En España, no todo lo que llega a la mesa es de origen nacional. Siglos después de la incorporación de la patata a la dieta mediterránea, la gastronomía española todavía se alimenta de las importaciones extranjeras. Solo en 2022, en España se importaron casi 38 millones de toneladas de productos alimenticios.
En las etiquetas de los envases se leen nombres de países de todas partes del mundo, desde Italia hasta Cabo de Marfil. Según los datos obtenidos de Datacomex, el comercio exterior español depende de las exportaciones de más de 70 Estados. De acuerdo con las estadísticas del portal web del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, el año pasado España invirtió 42,9 billones de euros en importación alimentaria.

Los «supermercados» internacionales
A la hora de elegir dónde comprar la comida, los españoles tienen gustos muy particulares. El interés por ciertos productos lleva a España a importar grandes cantidades desde el otro extremo del planeta. Frente a la fama del aceite de oliva español, el tercer producto foráneo más demandado el año pasado fueron las grasas animales y los aceites de origen vegetal.
De hecho, las estadísticas del Ministerio de Comercio demuestran que más del 19% de las grasas y aceites importados en España en 2022 procedían de Indonesia. Las exigencias del paladar español también inducen a pagar enormes sumas de dinero por un alimento que solo unos pocos se pueden permitir cocinar. Así, casi el 9% del total de pescado, crustáceos y moluscos enviados a España el año pasado se adquirieron en Marruecos por un valor medio de 6,71 euros el kilo.
Casi el 9% del pescados y mariscos enviados a España el año pasado se adquirieron en Marruecos
En 2022, los tres proveedores de alimentos de los que más se sirvió España fueron Brasil, Francia y Ucrania. Juntos, estos tres países concentraron el 44% de los productos alimenticios importados, porcentaje equivalente a 17 millones de toneladas. Según los datos de Datacomex, de las cestas brasileñas, francesas y ucranianas salió una variedad de hasta 17 grupos alimenticios diferentes.
En el caso de Ucrania y Brasil, el producto que aportaron en mayor medida a la despensa española fueron los cereales. Pese a ser la nación vecina, conseguir productos “made in” Francia cuesta más caro que en Brasil. Lo mismo ocurre con Portugal, el cuarto de los principales países abastecedores de España el año pasado. Muy por delante de Portugal está Ucrania, cuyas exportaciones a España supusieron el 24% de los cereales importados en 2022.

Al tratarse de países productores de cereales, tanto Francia como Portugal también se especializan en la fabricación de productos alimenticios derivados de cereales. El año pasado, España obtuvo de Francia y Portugal más de medio millón de toneladas entre pastas alimenticias, harina y otras preparaciones de cereales.
Tras la salida de Reino Unido de la Unión Europea en 2020, el consumo de productos alimenticios de marca británica disminuyó. Para suplir esta repentina carencia, España incrementó el comercio con otros países del norte de Europa, entre ellos Alemania y los Países Bajos. De Alemania en 2022 sobre todo se importaron cereales y sus derivados y productos lácteos, aunque no en tanta cuantía como el trigo y el queso franceses. Respecto a los Países Bajos, las verduras y las legumbres fueron junto con los lácteos el alimento neerlandés más apreciado en España el año pasado.
En 2022, los tres proveedores de alimentos de los que más se sirvió España fueron Brasil, Francia y Ucrania
Además de Brasil, los otros dos Estados no europeos que más comida vendieron a España fueron Estados Unidos y Marruecos. En 2022 Estados Unidos se destacó por suministrar, aparte de cereales, el 20% de las semillas, frutos secos y plantas oleaginosas importados. Por su parte Marruecos fue el segundo país exportador de frutas destinadas a España, solo superado por Costa Rica.
Como se ve en este mapa, los dos “supermercados” internacionales con los que España contaba el año pasado se encuentran en Europa y América Latina. Dentro de estos supermercados, la mayoría de las importaciones españolas vinieron de Francia y Brasil. Francia en particular controla el monopolio de la confitería, de manera que el 38% de los artículos azucarados enviados a España en 2022 se elaboró en ese país. Asimismo, más de la cuarta parte de los productos lácteos y huevos se importaron de Francia.

Para ciertos productos, sin embargo, como el café o el cacao, los españoles prefieren frecuentar almacenes ubicados en otras latitudes. El año pasado el 38% del café, el té y las especias adquiridos por España en el mercado internacional llevaban escrito en la etiqueta Vietnam y China. Además de Francia y Alemania, el Estado desde el que más toneladas de cacao se transportaron hasta España fue Costa de Marfil.
Pese a la cercanía, conseguir productos en Francia cuesta más caro que en Brasil
La distribución de las importaciones alimentarias
La dieta de los españoles incluye diferentes componentes en función del menú. Si se toman como referencia los datos recopilados por Datacomex, dentro de la pirámide alimenticia suelen predominar 17 grupos o categorías. Tal como ilustra este gráfico de tarta, la demanda de productos extranjeros es bastante desigual. Así, mientras algunos alimentos el año pasado estaban entre los más solicitados, otros como la carne se situaban al final de la lista de la compra.
En el índice de las importaciones españolas, los tres alimentos más codiciados por los consumidores en 2022 fueron, en orden: los cereales, las semillas, plantas oleaginosas y frutos secos y las grasas animales y aceites vegetales. El año pasado, el 65% de cereales como el centeno y el arroz se importó de los silos de Ucrania, Brasil y Francia, unos 11 millones de toneladas en total.

Brasil y Francia también dieron a España más de 2 millones de toneladas de semillas de girasol, almendras, nueces, cacahuetes y otros frutos secos. Según las estadísticas del Ministerio de Comercio, la tercera parte de las grasas animales y aceites vegetales exportados a España en 2022 provenía de Indonesia y China.
Más abajo en la lista, las frutas y las hortalizas y legumbres representaron el 12% del total de los productos alimenticios importados en 2022. A esos 4 millones de toneladas se sumó casi 1 millón de toneladas de conservas de frutas y verduras y de zumos naturales. Más de un tercio de los productos frutales y vegetales procesados se enviaron a España desde Bélgica, Francia y Portugal.
De las frutas importadas el año pasado, el 13,5% eran de origen costarricense, el 12% de Marruecos y casi un 10% eran portuguesas. En el caso de las hortalizas, más de la mitad procedían de los países vecinos más cercanos a España, en concreto Francia, Marruecos y Portugal.
Frutas y las hortalizas y legumbres representaron el 12% de los productos importados en 2022
En cuanto a los pescados, crustáceos y moluscos, de los 1,3 millones de toneladas importadas a España en 2022, más del 13% se compró a Francia y Portugal a una media de 5 euros el kilo. Por último, la carne de vacuno, así como la de cerdo, oveja o ave, fue uno de los productos alimenticios con menos importaciones el año pasado. Casi un tercio y medio se importó desde Polonia y Alemania, mientras que el 13% se importó desde los Países Bajos.
¿Salimos a comer fuera?
En el proceso de importación nacional de alimentos intervienen muchos factores. Cuestiones como la diferencia de precios, o el compromiso de un Estado con el medio ambiente, influyen en la decisión de los países compradores. Por eso como consumidores, es importante para los ciudadanos conocer dónde compra España los productos que luego acabarán en sus neveras.