Sepioneta con all i oli negro. Restaurante Marea Alta

Dónde comer bien en las Ramblas de Barcelona

La Ciudad Condal tiene muchos rincones en los que perderse, pero está claro que las Ramblas, su centro neurálgico, es popular y una gran parte de turistas y visitantes van a parar a ellas para pasear y detenerse a tomar algo y comer.

Marta Burgués📷 Guillermo Pérez11/05/2017

Al buscar un restaurante de calidad nos encontramos con locales que basan sus cartas en paellas, tapas y sangría, es decir, están  muy enfocados a turistas de paso. Pero, ¿es posible comer bien en o cerca de las Ramblas?: Sí, en su mismo paseo, al pie de la Boquería y en sus calles adyacentes hay lugares que apuestan por una gastronomía rica y variada. Te damos algunas pistas con nuestras recomendaciones en estos restaurantes.

Núria, 90 años de historia

Restaurante NúriaRestaurante Núria

Situado en Rambla Canaletas, el restaurante Núria posee una larga, reputada y gran historia. Y es que, si hay un restaurante que ha visto mejor que nadie la evolución de las Ramblas, ése es Núria, que abrió sus puertas en 1926 y, tras su reapertura hace unos tres años, goza ahora de un ambiente moderno pero con mil recuerdos de la vida de las Ramblas en su interior. Fue el primer local en contar con un tirador de cerveza, también vendía alimentos como colmado y servía comidas a los actores de los teatros del paseo en su época de esplendor.

Marcel Cortadellas, dueño y nieto de uno de los fundadores, se siente orgulloso del restaurante: «hemos cumplido 90 años con el reto de recuperar la Rambla para los barceloneses. Nos hemos adaptado al momento y gustos del público, y creo que ésto ha sido la clave del éxito de nuestra larga historia». A nivel gastronómico se centran en una cocina tradicional, en la que platos como las croquetas de jamón (3,90€), la tortilla de bacalao (4,90€), la paella de marisco (15,90€) y la crema catalana (4,90€) son sus estandartes. Por Núria pasan muchos turistas, algo inevitable, pero particularmente diría que todavía se mantiene en pie porque tienen en cuenta a los barceloneses, y ello se nota en su carta, bastante reducida: «trabajamos bien los productos y las preparaciones frescas diarias, lo hacemos bien y a conciencia». Mientras que el precio es otro factor, al estar por debajo de otros restaurantes del paseo, «queremos que el cliente local vuelva, y para ello los precios deben ajustarse a las necesidades actuales. Podríamos ganar mucho dinero si sólo nos enfocásemos al turista, pero no es nuestro objetivo final».

Tortilla de bacalao, restaurante NúriaTortilla de bacalao, restaurante Núria

Marcel explica que, ante la masificación de hostelería de poca calidad en el paseo, son las entidades públicas las que no se esfuerzan en evaluar este tipo de negocio. «Creemos que las campañas de concienciación y las auditorías en este tipo de locales deberían ser mayores. Además, el turista actual viene muy informado de dónde ir».

Marea Alta: junto a Colón y el mar

Restauante Marea AltaRestauante Marea Alta

Hemos de entrar en una de las calles colindantes a las Ramblas para encontrar alta calidad en pescados frescos del día. Marea Alta, que vio la luz hace aproximadamente un año, nace para recuperar un espacio insólito de la ciudad: las plantas superiores del famoso Edificio Colón, en Drassanes, construido en 1971, de 110 metros de altura y primer rascacielos de la ciudad. En un ambiente puramente marinero, Marea Alta ha conseguido que el edificio por fin se abra al público con este espacio de una superficie de 1.000 m2, y que sorprende por sus espectaculares vistas de 360º a toda Barcelona. «Los turistas que llegan a la ciudad se interesan por el restaurante, aunque lo que más nos orgullece es seguir recibiendo diariamente al público local, al que nos dirigimos, ya que es un espacio principalmente para uso y disfrute de todos los barceloneses», explica su responsable, el restaurador Enrique Valentí.

Marea Alta es un restaurante temático del mundo del pescado, cuyos responsables se esmeran en preparar de diversas maneras (crudos, marinados, guisados…) y ello le convierte en especialista en piezas grandes, que asan a la brasa de carbón de encina y se sirven enteras. La carta varía porque el pescado es traído fresco cada día de las costas. «Contamos con expertos colaboradores que se encargan de buscar las mejores piezas en su lugar de origen: el rodaballo de Guetaria, la merluza y la palometa roda del Puerto de Cudillero en Asturias, el marisco y los crustáceos de la lonja gallega de Vigo y la Coruña, la gamba roja de Palamós, el rubio y las espardeñas del litoral catalán…», remarca Enrique.

Caixetes del Delta del Ebre. Restaurante Marea AltaCaixetes del Delta del Ebre. Restaurante Marea Alta

El precio medio de la carta es a partir de 50 €, pero si uno no quiere comer no hay problema, porque la coctelería -ubicada en la planta 23- dispone de terraza y está abierta no sólo a los clientes del restaurante, sino también a quienes quieran tomar una copa mientras disfrutan de las vistas. En este espacio hay una carta de sangrías de autor, nada que ver con las que nos encontramos en el mismo paseo de las Ramblas. Los precios de los cócteles oscilan entre 5 y 15 euros.

