Ruta 4x4 por la finca El Romeral

Descubre los secretos del cabo de Gata

Joaquín del Palacio12/12/2012

Vista desde el cabo de GataLa mayoría de los visitantes de las playas del cabo de Gata no conocen realmente esta tierra, porque casi todo el encanto que tiene está oculto. Ya ocurría algo parecido hace unos siglos, cuando los piratas asolaban esta costa en busca de esclavizar a quienes capturasen. Debido a la aparición espontánea de esas banderas negras de tibias y calaveras, los cortijos estaban camuflados para no ser vistos desde el mar y así protegerse de las razias. Por esto, durante el S.XVIII las torres vigías se distribuyeron por los acantilados y playas para defender la costa. Muchos siglos antes, los romanos ya había llegado y conocían esta zona por sus pescados, el esparto y el oro. Algunos otros elementos que hoy caracterizan este enclave serían desconocidos para ellos porque se introdujeron, después como las pitas y las chumberas, que fueron traidas de América.

Ruta 4x4 por la finca El RomeralLas cabras, la cebada y el trigo, entre otros, han sido el principal sustento de cortijos como El Romeral. Su actual dueña, Doña Pakyta, es centenaria, además de muy reconocida y querida, porque a ella se le debe el respeto por el medioambiente en la zona y la existencia del Parque Natural del Cabo de Gata-Níjar. Ella encabezó la lucha por la negativa a la construcción de la autovía que hubiera arrasado los mejores paisajes y, sobre todo, las playas; esa vía lo habría llenado todo de hormigón, asfalto y errores constructivos como El Algarrobico, y la zona habría perdido el magnífico encanto natural que tiene. Es muy recomendable hacer una ruta 4X4 por la finca de El Romeral para conocer lo más interesante. En esta ruta se muestran los mejores sitios, precisamente los que salvó Doña Pakyta. A los mandos del todoterreno Jaime, colega geógrafo, explica con detalle cada uno de los elementos que se ven, y escuchándole hablar del lugar puedes llegar a creer que tú también eres de allí. Jaime te lleva a ver las mejores vistas del cabo y la costa, y te enseña su espectacular geología, así como los rincones del cortijo y sus secretos.

En esta finca hay una antigua fábrica de crin vegetal que se conserva perfectamente. Hoy, además de ser un museo precioso, ha sido convertida en lugar de celebración de eventos. Da gusto refrescarse con unas cañas en verano a un paso de la playa de los Genoveses. La Fábrica se encuentra frente a esta playa y visitarla es como hacer un viaje al pasado. Quién no lo conozca podría pensar que aquello es un desierto sin fauna: pues no, al salir por la noche de La Fábrica en el coche es muy fácil cruzarse con jabalíes, zorros, conejos, etc.

GeologíaPocos lugares tienen tan presente los cuatro elementos como el cabo de Gata. Allí la tierra es muy especial, para los fenicios era el cabo de las Ágatas por la variedad y belleza de sus rocas, que pulidas eran joyas. El origen volcánico producido por el choque de placas provocó fisuras, una tipología de vulcanismo diferente, y la mezcla con rocas sedimentarias originó un paisaje peculiar y muy rico; por la riqueza de su geología también ha sido calificado como geoparque. Posiblemente esta característica térrea, unida al agua, sean los mejores atractivos de la zona.

Las aguas son fundamentales, tanto las del mar, formando preciosas playas y calas o con esos fondos marinos en estado puro que da gusto disfrutar haciendo buceo o snorkel, como las salobres de su subsuelo, extraídas con pozos y norias, y también las importantísimas provinientes de las poquísimas e irregulares lluvias. Éstas antiguamente se retenían en aljibes, que aún se encuentran repartidos por todos lados. Algunos de estos aljibes semiocultos son verdaderas obras de arte y tecnología que en algunos casos llegaban a retener hasta 500 metros cuadrados. Las aguas saladas son más importantes si cabe, este ángulo en las rutas de navegación mediterránea es clave en las corrientes marinas, y doblarlo hacia el oeste significa enfilar directamente la salida por las míticas Torres de Hércules: el estrecho de Gibraltar.

Interior de un aljibe. Finca El RomeralLos vientos son dos principalmente: el de levante que sopla desde el interior del Mediterráneo y el de poniente que viene desde la puerta atlántica. Esos vientos en la navegación se traducen en la enfilación al estrecho o al interior del Mare Nostrum. De entre los cabos de la península el de Gata es de los más estratégicos, de hecho la bahía de Almería fue un fondeadero seguro para los días rebeldes en que el mar se rizaba en el pasado. A esta importancia de los vientos se suman los peligrosos fondos poco profundos y llenos de escollos del cabo, debido a su geología.

