A veces nos topamos con maravillosas sorpresas que nos conquistan de inmediato. Esto es exactamente lo que sucede nada más cruzar el umbral de Dónde Mónica. Un precioso restaurante ubicado en el número tres de la calle Padilla, en una de las zonas más exclusivas de la capital. En pleno caos urbanita encontramos este precioso espacio que parece sacado de un cuento de hadas. Un íntimo restaurante en el que los detalles son los protagonistas y dónde su dueña, Mónica, se desvive cada día como si fuera la inauguración, intentando siempre rozar la excelencia ya que es una perfeccionista nata.

Un precioso patio que evoca la campiña inglesa nos recibe con agradables mesitas dónde disfrutar de los deliciosos platos que Mónica ha ido confeccionando con recuerdos de sus viajes. Aromas, sabores y matices que logran trasladarnos a exóticos destinos mientras disfrutamos de un ambiente relajado.
En Dónde Mónica el tiempo fluye a otro ritmo. Las prisas, el estrés y la rutina se quedan aparcadas fuera y nos resulta tremendamente fácil desconectar y dejarnos seducir por la esencia del local.
La carta del restaurante es divertida y variopinta. Healthy e inclasificable. Recetas sencillas que otorgan un protagonismo indiscutible a los productos de temporada y que derrochan sabor por los cuatro costados. Ensaladas, pastas, arroces, carnes y pescados. Opciones para todos los gustos elaboradas siempre con grandes dosis de cariño. Platos apetecibles que nos dificultan la elección ya que apetece probarlo todo.

Al frente del restaurante, Mónica se mueve ágil y elegantemente entre las mesas. Atendiendo, saludando a los clientes y disfrutando de su gran pasión. El restaurante, su gran reto. Un sueño hecho realidad que explica el brillo de sus ojos cuando habla de sus inicios. Además, una preciosa historia de amor que da sentido a la eterna sonrisa de Mónica.

En esta ocasión empezamos saboreando la maravillosa ensalada Dónde Mónica elaborada con brócoli, pecanas, manzana, zanahorias, pasas y una sensacional salsa sumamente cremosa que nos enamoró de inmediato. Continuamos con una divertida y ligera pizzeta de atún que dio paso a un refrescante tartar de tomate con carpaccio de gambas y licuado de lechuga. Una receta ligera, saludable y repleta de sabor que nos condujo a las sabrosas carrilleras a baja temperatura con cuscús. Una delicia en toda regla que vino acompañada de otro plato que no puede faltar cuando se visita Dónde Mónica. Sus ya famosas albóndigas bordelesas acompañadas de arroz y patatas fritas. Elaboradas con una formidable ternera blanca de Ávila y mucha cebollita frita son verdaderamente adictivas. No podemos dejar de mencionar la hamburguesa vegana que es un auténtico espectáculo repleto de matices.

Para terminar, nos deleitamos con su riquísima tarta de queso que nos dejó con un delicioso sabor de boca y muchísimas ganas de volver para seguir aventurándonos en la atractiva y seductora carta de Dónde Mónica.
Dónde Mónica, un maravilloso descubrimiento en el corazón del barrio de Salamanca. Un jardín secreto que nos regala deliciosos bocados llenos de amor que nos enganchan de inmediato. Un coqueto restaurante dónde el tiempo se para, dónde nos hacen sentir como en casa, logrando que nos dejemos llevar irremediablemente para sencillamente … DISFRUTAR.
Dirección: Calle Padilla 3,
28006 Madrid
Teléfono: 915 777 657
Precio Medio: 30€