En verano los alimentos y bebidas estrellas son, sin duda alguna, los fríos, y al contrario de lo que muchos puedan pensar, es una excelente oportunidad para perder peso, ya que no hay que comer menos, sino saber qué y/o cómo comer estos alimentos. Hoy os hablaremos del Almidón resistente o retrógrado.
Afortunadamente, España es un país con una increíble variedad de alimentos, y una cultura gastronómica basada en una de las dietas más saludables del mundo junto con la gastronomía japonesa; la dieta mediterránea.
La dieta mediterránea, además de ser una dieta saludable que alarga la vida (probada empíricamente), es una dieta que da mucho juego culinario, y que puede ser fácilmente adaptada a todas las estaciones del año.
Las ensaladas son los platos más consumidos en esta época del año, sin embargo, muchos creen que al incluir a estas recetas alimentos ricos en almidón, las convierte en platos contundentes que engordan. En verdad, esto no es cierto y, si quieres saber por qué, sigue leyendo.
¿Qué es el Almidón retrógrado o resistente?
El almidón resistente o retrógrado es la parte del almidón que no puede ser digerido por nuestro intestino, éste llega entero al colon, donde es fermentado. Este proceso de fermentación es un verdadero festín para las bacterias buenas que viven en nuestro intestino grueso.
En definitiva, si nuestra microbiota está feliz, nuestra salud general responderá en la misma medida ¡Quid pro quo!
Estos beneficios para la salud ocurren porque el almidón se convierte en almidón resistente, y además de ser un excelente prebiótico, también produce una mayor cantidad de butirato (ácido graso de cadena corta) debido al proceso de fermentación.

El butirato es una de las principales fuentes de energía del colonocito (células del intestino grueso), estimulando la secreción de moco, lo que incrementa el flujo sanguíneo del colon, ejerciendo efectos antiinflamatorios, así como la estimulación del sistema nervioso autónomo.
Asimismo, se relaciona el butirato con disminución de las enfermedades inflamatorias intestinales, tales como: enfermedad de Crohn, colitis ulcerosa y en la prevención del cáncer de colon, incluso, su recidiva, ya que reduce el aumento de las células tumorales.
¿Cómo se consigue el almidón retrógrado o resistente?
Los almidones son polisacáridos de rápida absorción por nuestro cuerpo, aportando energía casi de inmediato.
No obstante, el almidón resistente es diferente, puesto que se trata de un tipo de fibra con efecto prebiótico y que nuestro organismo es incapaz de digerir. Actúa de forma muy similar a fibra soluble, diferenciándose en su composición. Pero, ¿Cómo se obtiene este almidón?
El almidón resistente se consigue con la cocción (en agua o al vapor, nunca fritos) de los alimentos ricos en almidón, y a continuación enfriarlos para que de esta forma actúe en nuestro intestino como ya se ha explicado.

Desde luego la mejor forma de disfrutar de estos alimentos en frío es elaborarlos como platos de ensaladas, ya que, cuanto más frío mejor.
- Tubérculos: ensalada de patata, ensaladilla rusa, campera, etc.
- Cereales: ensalada de arroz, de quinoa, de trigo sarraceno, de amaranto, etc.
- Plátano macho: ensaladas al estilo caribeño o granizados de plátano macho.
- Legumbres: ensaladas de garbanzo, de lentejas, de alubias, etc.
Por esta razón hay que abusar de las ensaladas con estos alimentos en el verano o cuando te apetezca, ya que, de esta forma, además de estar alimentándote de forma sana, perderás peso de forma saludable, ya que a su vez estarás siguiendo la magnífica dieta mediterránea.