Hace millones de años el protagonista fue el fuego, el de origen volcánico que modeló el relieve y le dió el aspecto especial de sus paisajes. Hoy también es protagonista el fuego, pero el que llega del sol: indulgente, abrasador, y que castiga o regala a esta comarca con más de 3.000 horas de sol al año y hace que los veranos sean larguísimos y casi no exista el invierno. Precisamente, lejos de quemarlo todo, Lorenzo causa una amplitud térmica diaria (diferencia entre la temperatura máxima y mínima) que provoca rocíos, además de la entrada de la humedad marina, que permite vivir al esparto, las pitas, las chumberas, el palmito, etc. Y así también permite que la fauna encuentre su alimento y un rico, aunque poco visible ecosistema, se mantenga vivo.

ClisolHace algunas décadas se instalaron cultivos enarenados bajo plásticos en Almería. Ése es hoy gran parte del paisaje en Campohermoso y, sobre todo, en El Ejido, el famoso mar de plástico. Estéticamente no es bonito, como le suele pasar a los espacios industriales, e incluso a muchos de los urbanos, pero debido a ello terrenos estériles producen hortalizas y dan trabajo a mucha gente. Hace unos años aquellos productos eran insípidos y se comentaba que eran pura química. Hoy en día esto ha cambiado bastante y tras la visita a Clisol, donde te ofrecen una degustación de los tomates, pepinos, pimientos, etc. se pueden probar y comprobar que saben realmente a lo que son. Es una visita muy recomendable para conocer este tipo de productos, hablar con conocimiento de causa sobre ellos y descubrir un poco más esos productos gastronómicos y un sector productivo muy importante en la vida almeriense.

Hotel Doña PakytaEl verano es muy agradable en esta costa, pero es que además el verano es muy largo aquí: durante más de la mitad del año se puede uno bañar en estas playas, y al menos dos o tres meses más está garantizado el buen tiempo y, para disfrutar de estos momentos el mejor balcón marino es el hotel Doña Pakyta, que precisamente lleva el insigne nombre de la señora que salvó un trozo de la sufrida costa española del asfalto y el ladrillo. Este alojamiento está subido en una ladera de San José sobre la playa y desde sus terrazas se divisa la bahía para poder disfrutar de los mejores amaneceres y las mejores vistas del mar. El runrún del mar acompasa la lectura en la habitación y es la mejor banda sonora de unas vacaciones de placer. La brisa marina sopla en sus balcones y los sonidos de las olas te acompañan mientras desayunas o estás sentado en la terraza de cualquier habitación, escuchándolas romper ahí mismo y también, si miras, las verás llegar a la orilla.

La opción playa es una garantía en el cabo de Gata durante casi todo el año, pero el interior ofrece muchos encantos que hay que descubrir: rutas a caballo o de senderismo, como la de la Majada Redonda; lugares insólitos como la mina de oro de Rodalquilar o visitar el Centro de Visitantes-Las Amoladeras suponen otro modo de sentir la naturaleza y lo que ha significado la vida allí. Es un lugar tan atractivo que incluso el cine ha recogido en muchas películas escenas de estos paisajes. Aquí se han rodado muchas películas conocidas como «Lawrence de Arabia» o «Indiana Jones y la última cruzada», y famosos westerns, como «Por un puñado de dólares», que se ha rodado concretamente en el hotel Cortijo El Sotillo. Algunos episodios de «Curro Jiménez» también tienen como escenario este precioso cortijo convertido en alojamiento.

Cabrito. Restaurante Cortijo El SotilloEste hotel es justamente la opción opuesta a la playa, y está tan solo a unos cientos de metros de la costa, pero el Cortijo El Sotillo ya está en el interior y cuenta con un espíritu diferente y complementario al del hotel Doña Pakyta. El restaurante del Cortijo es un lujo para degustar la gastronomía típica. El cabrito que preparan con maestría se cría en la finca de El Romeral por tanto, se trata de una crianza natural. Al tomarlo se aprecian los sabores del campo, está riquísimo. El ajoblanco es suave, sabroso y se mantiene y tomado con un buen tinto valdría para conversar durante largo rato. Una vez bien alimentado se puede disfrutar de una ruta a caballo por los mejores rincones del Parque Natural del Cabo de Gata-Níjar, para encontrar, una vez más, otro encanto encubierto en estas tierras.

Las playas del cabo de Gata son únicas en Europa y sus fondos marinos de los mejores, su clima y sus paisajes atraen a multitud de visitantes que, si conocieran sus secretos más ocultos tendrían unos recuerdos aún más intensos de una «esquina» de la península Ibérica que guarda muchas sorpresas.

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