Dónde comer bien en Santa Eulalia del Río, Ibiza

Dónde comer (muy bien) en Santa Eulalia del Río, Ibiza

Hoy nos vamos de ruta por Santa Eulalia del Río y os decimos los mejores restaurantes para comer bien en este municipio de Ibiza.

Joaquín del Palacio06/11/2022

Santa Eulalia del Río es uno de los cinco municipios que conforman la isla de Ibiza. Está compuesto por una zona costera que proporciona buenos productos del mar y una zona interior en la que aún se pueden encontrar todos aquellos productos gastronómicos que sirvieron para elaborar los platos tradicionales.

El mejor ejemplo para conocer los animales de granja y los cultivos es Can Muson, una finca ecológica y granja escuela que trabaja con el producto autóctono elaborando panes, zumos, y platos de comida que se pueden degustar con la visita. Gallinas, ocas, conejos, cabras… han sido siempre los animales que durante generaciones los ibicencos han tenido en sus tierras, así como las hortalizas o las hierbas aromáticas. Y cuidan una de esas joyas típicas, las higueras, que desarrollan sus ramas en horizontal y les colocan palos para sujetarlas, la de Can Muson se sustenta sobre 56 palos.  

Tienda de productos de Can Muson, en Santa Eulalia del Río

Las hierbas ibicencas son muy famosas y ricas. En Can Fluxá elaboran productos artesanales y disponen de un jardín de plantas aromáticas que les sirve para hacer talleres y explicar las características de cada una de ellas, tienen más de 30 especies. Y podrás hacer tu propio licor y llevártelo. Un gran recuerdo de un viaje y un remate ideal de una buena comida, una infusión o un chupito, siempre que no haya que conducir.

Tradición de Santa Eulalia del Río: interior, rural…

Y muy auténtica porque tiene bares y restaurantes antiguos que han sabido mantener las viandas que siempre ofrecieron. El bar Costa (curioso nombre para estar en el centro de la isla), en Santa Gertrudis, es conocido en toda Ibiza desde los años 70 por sus bocadillos de embutido, entre los que destaca el de jamón con el pan tostado, crujiente y a la vez jugoso, por el tomate con aceite que le acompaña; aunque los de mojama, de salchichón de ciervo o los de sobrasada también están para chuparse los dedos. El fundador del bar en 1963, Vicent Roig, tuvo un detalle peculiar con Andrés Monreal, pintor, trocarían cuadros por comida. Y poco a poco fue decorando las paredes del bar, que también ha ido creciendo hasta tener cuatro salas interiores y dos terrazas. Hoy este peculiar museo se disfruta mirando las paredes mientras se degusta una cerveza y un bocata. Una experiencia muy especial.

Nueve años antes del Costa, en 1954, Joan abrió, en San Carlos, un establecimiento tan singular en su historia como plural en su oferta: Las Dalias. Empezó siendo un bar de carretera que fue ampliándose con sala de fiestas, conciertos, mercadillo hippy… Es visita obligada por varias razones: las fiestas de los miércoles son famosas pero, al llegar el último de septiembre, celebran la de fin de la temporada llamada Namasté que en uno de sus rincones sigue albergando aquel espíritu de aquellos “peludos” que arribaron a la isla hace más de medio siglo. Un rincón de viaje al pasado para escuchar aquella música y aquellos bailes alrededor de una hoguera mientras unos músicos, que parecen salidos del musical Hair, tocan melodías y ritmos de los 60. Alucinante.

Otro clásico, desde hace 40 años, es Ca´s Pagès, no muy lejos de Las Dalias, para los amantes de los buenos guisos como el arroz de matanza o de las carnes a la brasa en un horno de leña como el conejo o el chuletón, con vinos y postres ibicencos. Su terraza es la más bonita y relajante, su cubierta de plantas trepadoras floridas filtran la luz del sol creando una penumbra idónea para comer mientras el constante sonido de fuentes forma el ambiente que presiden dos recios olivos, como dos centinelas centenarios.

