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Marinero por un día: una experiencia única en el mar Mediterráneo

Una jornada completa a bordo de “El Paraíso” para vivir, sin filtros, la tradición marinera en Castellón de la Plana.

Yolanda Cardo📷 Yolanda Cardo17/10/2019

Cada vez son más los destinos que ofrecen como reclamo «experiencias únicas», ¿les suena? Los viajes se han transformado en algo más que bonitos paisajes y buenos restaurantes. Según la RAE, experiencia significa: «Hecho de haber sentido, conocido o presenciado alguien algo». Pues bien, en Castellón de la Plana van a sentir, conocer y presenciar algo realmente auténtico e inolvidable. Pesca-turismo es una experiencia 100% marinera en la que, durante una jornada completa, nos sentiremos como unos auténticos «lobos de mar» en busca del preciado tesoro que habita en sus aguas. Seremos testigos directos del duro trabajo de los pescadores a bordo de El Paraíso.

Una jornada intensa a bordo de "El Paraíso"

¡Todos a bordo!

¿Se han preguntado alguna vez cómo llegan hasta nuestros platos pescados y mariscos? Pues detrás de cada mariscada, besugo al horno o bacaladito frito acontecen muchas horas de trabajo duro. Si quieren saber más, suban a bordo. Hay que darse un buen madrugón, ya que se zarpa a las 4:30 a.m. del puerto de La Grau. Allí nos espera toda la tripulación: Pedro, Javier, Lorenzo, Pablo, Enrique y Paco. Con ellos navegaremos, rumbo a los caladeros del sur, en una embarcación de 28 metros de eslora.

Las primeras horas transcurren sin apenas actividad, mientras nos dirigimos a las zonas de pesca. El ruido de los motores y el vaivén de las olas no cesan y son eternos compañeros de viaje. Es tiempo para desayunar, conversar con los marineros o dormir un buen rato si les vence el sueño o si olvidaron tomar biodramina.

Una vez alcanzada la zona elegida, Pedro, el capitán, aminora la velocidad y dan comienzo las maniobras para el lance de las redes. Bajo la atenta mirada de los marineros, enormes bobinas giran, soltando gruesas sogas y cables de acero que van acompañando a las redes hasta alcanzar los fondos marinos, a unos 300 metros de profundidad.

Hora de recoger los frutos… del mar

El arrastre dura unas dos horas aproximadamente y en cada jornada de pesca suele haber al menos dos lances, pero pueden ser más. Mientras el barco avanza, capturando criaturas en las aguas, es el momento ideal para reponer fuerzas y llenar el estómago. Javier que, además de marinero es el cocinero de «El Paraíso» prepara, con envidiable sencillez, deliciosos platos: un guiso de potas con salsa de tomate y cebolla, unas gambas vuelta y vuelta en la sartén o una fideuá. Sea lo que sea, se chuparán los dedos…Sabrosos guisos preparados por Javier

Alrededor de las once de la mañana llega la hora de subir las redes. El barco se detiene y todos ocupan nuevamente sus puestos, las bobinas vuelven a girar, recogiendo bobinas, sogas y cables y finalmente la malla, repleta de todo tipo de peces. Una grúa deposita la colorida carga: salmonete, pulpo, rape, sepia, gamba, cigala, lubina, jurel, quisquilla, besuguito, bacaladilla, sepionet de la puntxay, también algún que otro plástico… seguidamente los van seleccionando por especie y talla, y los van colocando en bandejas y cestas, que posteriormente cubren con hielo y guardan en las cámaras frigoríficas para que se mantengan en perfecto estado hasta llegar a su destino: la lonja del puerto.

httpv://youtu.be/xoXYX5PKTAQ

Los paréntesis que otorgan las largas horas de espera entre lance y lance, son perfectas para charlar con la tripulación, en la cabina de mando o alrededor de otro delicioso rancho de Javier. Nos transmiten su preocupación por los síntomas de agotamiento del Mediterráneo, a pesar de los paros biológicos que marcan la consejería y el ministerio a propuesta del sector y que, en opinión de ellos, son insuficientes: «haría falta parar al menos dos años para que el mar se recuperara».

Descargando el pescado para llevarlo a la lonja

Sobre las cuatro de la tarde el barco llega a puerto. Allí, rápidamente, se descarga la mercancía y se transporta hasta la lonja, que se encuentra a pocos metros. En pocos minutos comenzará la subasta, siempre a la baja, para poner precio y el punto y final a la ardua labor de todo un día.

Una experiencia cien por cien recomendable, muy bella pero también muy dura, que nos obligará a cuestionarnos nuestra forma de consumir y relacionarnos con nuestros mares y con el planeta.

  • Para reservas e información sobre la actividad, a través de su página web: Pesca-turismo El Paraíso.
  • No se vayan de Castellón sin probar lo arroces del restaurante Casa Lola y la sabrosa y original carta del restaurante ReLevante by Miguel Barrera.