de comedor: personal, catering, etc. Quizá nos llevemos una sorpresa y, algunas cantidades que están engordadas, deberían ahora limitarse.
Mientras este debate se resuelve en nuestra sociedad, los padres en este tema debemos ser inflexibles: lo mejor que podemos hacer es intentar que los niños lleven una comida sencilla, cuyo recipiente sea facilmente desechable, y donde haya pocos caldos y salsas, y abunden proteínas, lácteos y frutas enteras. Un menú que, además, deberá compensarse adecuadamete con el de la cena.
Y una última reflexión: no puede ser que 3,8 euros sea el precio que los colegios ponen a llevarse el taper, y que lo que hay dentro del mismo no llegue a esa cantidad. Algo falla…
