Elaborados originalmente a base de alcohol y los diferentes productos agrícolas de la zona para ser consumidos como bebidas digestivas después de las comidas, la mayor parte de los licores griegos cuentan con una gran tradición artesanal. Presentes en todo tipo de celebraciones durante siglos, centenares de familias griegas han elaborado sus propios aguardientes y licores caseros en pequeñas cantidades durante generaciones. Una tradición que con el paso del tiempo ha dado paso a la fabricación industrial y comercialización de bebidas tan emblemáticas como el ouzo, el tsípouro y el tsikoudiá o rakí, los destilados más típicos y conocidos de toda la geografía helena, y de otras menos conocidas pero igualmente únicas, procedentes de las distintas regiones geográficas de este país mediterráneo.
Ouzo, el más popular entre los visitantes
De todos los licores y bebidas espirituosas que podemos encontrar en Grecia el Ouzo es, sin lugar a dudas, el que suele acaparar la mayor parte de la atención de los visitantes. Asociado por los viajeros con el verano, la playa, el sol y las mezédes (tapas griegas), está considerado el licor más emblemático del país.
Elaborado a base de anís, hierbas aromáticas y alcohol, el Ouzo es una bebida dulce y de fuerte sabor. Para compensar su alto contenido en alcohol (su graduación oscila entre los 37 y 50 grados), suele ser mezclado para su consumo con agua fría o hielo, lo que provoca una reacción química por la que su transparencia original se transforma en un color blanquecino, desatando los aromas de algunos de los ingredientes que lo componen, como el anís, el hinojo, el cilantro o el clavo.
Su sabor fino y equilibrado, así como su intenso olor a regaliz lo hacen único, maridando a la perfección con todo tipo de quesos, pescado o calamares fritos, mejillones al vapor, mariscos frescos, ensaladas y verduras a la parrilla.
El Ouzo cuenta con un museo en la isla de Lesbos, considerada como la cuna de este destilado, así como su propia denominación de origen protegida, siendo la única bebida de su clase en Grecia que ha sido categorizado como anís destilado.
Tsipouro, digestivo y útil para cocinar
Este famoso aguardiente procedente de la Grecia continental se produce desde hace siglos de manera artesanal principalmente en las áreas rurales de Macedonia, Tracia, Epiro y Tesalia.
El tsípouro se obtiene a partir de la doble destilación de los subproductos del proceso de vinificación y destaca por su fuerte olor y sabor. Servido en un vaso de chupito, es ideal para ser consumido como digestivo después de la cena.
Empleado para preparar salsas y para rehogar carnes, es también utilizado en la elaboración de determinados tipos de galletas.
Tsikoudia, de destilación única
Este destilado tradicional de la isla de Creta se elabora, al igual que el tsípouro, a partir de las uvas que no están destinadas a hacer vino, pero aún son capaces de producir licores de calidad. Confundido en infinidad de ocasiones con su «primo» del continente, la diferencia entre ambos radica en la destilación (el tsikoudiá sólo es destilado una vez) y en las distintas hierbas aromáticas que se le añaden y que sólo crecen en Creta.
De aroma y sabor intensos, es consumido normalmente en vasos pequeños y combina muy bien con productos como quesos, carnes, asados o dulces.
Rakomelo, un antiguo remedio contra la tos que se puede preparar en casa
El Rakómelo, una variación del tsikoudiá o rakí mezclado con miel y varias especias, como la canela, el cardamomo o el clavo aromático, es una bebida de color dorado y ligeramente transparente que tradicionalmente es elaborada en Creta y otras islas del Egeo. Utilizado en el pasado como un remedio contra la tos, normalmente se consumía durante los meses de invierno, por lo que solía servirse caliente o a temperatura ambiente. Hoy en día el rakómelo también se consume frío en verano y algunas compañías como Aródama han puesto a la venta un «kit de rakómelo» que contiene tsikoudiá y el resto de los ingredientes necesarios para elaborar en casa nuestro propio rakómelo, calentándolo durante 8-10 minutos a 45 grados centígrados y añadiendo 50 gramos de miel por 250 mililitros de tsikoudiá, clavo y canela.
Metaxa, no sólo brandy
Creada en 1888 por un comerciante de El Pireo llamado Spyros Metaxás, este licor es a menudo identificado con el brandy. Sin embargo, esta bebida de color ámbar claro y de ligero gusto anaranjado, va más allá.
Elaborada sólo con ingredientes naturales y orgánicos procedentes del área del mar Egeo, el Metaxá es el resultado de mezclar brandy con un vino elaborado a partir de tres variedades de uvas (savatiano, sultanina y corintio negro) secadas al sol y al que después se le añade vino moscatel de las islas griegas de Samos y Lemnos, hierbas aromáticas del Mediterráneo y extracto de rosas.
De este licor pueden encontrarse distintas variedades diferenciadas entre sí por el número de estrellas que refleja su etiqueta y que indican la edad de esta bebida (tres, cinco, siete, doce estrellas y Gran Reserva).
Tentura, con fruta y especias
El tentura es un popular licor con sabor predominante a canela que tiene sus orígenes en la ciudad portuaria de Patras, en el norte del Peloponeso. Según cuenta la tradición, la receta de esta bebida espirituosa se remonta a la época veneciana, alrededor del siglo XV. Muy utilizado en el pasado como bebida digestiva después de una comida copiosa, el tentura está elaborado con extractos de frutas cítricas y especias como el clavo y la nuez moscada.
De textura densa y color marrón oscuro, el tentura es muy versátil e ideal para combinar, por lo que es muy apreciado a la hora de realizar cócteles o para darle un ligero toque de canela al café. Sin embargo, la mejor manera de disfrutarlo al máximo es degustarlo solo con hielo picado o acompañado de frutos secos y dulces elaborados con chocolate.
Licor de Mastija, muy versátil en la cocina
Muy apreciada por sus propiedades beneficiosas y terapéuticas, la mastija de Quíos es una resina aromática natural procedente de un árbol de la familia del lentisco y que, debido a unas condiciones climáticas especiales, crece sólo en la parte sur de esta isla del Egeo. Muy utilizada en Grecia tanto para cocinar como para elaborar una gran cantidad de dulces (entre los que se incluye el delicioso helado de Kaimaki), la mastija de Quíos ha formado parte de la cultura griega desde hace miles de años. Su aroma único y el hecho de que durante siglos se haya intentado, sin éxito, cultivar este árbol en otras partes de la isla y otros lugares fuera de ella, han hecho que esta resina se convierta en un producto especial.
El licor de mastija, que normalmente se sirve frío o a temperatura ambiente con hielo, cuenta con los aromas frescos e inconfundibles que desprende esta resina y es ideal para disfrutarlo en pequeñas tomas o como digestivo.
Licor de Kumquat, las naranjas chinas de Corfú
Originario de China, el árbol del Kumquat crece extensivamente por toda la isla de Corfú, donde fue importado por el botánico inglés Sydney Merlin en 1924. Sus frutos, unos cítricos pequeños de forma ovalada y piel comestible comúnmente denominados como «naranjas chinas», producen exquisitas mermeladas y dulces, así como un excelente licor con aroma intenso de naranja y fresa que suele tomarse frío como aperitivo y que, en poco más de un siglo, se ha convertido en uno de los símbolos más emblemáticos de la isla.