Arte y gastronomía en el Liceu: Òpera Samfaina

Opera SamfainaOpera Samfaina

Hace años, la idea de crear un restaurante dentro del Gran Teatro del Liceu hubiera sido descabellada. Ahora no, de manera que este juego artístico, ideado por Jordi Armengol con la colaboración de los hermanos Roca, se basa en probar Catalunya a través de varios sentidos, pues es un restaurante, un bar y un teatro. Hay que reconocerlo, definir Òpera Samfaina no es fácil, pero quizás su nombre da pistas: la sanfaina es una receta que se basa en la mezcla de ingredientes, un plato fuertemente arraigado en Catalunya que hace honor a la técnica del sofrito. «Todo esto va a la perfección con un concepto que fusiona cultura, arte y gastronomía en un espacio que permite la interacción de todo ello. Es decir, un viaje multisensorial en el interior del Liceu, decidido a promover la cultura catalana a través de la gastronomía», explican sus responsables.

Fricandó de vedella de Girona de Montserrat FontanéFricandó de vedella de Girona de Montserrat Fontané

Se accede al restaurante por la puerta continua que hay al lado de la heladería Rocambolesc de Jordi Roca; luego pasamos por La Vermuteria, para degustar olivas variadas y tapas con más tradición. Aquí el visitante recibe una pulsera electrónica, en la que se irán acumulando las consumiciones que decida hacer en los diferentes espacios. Ya dentro del restaurante, hay diversos espacios gastro-sensoriales, pues mientras uno come se sumerge en una historia de imágenes, sonidos y colores que se entremezclan con cada degustación, conformando una sorprendente aventura sobre la leyenda de Catalunya. Vamos, un nuevo concepto que fusiona arte, gastronomía, animación, mapping, luz, sonido…

Cada espacio cuenta con sus menús y precios. Para hacernos una idea, el menú degustación del espacio Diva es de 38€, sin bebidas. Además, hay tapas y platillos como el salteado de chipirones y judías de Santa Pau (14,50€). Parte de la plantilla de Òpera Samfaina proviene de colectivos en riesgo de exclusión, dentro del Proyecto Social del Liceu. En definitiva, 950 metros cuadrados con 6 zonas diferenciadas para experimentar: Rocambolesc, Vermuteria, Odisea, Dioramas, Diva, Mercado y Tienda. Si queríais experiencias, tomad seis tazas.

Contempo, cocina catalana en Plaza Cataluña

Risotto con espárragos y magret, restaurante ContempoRisotto con espárragos y magret, restaurante Contempo

En lo alto de las Ramblas, el Hotel Catalonia Plaza Cataluña alberga el restaurante Contempo, abierto a clientes, turistas y barceloneses en general. Pueden presumir de una clientela fiel, sobre todo entre semana y los sábados. Su especialidad es la cocina catalana con fundamento, ya que sus platos son elaborados y generosos. Al Contempo es mejor ir con tiempo, y no es un refrán, el chef Josep Jorba ha escogido muy bien los platos para detenerse, saborearlos y probar la calidad de cada producto, siempre de temporada. Algunos ejemplos: Crema de calabaza con pera y ceviche de vieiras, Merluza a la brasa con emulsión de berenjena, Risotto con espárragos y acelgas y magret; y como no, el plato estrella, los Caracoles a la llauna con salsa romesco y alioli. Hay quien viene de lejos sólo para deleitarse con los caracoles, y es que se preparan con butifarra y jamón, pan por encima para gratinar y se acaban de hacer en el horno. En el Contempo hay que venir con hambre y sin prisa. Como colofón traen un carrito de postres (como los de antes), a base de tartas (queso con chocolate blanco, mousse de mango con merengue, de trufa con crema catalana…) que son una delicia para la vista y aún mejor para la barriga.

Caracoles a la llauna, restaurante ContempoCaracoles a la llauna, restaurante Contempo

Todos estos platos están en los diferentes menús: de la semana (para comer y cenar), con primero, segundo, y carro de postres a 22€; pica a pica (cuatro platillos a compartir, segundo, postres a 28€; menú paella a 25€; y el menú maridaje a 40 €). Los clientes del hotel suelen escoger el restaurante el último día, porque quieren experimentar antes por las Ramblas. «Pero una vez vienen, se arrepienten de no haberlo hecho antes, por la poca calidad de los restaurantes que han probado en el paseo», explican desde el restaurante. Y hay más: una terraza en la que contemplar la actividad del centro de la ciudad mientras uno degusta exquisitos cócteles o tapas.

Pinotxo Bar

Cap i pota, Bar PinotxoCap i pota, Bar Pinotxo

No podemos dejar la lista de buenos restaurantes de las Ramblas sin citar el Pinotxo. En el mercado de la Boquería, este local es un bar de diminutas dimensiones, regentado por Joan Bayén, «Juanito», 75 años de oficio en la Boquería, que recibió el pasado año el premio Ciutat de Barcelona. Juanito, que se sigue levantando a las 6 de la mañana para abrir su parada, ha visto a todo tipo de gente pasar, y él mismo reconoce que se entiende bien con todo el mundo, «tanto turistas como autóctonos». La base del Pinotxo son sus desayunos de plato y cuchara: callos, cap i pota, chipirones con judías, caracoles, y otras tapas.

Lo peor es que el mercado ya es un nido de turistas desde primeras horas de la mañana, por lo que sentarse a comer en la barra del Pinotxo no es tarea fácil. Habrá que esperar, dejarse ver o comer de pie; todo sea por regalarse con sus platos y gozar del ambiente del mercado más espectacular del mundo. «La Boquería se ha reconfigurado, pero todavía hay personas que ofrecen la calidad de antaño en los productos que venden», opina.