Terraza de Cas Pagés

Junto al puerto

El puerto deportivo más grande de las Baleares es la Marina de Santa Eulalia, con unos 740 amarres desde embarcaciones modestas hasta yates de varias decenas de metros de eslora. Alrededor de los muelles y pantalanes abundan cafeterías y restaurantes con terrazas que se mantienen desde los cafés mañaneros hasta las copas bajo el nítido cielo estrellado isleño. Se sirven platos de calidad con una gran diversidad de productos y precios.

El restaurante CBbC integrado entre barcos y yates, y cerca de la bocana del puerto, se muestra muy elegante e iluminado por el sol balear pero aún así tiene un rico menú de 20 €. Los arroces y los pescados, más frescos imposible, componen sus platos más ricos pero las croquetas, que hay que probarlas, son sensacionales también.

Arroz del restaurante CBbC en la Marina de Santa Eulalia

Otro estilo y otra cocina totalmente diferente aunque similares por su calidad es Bonsai. Especializados en sushi y comida asiática y donde puedes tomarte un cóctel o fumar una sisha al aire libre. Las mezclas de sabores de sus platos atraparán tus sentidos e incluso descubrirás alguno nuevo muy rico y atractivo que te enganchará. La calidad de sus productos es tan fácil de apreciar como el trabajo de sus cocineros a la vista de los clientes.

El restaurante Estel está en la primera línea de la calidad y especializado en buenos platos de pescados que preparan y sirven a la perfección. Su servicio de sala tanto en el interior como en la terraza es preciso, tanto como su decoración y su luz. Es una garantía de calidad. También ellos tienen el alojamiento rural con SPA y restaurante Can Curreu, habitaciones de arquitectura tradicional ibicenca, ofrecen la misma línea de calidad que el restaurante Estel.

Siempre es bueno elevarse para observar a vista de pájaro el territorio que queremos conocer o que ya dominamos para disfrutar de otra perspectiva, si además se puede hacer tomando buenos platos, el éxito está servido. El restaurante Maymanta ofrece platos basados en la cocina peruana: ceviches, tiraditos, anticuchos… con productos internacionales como la vieira, el atún o el salmón. El resultado, excelente. El encanto del rooftop con su larga piscina y su barandilla de cristal transparente crea un efecto visual maravilloso tanto al atardecer como durante la noche. A veces hace fresquito pero una estufa de cristal en la que se ven las llamas o una adorable batamanta no falta, así que a disfrutar con los cinco sentidos de un lugar que no olvidarás.

Los cocineros de Bonsai

Junto a las calas

Las costas ibicencas están repletas de playas, calas y balcones sobre el mar donde comer de maravilla y de las más diferentes maneras. En bañador y con los pies casi en el agua o vestido con un estiloso color blanco ibicenco en una mesa elegante. Tú eliges.

El chiringuito Colomaret en cala Nova es más del primer estilo. Ensaladas y pescados a la plancha componen la mayor parte de la carta. Los platos son abundantes y muy sabrosos. Las sensaciones son las típicas playeras: estás sentado junto al mar escuchando las olas, en la playa dispuesto a darte un baño después o habértelo antes, como quieras.

La era tradicional que da el nombre al restaurante de Can Toni Xumeu

Cerca de una cala pero algo más lejos… Desde cala Llonga no se ve pero justo encima está Can Toni Xumeu un alojamiento de agroturismo con 5 habitaciones y el restaurante La Era, acorde al paisaje que lo rodea. Verdes pinares sobre un relieve de lomas y montañitas que llegan hasta el mar. El nombre del restaurante procede de la era tradicional que aún permanece en lo alto donde soplaba el viento y aventaban el grano tras haber sido trillado. Hoy es un solarium elegante rodeado por la piscina y la terraza del restaurante que lleva el cocinero Samuel G. Galdón con sabiduría y buen hacer. La combinación de los buenos platos con los vinos elegidos por Miguel, hermano del chef, se llevan tan bien como los propios hermanos. La comida en este lugar es una experiencia no solamente por la buena calidad de sus platos sino por el lugar y sus vistas. Es un resumen de la buena sintonía que Santa Eulalia del Río tiene y ofrece a sus visitantes.