No sabemos dónde comería Gaudí si viviera en el siglo XXI, pero seguro que la variedad estaba entre sus gustos. Cerca de su bien más preciado, la Sagrada Familia, hay un eclecticismo de locales que reflejan la cantidad de propuestas gastronómicas que vive la ciudad: cocina japonesa, catalana, mexicana y de autor:
Fukamura, sushi en un restaurante para 18 comensales

La Sagrada Familia acoge a personas llegadas de todo el mundo. Esta multiculturalidad se traslada también a la comida. Podemos afirmar con seguridad que en el pequeño restaurante del Maestro Fukamura se comen algunos de los mejores sushis de toda la ciudad. Pensado para tan sólo 18 comensales, no es un sitio que resalte por su diseño; y no nos importa, aquí se viene a comer cocina japonesa fresca, artesana, con platos cocinados y preparados al momento. Una cocina que se basa sobre todo en el recetario tradicional de Japón, con algunas creaciones propias y como le gusta decir a él «un toque mediterráneo».
En la carta brillan, sobre todo, el sushi y los niguiris de gran calidad, preparados de forma tradicional (6-7 euros), pero también es recomendable probar la sopa de miso con caldo de buey y setas de temporada (top para los meses de frío), el tataki de atún con crema de coliflor con yuzu, el kakiage de langostino, sepia y alcachofas (tempura presentada a la «juliana» en porciones más pequeñas y finas), y su legendario uramaki Rainbow (atún, salmón, aguacate y boniato flambeado). El precio medio de primero y segundo es de unos 25 euros.
Fukamura
Calle Córcega, 479
Arc Iris, la fuerza de los vegetales

La cocina vegetariana se abre paso llegando a ser cada vez más importante en cada restaurante. En Arc Iris tienen claro que los productos naturales de la tierra nos aportan lo mejor para estar más saludables. Tras la visita a la obra de Gaudí, reponemos fuerzas con deliciosos platos vegetarianos entre los que destacan, como especialidades, la musaka y el arroz con champiñones y queso parmesano. Además, es un lugar cálido y familiar al que ir con los niños.
La propuesta es sencilla: Menú del día (con primero, segundo y tercer plato, postre y bebida) por 9,50 euros y platos sueltos o bien para llevar a 3 euros.
Arc Iris
Calle de Roger de Flor, 216
Bellako o la reinvención del kebab

En este caso, entramos en un establecimiento de comida rápida de kebabs. Pero en seguida nos damos cuenta de que no es un kebab cualquiera, pues desde Bellako se han propuesta reinventar el kebab aportando más mimo y calidad a este producto; y lo consiguen. Según sus responsables, su idea es convertir el kebab en un plato gourmet (tal y como ha sucedido con las hamburguesas hace un tiempo) gracias a materias primas de calidad, preparadas al momento y emplatadas con gusto.
El secreto está en los ingredientes que utilizan. Las carnes son cuidadosamente seleccionadas y todas nacionales, se asan a la parrilla y se acompañan de los más diversos y originales ingredientes. El pollo procede de L’Empordà y es macerado en su propio aliño casero, el secreto de cerdo ibérico es traído de la Sierra de Huelva y también se incluye la tierna ternera Angus, además de verduras y hortalizas cultivadas en las huertas catalanas. Los kebabs pueden tomarse con pan libanés o pan de pita y son contundentes, pues llevan desde huevo a bacon a la parrilla, pasando por cebolla frita. Sus precios: 6, 7 ó 9 euros cada uno, en un establecimiento que tiene un precio medio de 15 euros. Aquí la comida rápida sí es una verdadera experiencia gastro.
Bellako
Calle de la Marina, 244
Tacos a mogollón en La Taquería

Si quieres comer algo rápido, pero tienes prisa por exprimir al máximo la fastuosa obra de Gaudí, entonces los tacos son una perfecta opción. En La Taquería es posible probar la verdadera comida de México gracias a los tacos, muy jugosos, y a un total de cuatro por ración. Pero hay más: sopa azteca de tortilla, cremas, cazuelas con queso fundido, y el tradicional guacamole. Se lo trabajan y ya cuentan con tres locales en la ciudad (Pasaje de Font 5, Sardenya 304 y Pujades 172) siempre llenos. También hay servicio para llevar y comer tranquilamente en el parque Gaudí, delante de la Sagrada Familia. Su precio medio es de 15 euros.
La Taquería
Pasaje del Font 5
Manairó, cocina creativa y de altura

Dicen los responsables de Manairó que su restaurante no se parece a nada ni a nadie. Esto es gracias al espíritu creador de Jordi Herrera, su chef, quien aporta una experiencia anticonvencional para los cinco sentidos. El trabajo creativo de Jordi Herrera transcurre en la cocina y en el taller, que es donde crea nuevos artilugios para conseguir sabores y texturas. Su carta se basa en una cocina creativa, de base catalana, elaborada con productos de mercado. Recibió su primera estrella Michelin en 2008 y, aunque ahora no la posee, es toda una referencia en cocina e innovación en la ciudad.
Cuenta con varios menús gastronómicos, en los que sobresalen algunos clásicos como las Galeras ahumadas con trinxat de acelgas (26 euros), Pescado de mercado con garbanzos (28 euros) o el Filete de ternera al faquir (32 euros). El faquir es una plancha de clavos, creada por el chef, para cocinar solomillos y filetes sin perder jugos. Los precios de los menús van de los 40 a los 50/60 euros. ¡En Manairó, Gaudí gozaría de lo lindo!
Manairó
Calle de la Diputació, 424
Elegancia extrema en La Cúpula

La Cúpula es un lugar clásico y muy elegante en el que se ofrecen platos tradicionales de cocina catalana, y todos los viernes y sábados por la noche, música de piano en directo. En su carta tenemos desde Arroz caldoso de bogavante a Lomo de bacalao con setas, tomates secos y all i oli de trufa, pasando por el Cochinillo de Segovia asado con ensalada y espárragos. El menú del día cuenta 13,50 euros, cambia cada día, y contiene primero, segundo, bebida, postre y café o sorbete.
La Cúpula
Calle Sicilia 255