En el único Concurso Nacional de Pinchos y Tapas de nuestro país, el principal premio ha recaído en un chef poco mediático: Diego Guerrero, del restaurante Club Allard de Madrid, que propuso una original propuesta: Mini Baby Bell de Camembert Truffe. Sesenta y seis cocineros de todas las comunidades de España han competido por el preciado galardón, consistente en un premio en metálico de 6.000 euros y una figura escultórica testimonial.La categoría de un concurso, además de los concursantes, la determina el jurado; en este caso fueron los cocineros Ramón Freixa como presidente, Jesús Ramiro, Enrique Becerra y Mikel Zeberio. Recibió el segundo premio Jordi Gotor, de Brown 33 de Barcelona por su Oliva+Anchoa+Hueso y el tercer Premio a José Luis García Galindo del Abeletxe de Zizurkil de Guipuzcoa por Alubias de Tolosa.
Mención especial recibió la tapa de la que ya hemos hablado en conmuchagula.com «Obama en la Casa Blanca» de Antonio González del restaurante vallisoletano Los Zagales, a quién se le dio el accésit denominado «Tierra de Sabor» por la utilización de los productos de Castilla y León. El accésit al Mejor Concepto de Tapa recayó en José Bixente Muñoz Esnal del Gran Sol de Hondarribia, Guipúzcoa, por su Juego de verduras y bruma de Jaiz Kibel, el de Tapa Más Vanguardista ha recaído en José Antonio Merino del establecimiento Marmitako de Vitoria, Álava, por su tapa Floración y finalmente el de tapa más tradicional fué para Mario de Lucas Hernández de Lino, Guadalajara, por su Torrija de Bacalao. Un nuevo éxito de esta importante iniciativa de su director, Luis Cepeda.