Drunch en la terraza del B-Hotel

Después del ‘brunch’… llega el ‘drunch’

Alicia Hernández08/09/2011

Drunch en la terraza del B-HotelPrimero fue el brunch, el desayuno tardío o comida temprana, según se mire. Y la tendencia funciona, cada vez más, sobre todo los fines de semana. Ahora lo último es el drunch, lo que podríamos llamar una merienda-cena. El concepto surge de la unión de dinner+lunch=drunch y se practica en Estados Unidos, Inglaterra o Italia.

En España lo están implantando, sobre todo, los bares y restaurantes de los hoteles. El drunch es una manera habitual de desconectar a la salida del trabajo, una alternativa a las cañas y tapas de toda la vida. En muchos casos se presenta como un menú cerrado o un pequeño bufé de platillos ligeros, de pinchos o tapas, pero con un precio cerrado con la bebida incluida.

Si quieres apuntarte a la moda en Madrid, acércate al hotel Vincci Soho, en pleno Barrio de las Letras. En su restaurante Prado 18 tapas&lounche, el espacio gourmet del hotel, han incluido esta tendencia gastronómica para el verano.

Tapa de Foie. Vincci SohoEl ‘drunch’ está disponible de 17 a 21 horas, y por solo 18 euros por persona podrás elegir tres tapas de la carta y una bebida. Tras un largo día de trabajo apetece hacer un break con los amigos, un tiempo de ocio inmejorable en un lugar único, en un típico patio madrileño rodeado de historia.

La carta de Prado 18 tapas&lounge tiene una amplia selección de tapas frías, calientes y dulces: Medallón de foie con sal de oro, pan especiado y Pedro Ximenez; Croqueta Dúo (Queso de Cabra y Confitura de Tomate) o Tosta de Bacalao a la Vizcaina. Y si te pierden los dulces, encontrarás deliciosos postres como los Bombones de queso y cardamomo o la Copa de chocolate, entre otras muchas más opciones.

Terraza Skynight en el Hotel Puerta de ÁmericaEn la terraza del Bar del Hotel Puerta de América, en Madrid, y en su  Skynight, la terraza de copas que corona el hotel, con mojitos y otros cócteles como bebida, puedes disfrutar de un bufé libre con deliciosos aperitivos, como tortillitas de camarones o brochetas. El precio medio es de 14 euros.

La Camarilla, en pleno barrio madrileño de La Latina, se apunta a la moda del brunch y del drunch, los sábados y domingos, y hacen un descuento en función del número de comensales; es decir, quienes reserven para dos personas se benefician de un precio tan irresistible como 14.50 € (cada una); si son tres, el importe es de 13.50 € y en grupos de cuatro o más, 12,50 €. El brunch se sirve de 11.30 a 14.00 horas y a partir de las 17.30 y hasta las 20.30 horas se hace lo propio con el drunch, con idénticos precios en las reservas.

Los platos de su carta son muy mediterráneos, como el Salmorejo cordobés o la Ensalada de naranja con espinacas y endivias. Ésta se degusta tanto en la barra como en el amplio comedor. Sin olvidar los cócteles, proyecciones y sesiones musicales que animan este espacio y congregan, de jueves a sábado, a una clientela joven y ecléctica.

Barcelona también se apunta al ‘drunch’

Terraza del B-HotelLa Ciudad Condal no se queda atrás en su oferta para aficionados al ‘drunch’. Así, en Barcelona puedes practicar el drunch en el B-Hotel (Gran Via, 389-391).

Se trata de un aperitivo de lujo, un tentempié ligero: tapas de embutido ibérico, queso manchego, pan con tomate, anchoas de L’Escala y pimientos de Padrón o espárragos de Navarra. Todo ello se sirve a media tarde acompañado de una copa de vino (blanco o tinto) o cava. El precio: 12 euros.

Este drunch se puede saborear en el B-bar, en el lobby del hotel, o en un lugar espectacular: su fantástica terraza panorámica, en la planta 8ª, con piscina infinity y unas vistas impagables de Barcelona.

Bar Q-Lounge. Hotel Melià BarcelonaEl Hotel Meliá Barcelona se está convirtiendo en otro concurrido punto de encuentro del after work condal.

En el bar Q-Lounge, entre otras sugerencias encontrarás su Frozen Strawberry Daikiri con un ceviche de langostinos.

Copa, picoteo y la posibilidad de seguir tu deporte favorito o escuchar jazz. El precio es de 15 euros.

¿Y tú, te has apuntado ya a la moda del ‘drunch’?